Espiritualidad, astrología y yoga: ¿Por qué creemos en lo que creemos?
Prácticas como la astrología, la creencia en energías o vibraciones y la espiritualidad, no son nuevas. Sin embargo, lo que antes era un nicho se ha extendido de manera masiva, con las redes sociales como principales canales de difusión. Desde las lecturas de carta astral y natal, pasando por el tarot, y hasta el yoga, son creencias que han tomado un papel preponderante en la vida de las personas, a veces hasta más que las religiones o la misma ciencia.
Desde PORTAL UNIVERSIDAD, nos comunicamos con Ana D’Angelo, antropóloga sociocultural, doctora en Ciencias Sociales y Humanas y Docente e Investigadora de la Universidad Nacional de Mar del Plata, para comprender en qué creen las personas y por qué lo hacen.
D´Angelo propuso un trazado histórico para entender de donde provienen estas creencias: “En el contexto de lo que se denominó nueva era, es decir 1960 en adelante, sobre todo en Estados Unidos, hubo un movimiento por los derechos de género, por los derechos también en términos raciales y todo un movimiento de liberación del cuerpo y de los sujetos. Se dio una búsqueda de romper con estructuras eclesiales y de buscar, sobre todo en oriente, que es muy grande y tiene mucha diversidad en su interior, otras creencias y prácticas que favorecieran esa liberación”, explicó.
Según cuenta la antropóloga, Oriente aparecía como un “espejo contracultural”, como la antítesis de occidente y muchas personas que se sentían sujetadas allí salieron a buscar estas respuestas en otro lugar y lo que se hizo, se denominó “nueva era o new age” y consistió en mezclar muchas de estas cuestiones.
Allí apareció la “energía”, que, aunque “es una noción que está en varias creencias, incluso en cómo es la medicina tradicional de la India o en la medicina china”, apareció sin una referencia directa con sus orígenes, como una idea transversal a muchas de estas prácticas. Y ¿por qué las personas creen en la energía?, según D´Angelo, “hay una posibilidad de comprobar, empíricamente, es decir, corporalmente que ciertas técnicas tienen efectos sobre las personas”.
Y ¿por qué las personas creen en la energía?, según D´Angelo, hay una posibilidad de comprobar, empíricamente, es decir, corporalmente que ciertas técnicas tienen efectos sobre las personas.
Es aquí que empieza a aparecer la cuestión de la ciencia, “utilizamos para creer en estas cuestiones como la energía algunos de los mecanismos, no los métodos científicos porque la ciencia tiene sus propios métodos y tiene su rigurosidad, pero si algunas cuestiones como la posibilidad de comprobar empíricamente, es decir, de experimentar que eso tiene efectos. Y la manera en la que solemos experimentarlo es por medio del cuerpo, o en el caso de la astrología tiene que ver con que efectivamente lo que alguien te dijo en una carta natal o en una carta astral, se cumplió”, explicó.
Por otro lado, hace unos 20 años se solía distinguir la religión de la espiritualidad tomando como modelo a la religión, considerando ciertas características sobre todo de la religión católica, como su gran jerarquía en su interior como institución. Ese era el parámetro desde el cual comprar a todas las otras creencias. En ese sentido se definió a la espiritualidad como aquellas creencias centradas en el individuo, alejadas de estas instituciones, de las doctrinas y de los dogmas de la iglesia.
Sin embargo, actualmente eso ha cambiado: “Hoy lo que plantea es que la distinción no es tan clara, y por eso hablamos más bien de creencias. Hay creencias que se articulan en torno a instituciones más estructuradas y con jerarquías en su interior, más dogmáticas también, que tienen sus textos, y otras creencias que aparecen como consumibles en un mercado religioso, en un mercado de creencias, entre ellas por ejemplo puede ser la astrología”, dijo D´Angelo.
“Así que digamos, algunas de las cuestiones que han hecho que creamos en la ciencia solemos utilizarlas para creer en estas cuestiones, y de hecho el yoga, por ejemplo, ha tratado a medida que se ha insertado fuera de la India, en Europa y en América, de ir comprobando por los mismos mecanismos biocientificos su eficacia. Es decir, demostrar los efectos fisiológicos de los pranayama, las respiraciones, y de los asana, que son las posturas. Como para no ir ni en contra de la religión, por un lado, y tampoco va en contra de la ciencia médica”, explicó.
