Turismo: “Hoy la calidad ambiental es también cuestión de competitividad de un destino”
Desde incendios en Hawái hasta inundaciones en Alaska, las señales del cambio climático son cada vez más claras. Pero en algunos lugares, las condiciones de infraestructura o las actividades económicas y productivas generan las condiciones para que las consecuencias ante este tipo de desastres naturales sean mucho más fuertes.
El estado de EEUU, Hawái es un reconocido destino turístico internacional. De hecho, las principales industrias de las que este vive son el turismo, la fuente de capital privado más grande de la isla y la construcción. Sin embargo, hace semanas una de las islas que lo conforman, Maui, está siendo constantemente azotada por incendios. ¿Las causas? La economía que los sostiene: “Para combatir las condiciones de sequía, el año pasado se les pidió a los residentes que redujeran su consumo de agua o enfrentarían una multa, mientras que los grandes centros turísticos continuaron usando mucha más agua. Hay millones de visitantes anuales más que residentes permanentes, en 2021, hubo más de 6,7 millones de visitantes en comparación con los 1,4 millones de residentes”.
Frente a una situación de sequía mucho peor en este año y la propagación de hierbas no autóctonas inflamables en zonas de antiguos campos de cultivo y bosques se dieron las condiciones ideales para la propagación de los incendios. La actividad económica que los sostiene económicamente puede ser la misma que los extinga.
Desde Portal Universidad nos comunicamos con María José López, licenciada en Turismo, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales e integrante del grupo “Economía ecológica”, para hablar de los impactos de la actividad turística en los ambientes y cómo es la situación en Mar del Plata.
“El turismo siempre va a generar impactos. Pueden ser buenos o malos y en distintos aspectos: en lo económico, en lo sociocultural, en lo político y en lo ecológico. Hay que entender que el ambiente es el tipo de relación que hay entre la sociedad y la naturaleza. Cuando uno cuando tiene un gran recurso, sea una playa, un lago o una montaña, que es valorado socialmente y es la materia prima o el insumo de la actividad, tiene que ser intervenido para la gente pueda desplazarse, para la gente pueda hospedarse, hotel, tiene que haber tratamiento de residuos, infraestructura, accesibilidad. Cuando es intervenido y gestionado es transformado y esa transformación siempre va a generar algún impacto que hay que minimizar”, explicó López.
El turismo siempre va a generar impactos. Pueden ser buenos o malos y en distintos aspectos: en lo económico, en lo sociocultural, en lo político y en lo ecológico. Cuando uno cuando tiene un gran recurso y es la materia prima o el insumo de la actividad, tiene que ser intervenido. Cuando es intervenido y gestionado es transformado y esa transformación siempre va a generar algún impacto que hay que minimizar.
En los años 60 o 70, con el boom del turismo masivo, la dimensión ambiental no era tenida en cuenta, “Lamentablemente en el turismo dominó y sigue dominando la lógica económica. ¿Qué queremos? Más turistas y más dinero. Lo ambiental sigue estando postergado. Lo ideal es que uno lo incorpore y empiece a tender las relaciones, generar medidas y dar respuestas para ir minimizando estos impactos”, dijo la Licenciada y agregó: “Hoy tenemos más en cuenta lo ambiental por lo menos en lo discursivo y en algunos aspectos. Venimos lento, pero somos conscientes de que hay límites en el uso”.
La situación en Mar del Plata
En Mar del Plata se siguen permitiendo cosas que afectan negativamente al ambiente: las personas se concentran en espacios de playa reducidos, se ha sobre-urbanizado la primera línea de la costa, hay poco cuidado del agua, privatización de espacios públicos, uso de náutica y contaminación. “Seguimos construyendo cemento en la costa o cosas mucho más sencillas como la gente que sigue enterrando la colilla. Entonces hay cuestiones de mayor escala cómo procesos de erosión o más complejos sobre el uso de agua, y cuestiones más mínimas, tampoco avanzamos en eso”, dijo López.
“Cuando hacemos alguna acción en términos de sustentabilidad es asilada, osea no está pensada, sistematizada o ideada integralmente. Y siempre son parecidas en todos los lugares. No es lo mismo, cada destino tiene que ver cuáles son sus condiciones y potencialidades, y a partir de esto generar intervenciones adecuadas”, comentó.
