Fahrenheit 451: La temperatura en la que sólo algunos papeles arden

* Por Itziar Aguirrezábal para el #MediaLab de Portal Universidad

El 7 de junio de 1810, Mariano Moreno formó “La Gazeta de Buenos Aires” trayendo al país el primer diario nacional de carácter informativo con motivo de divulgar las ideas establecidas por la Primera Junta de Gobierno,lo que llevó a través de los siglos a crear  un legado de difusión de ideas mediante la impresión de papel.

A partir de ese momento miles de empresas nacionales tanto públicas como privadas han seguido la herencia de los valores informativos logrando que el diario de papel sea uno de los medios más elegidos desde principios del siglo XVIII. Pero a raíz de la llegada de la digitalización y la actualización de las nuevas tecnologías, los medios tradicionales de comunicación han tenido que cambiar sus esquemas de planificación y propagación de contenidos, causando que las personas tuvieran la decisión de optar por la elección de un modelo freemium de acceder a portales de información a través del uso de internet desde la comodidad de sus casas, e incluso, fuera de ellas gracias a la ampliación del uso de los dispositivos móviles. Todo este contexto causó que las ventas de los periódicos de papel disminuyeran con el correr de los años de manera exponencial. Sin embargo, los libros
físicos continúan predominando y siendo la principal elección de muchos lectores a la hora de consumirlos, posicionándose por encima de los libros digitales a pesar de ser una de las nuevas formas de lectura.

Sin embargo, al tener en cuenta estos factores no debemos olvidar que detrás de la escritura tradicional de los diarios de papel se encuentran los redactores, editores, jefes de redacción, reporteros gráficos, y no menos importante quienes cumplen un rol primordial a la hora de su distribución, los canillitas.

De esta manera nos focalizamos en poder explicar cuál es la situación que está viviendo actualmente la ciudad de Mar del Plata en relación a la venta de diarios y libros físicos y como es el día a día de quienes eligen o eligieron profesiones que se relacionan con el mundo del papel.

Canillitas, testigos silenciosos de la historia cotidiana

Jorge Taulé junto a su mujer “Chela” en el kiosco de diarios de Talcahuano y Ortiz de Zárate. Foto extraída de “Diario La Capital”

Tras 43 años y medio en el oficio, Jorge Taulé, quien fue canillita en un kiosco de diarios ubicado en las calles Talcahuano y Ortiz de Zárate en la ciudad de Mar del Plata, decidió retirarse para poder disfrutar junto a su familia “Nosotros dejamos porque ya estamos cansados física y mentalmente. La gente no se da cuenta, pero este es un trabajo muy exigente. Uno está levantado desde muy temprano, cuatro de la mañana todos los días. Y cuando digo todos los días,son todos los días, no hay sábado, no hay domingo, no hay feriados. Hay solamente tres días al año que no se trabaja que son navidad, año nuevo y primero de mayo”, expresó el ex diariero.

Teniendo en cuenta el contexto del avance tecnológico y la caída de las ventas en el mundo del diario de papel, Taulé comentó cuáles cree que son las causas que han llevado a esta situación: “Creo que el precio en la economía argentina influye en la caída de las ventas, hace ya varios años que el papel es un material caro, y es esa la razón por la cual encarece el precio de tapa del diario. Por otro lado, el tema de lo digital: los teléfonos, la web y la computadora lograron que la gente bajara su consumo de diario ya que cuando venían a comprarlo las noticias que estaban publicadas en el papel ya eran viejas”.

Por otra parte y como es de público conocimiento, la pandemia provocada por el Covid-19 fue un momento crucial para la vida de las personas ya que en ese momento debieron cambiar sus costumbres y formas de relacionarse. “Creo que la pandemia también fue un factor desencadenante para la caída de las ventas”.

“Los primeros momentos de la pandemia fueron los más duros porque se había instalado la creencia de que el papel contagiaba, y eso empezó una psicosis. La gente no quería ni tocar el diario, ni mirarlo, yo creo que fueron muy pocos los vendedores de diarios que realmente tuvieron Covid”, relató.