Es por eso que se pueden dar estas creencias en las tres cosas simultáneamente, “uno puede creer en eso sin dejar de ser católico, o judío o protestante o la religión que profeses. No hay una incompatibilidad entre las creencias y la pertenencia a una institución. Hay un montón de gente que practica yoga o recurre a la astrología sin dejar de profesar su religión o de ir a un médico tradicional”, expresó la docente e investigadora que además se especializa en yoga y espiritualidad.
Uno puede creer en eso sin dejar de ser católico, o judío o protestante o la religión que profeses. No hay una incompatibilidad entre las creencias y la pertenencia a una institución. Hay un montón de gente que practica yoga o recurre a la astrología sin dejar de profesar su religión o de ir a un médico tradicional.
Además, destaca que esta superposición de las creencias siempre existió, “no es que en el siglo XIX estaba separado y ahora no, sino que siempre existió excepto en sociedades en las que no había ciencia, entonces por supuesto no se podía creer en ella. Pero dicho de manera sintética nunca se dejó de creer en lo que se denomina magia”.
Otro aspecto interesante es la experiencia grupal o la conexión humana que pueden aportar estas prácticas. “Uno suele pensar tanto la carta astral como la práctica de yoga como cuestiones puramente individuales. De hecho, se habla mucho de cómo se insertan en un individualismo creciente, pero en realidad suponen también el encontrarse con otros en esa búsqueda, en ese recorrido o en esas experiencias. Creo que hay mucho de esa búsqueda, que es una búsqueda por los vínculos y que a veces se da de manera inesperada o indirecta”, expresó D´Angelo.
En su investigación del yoga, participó observando prácticas de este tipo y de meditación, enfocándose en la corporalidad. Allí puedo observar esta conexión entre las personas: “Aparte de percibir la respiración lo que se suele hacer es sincronizar esas respiraciones, incluso sincronizar el sonido cuando se canta un mantra o el “Om” que empieza y termina muchas prácticas. Así, aunque no sean con intenciones filosóficas o espirituales digamos”.
Esta experiencia grupal también puede volver a trasladarse a la ciencia, “en el caso de los mantras el origen filosófico, religioso y médico del yoga es el mismo. Entonces seguramente hay una explicación de porqué esos términos, porqué con ese sonido. De hecho, muchos refieren a como están ordenados en el cuerpo los chacras y favorecen que circule energía. Esas podrían ser explicaciones fisiológicas, no necesariamente científicas, pero sí que han sido comprobadas empíricamente a lo largo de generaciones desde que esto fue surgiendo y se fue transmitiendo. Por otro lado, hay personas que los cantan sin interesarse por lo que significan espiritualmente sino justamente por los efectos físicos que tienen y por como los hacen sentir y parte de ese bienestar que se logra tiene que ver con cantar con otros”, comentó la antropóloga.
En definitiva, todas estas prácticas requieren de un nivel de creencia. “En todos los casos lo que solemos perder de vista que, para creer en la biomedicina, que la biomedicina también requiere que creamos en ella, y que es mucho más reciente en términos históricos la biomedicina que las religiones, o hubo otras medicinas. Entonces una particularidad de occidente y relativamente reciente que requirió en algún momento que las personas empiecen a creer y para eso tuvo que desarrollar mecanismos científicos para que creamos en eso. La experimentación, la comprobación científica y demás. Ósea tiene sus propias características la ciencia, pero también requiere que creamos. El efecto placebo es el ejemplo clásico”, explicó.
Con este punto de vista, cuando uno va a un médico también está manifestando una “creencia”, tiene que creer en lo esa persona le dice y espera en esa visita, que de alguna manera también es un ritual, llevarse un diagnóstico, una medicación, un tratamiento. Muchas personas que buscan soluciones a un problema crónico hace mucho tiempo y llevan un recorrido largo a veces terminas descreyendo de la medicina, y recurren a otras creencias para encontrar respuestas.
Con este punto de vista, cuando uno va a un médico también está manifestando una “creencia”, tiene que creer en lo esa persona le dice y espera en esa visita, que de alguna manera también es un ritual, llevarse un diagnóstico, una medicación, un tratamiento.
Hay muchas personas que no recurren a un médico porque también supone creer en como la medicina interpreta la enfermedad. “Yo me he encontrado con personas que lo que yo hubiera considerado que eran síntomas de una gastroenteritis, porque era un virus que justo estaba circulando, me decían que no, que era parte de un proceso de limpieza y de purificación. Son formas de interpretar los síntomas de maneras completamente distintas. En un caso es una enfermedad y en otro es parte de un proceso de sanación”, dijo D´Angelo quien agregó, “En definitiva, hay muchos diálogos en las maneras en las que construimos nuestras creencias en estas búsquedas de respuestas”.