En Mar del Plata hay turismo de sol y playa en verano y turismo urbano el resto del año. No es un destino que solo vive del turismo en verano y esto le da una cierta complejidad urbana e infraestructura de la cual la actividad se sirve. “Cuando se piensa un destino turístico también se tienen que ver con los picos de consumo. A la población residente le sumo la población turística. Esto va a generar un sobreconsumo de agua, de energía, genera más basura… Para poder contenerlo se tiene que ver reflejado en la planificación de la infraestructura, en los servicios de recolección de basura: en todo”, explicó López.
En temas más “micro”, se encuentran el sobreconsumo de agua y basura. Sobre el primero de ellos López comentó: “El tema del consumo de agua en Mar del Plata es excesivo y no le echemos la culpa solo al turista porque en la playa convivimos turistas con residentes. También la falta de compromiso de los concesionarios de balnearios es terrible. Acá está esa idea de que tener un mar y a metros querer tener la gran pileta. Además, hay duchas en los balnearios abiertas, los niños juegan al carnaval diciembre a marzo, en los baños los medidores de agua no se cortan. No se cuida nada”.
El tema del consumo de agua en Mar del Plata es excesivo y no le echemos la culpa solo al turista porque en la playa convivimos turistas con residentes.
Sobre la basura, las fiestas en la playa fueron una de las grandes causas de la suciedad en la costa, sobre lo que la docente dijo: “Los eventos que había, por ejemplo, en los silos por el puerto, dejaban una cantidad de basura impresionante. Yo indagué al respecto, y el prestador que hacía los eventos en los silos decía que como la basura estaba fuera de su predio no le correspondía. Entonces empezaban a tirarse la pelota con el municipio. La basura se generaba ahí y de la playa después ¿a dónde va? Al mar. Y nadie se hace cargo, ni la gente ni el concesionario”.
“Un destino no es sustentable o no sustentable, el turista no es bueno o malo. Hay gradientes. Es un proceso de transición, de reconvención de los procesos productivos donde hay más o menos grado de avance. Hay que seguir avanzando, pero no tan lento porque lo ambiental es urgente. Se ven las señales: calentamiento global, incendios forestales, inundaciones. Es un signo de que ya es urgente y hay soluciones que son muchos más simples y otras que son más complejas”, alertó López.
Lo económico afecta a lo económico
Los efectos de la actividad turística sobre lo ambiental siguen una especie de ciclo circular que tarde o temprano terminan afectando a la misma actividad económica. Un ejemplo: la construcción en altura sobre la primera línea de costa. “Estas construcciones afectan en la contaminación visual que genera y sobretodo en la experiencia del turista porque disminuye las horas de sol de nuestro producto convocante. La gente se empieza a correr sobre la línea de sol y se termina concentrando. Eso impacta en la actividad y nadie lo menciona”, explicó López.
Estas construcciones afectan en la contaminación visual que genera y sobretodo en la experiencia del turista porque disminuye las horas de sol de nuestro producto convocante
“Hoy la calidad ambiental es también cuestión de competitividad de un destino”, dijo la Licenciada. En un primer momento, en los 60 aproximadamente con decir que había playa la gente se trasladaba a vacacionar. Hoy en día el turista está más informado y hay destinos emergentes y más competitivos. “La gente empieza a entender que la calidad ambiental es un diferencial de los destinos”.
La gente empieza a entender que la calidad ambiental es un diferencial de los destinos
Las excepciones que se hacen al Código de Ordenamiento Territorial (COT) para poder construir más pisos de lo permitido tienen un efecto claro en la actividad turística que muchas veces no se tiene en cuenta. Al igual que obras de agenda política, tales como la bici senda: “Hay programas de financiamiento externo que los municipios tratan de capitalizar. Pero no se pueden hacer cosas sin pensar. Con la bici senda hay que tener en cuenta temas de estacionamiento, transporte público, congestión. Uno tiene que pensarlo integradamente, en Mar del Plata y en todos los destinos turísticos”, explicó López quién finalizó: “Este tipo de obras sin un planeamiento integral generan una disminución de la calidad de la experiencia, que es un factor que afecta negativamente en la competitividad turística del destino”.
Este tipo de obras sin un planeamiento integral generan una disminución de la calidad de la experiencia, que es un factor que afecta negativamente en la competitividad turística del destino.