A su vez agregó: “Cuando se empezaron a habilitar los comercios nosotros ya andábamos en la calle, salíamos, repartíamos, teníamos el kiosco abierto un rato a la mañana, cerrábamos, nos metíamos adentro de la casa y lo primero que hacíamos era llegar y cambiarnos con “Chela” en el garaje”.

“Había un señor que me recibía el diario con un palo largo con un broche en la punta, me ponía la plata en una punta y me daba el palo, yo después lo desataba y ahí le enganchaba al diario y se lo daba. A veces un poco me molestaba, pero está bien, yo ahora lo pienso y digo, bueno, al menos pensará lo bueno es que sé que Jorge no me contagió”, recordó Taulé.

Sobre la continuidad de las ventas de los libros a pesar de ser otro medio hecho a base de papel, Taulé opinó: “Creo que hay dos factores que hacen que se lleve a cabo esta circunstancia, por un lado la pantalla cansa la vista y la deteriora, por eso a la hora de leer algo muy largo el papel continúa siendo lo más elegido, por otra parte,el factor económico, si bien los libros están caros la gente prefiere gastar un valor alto en un libro que quizás puede guardar en el tiempo antes que en un diario”.

¡Si querés saber más de la historia de la caída de la venta de los diarios, la llegada de la digitalización y que significó a su vez para los libros con mayor profundidad podés escuchar el podcast donde participan los tres entrevistados de este informe!

Jorge Vozza repartiendo diarios en la esquina de Castelli y Alvear

Jorge Vozza es oriundo de la ciudad de Balcarce y se mudó hace 55 años a la ciudad de Mar del Plata en busca de trabajo donde encontró el oficio de canillita el cual realiza hace 53 años en un kiosco de diarios ubicado en las calles Castelli y Alvear en el barrio comercial de Güemes.

La reflexión de Vozza con respecto a la caída de las ventas es muy similar a la propuesta por Taulé: “La caída de las ventas se dió a partir de que la gente comenzó a tener otras prioridades en las que gastar. Cada vez las obras
sociales, van aumentando su precio, los teléfonos también y la inflación crece. El otro factor es que la nueva generación no se ha acostumbrado a leer diario papel y las informaciones que se leen habitualmente son a través del celular”.

Con respecto a la llegada de la digitalización Jorge Vozza consideró que fue el punto culmine de la caída de las ventas junto con la pandemia: “La gente ya casi no lee en formato de papel, hay una generación de lectores de papel que se va poniendo mayor y otros fallecen, ese diario no se repone más. Ahora quizás lo único que puede llegar a venderse es algo que sea eufórico como por ejemplo un hincha de fútbol que compre un diario que da
algún resultado positivo para su club”.

“Antes de la pandemia colocaba por día 150 diarios en todos los cafés de Güemes, hoy en día perdí esos 150 diarios de todos los días, ninguno volvió a comprar”, agregó.

Vozza, quien actualmente también comercializa libros en su puesto de de diarios sostuvo que cree que los libros son más consumidos pero que tampoco tienen una gran diferenciamen sus ventas con los diarios, ya que se deben a un nicho de lectores. Además agregó que los libros que se venden de manera individual o en sagas pequeñas no requieren la constancia de irlos adquiriendo todas las semanas en colecciones masivas como era el caso de ediciones especiales que se compraban junto con el diario de papel: “La gente que consume libros tampoco logra ampliar masivamente las ventas. El problema es cuando hay colecciones importantes que salen compuestas por 60 libros y con una inflación como la actual quizás el primer ejemplar costaba 1300 pesos y el número 60 ronda en un precio de 6000, lo que termina causando que la gente muchas veces no compre las colecciones enteras”.

En cuanto al operativo de remoción de kioscos de diarios abandonados, el canillita opinó: “ Me parece correcto, la municipalidad tiene que tomar la responsabilidad de que aquellos que estén ocupando un lugar y estén abandonados sean removidos, ahora bien, si hay una persona que está en disponibilidad y tiene el espacio en en condiciones y habilitado no deberían porque sacarlo”.

¡Podes conocer cuales son los puestos de diarios que han sido removidos de la zona céntrica de la ciudad y cuales continúan vigentes en el siguiente TikTok! 

Entre páginas y pantallas, el desafío de las bibliotecas en la era digital

Milagros Pandolofo, periodista, bibliotecaria y licenciada en bibliotecología y documentación

Al hablar de cambios en las formas de comunicación a través del tiempo, es apropiado poder contar con un profesional de las ciencias de la información. Milagros Pandolfo tiene 34 años, es periodista, bibliotecaria y licenciada en bibliotecología y documentación por la Universidad Nacional de Mar del Plata.

A partir del bajo consumo del diario de papel, la especialista comentó: “Yo creo que algunas de las causas por las cuales ha bajado el consumo del diario en papel tienen que ver con los costos y con el valor que significa para el consumidor comprarlo, no obstante no hay que dejar de contemplar los costos que significan para la empresa o el medio, imprimir el diario”.

“Por otro lado, hoy la mayoría de las personas cuenta con un dispositivo móvil y la forma de actualizarse es otra, lo que causa que al momento de la impresión de un diario la información ya esté vieja. Esta nueva forma de comunicación hace que la información pueda actualizarse de forma continua a toda hora, basta con entrar a cualquier portal de cualquier medio para ver todas las actualizaciones que tienen, creo que en este sentido lo digital ha ganado un terreno muy importante frente al diario tradicional”, explicó.

Sin embargo, la bibliotecaria sostuvo que los libros tienen una realidad bastante distinta al diario de papel: “Hace muchos años cuando, recién se empezaba a hablar de los ebooks, también se había puesto en tensión la cuestión de ver si el el libro digital iba a desplazar al libro físico pero resulta que pudieron convivir de una forma sumamente armónica“, dijo y agregó: “Yo creo que en ese sentido ambas cuestiones tienen distintos beneficios. El libro en si es un objeto coleccionable cosa que por ahí el diario no; es para consumo inmediato en el día y se desecha. De hecho por eso también se imprime en un papel de baja calidad, porque no está pensado para para hacer algo que perdure en el tiempo, el libro sí”.

A pesar de que la llegada de la digitalización representó un desafío muy grande, Pandolfo sostuvo que en el caso de los libros no afectó de la misma manera: “Desde la comunidad bibliotecaria misma somos militantes de del acceso abierto de la difusión y de la socialización de la información el conocimiento y la cultura, entonces con esa perspectiva veo muy bien el hecho de que exista la digitalización de libros, esa es nuestra razón de ser, que se pueda difundir el conocimiento de la cultura, la información y que más personas puedan tener acceso además de que es un derecho humano el acceso a la información”.

“De todas formas, creo que no hubo un momento disruptivo con la llegada de la digitalización, creo que es algo que se dió de forma paulatina, de hecho hay libros que nacieron nativos digitales, no es que nacieron en papel y fueron digitalizados. Por ahí es interesante destacar el período de pandemia , eso quizás sí lo podemos marcar como un
hito, ahí se vio de forma clarísima la importancia de la digitalización y de poder acceder a contenidos, recreativos, estudiantiles o informativos, en ese momento, cuando uno no podía acceder a lo físico porque no se podía salir y no se podía tener contacto, cobró mucha importancia el hecho de contar con bibliotecas digitales, con portales que difundan información y sobre todo que la población pueda acceder a ellos de forma libre abierta y gratuita”, dijo.

Por otro lado, con respecto a la adaptación de las personas al formato digital para la lectura la periodista sostuvo: “Yo creo que las personas se van a ir adaptando cada vez más al formato digital. Creo que pueden convivir armónicamente, los dos formatos y que las cosas se complementan, no creo que una reemplace a la otra. Quizás hablando en la cuestión literaria, con el diario o con la revista creo que ahí quienes los editan o imprimen van a tener que pensar las cosas a ver cómo lo hacen de forma más creativa, veo cada vez en la calle menos kioscos de diarios y revistas, por ahí observo que las revistas ofrecen algún tipo de muñeco coleccionable u objeto para aumentar sus ventas, pero igualmente sigue teniendo su público, que es un público cada vez más mayor en edad. Entonces me parece que indefectiblemente va a haber un cambio en algún momento”.

*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

También puede gustarle...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *