Lenguaje Inclusivo: “Si el sistema no se adapta a las personas que formamos parte de él, tenemos que hacer algo para modificarlo”

Foto: El terer miércoles de octubre se celebra el Día Internacional de los Pronombres. Fuente: INADI.

 

Cada año, el tercer miércoles de octubre se celebra el Día Internacional de los Pronombres. El objetivo de esta conmemoración no es festejar la existencia de un tipo de palabra en particular sino visibilizar la importancia de referirse a las personas en función de sus deseos respetando las distintas identidades de género.

Para conocer más sobre esta situación, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Andrea Menegotto, titular de la materia Gramática de la carrera de Letras en la Facultad de Humanidades de la UNMDP.

Con relación al uso que se da desde el lenguaje a los pronombres, Menegotto dijo: “Los pronombres son una clase de palabras y como toda palabra tiene su uso dependiendo de cómo y cuándo la utilizamos. Su particularidad es que son palabras muy características porque adquieren su significado en el contexto de uso. Esta situación se da sobre todo en los pronombres personales que es a lo que se requiere la fecha de hoy: las palabras que usamos para reemplazar en el discurso a las personas que participan en la interacción”.

“Cuando hablo de mi misma digo yo o mí y esos son pronombres personales de primera persona para referir a la persona que está hablando. Cuando me dirijo hacia vos puedo usar el vos o el usted y en esa elección estoy eligiendo como llamarte. Ni yo, ni usted, ni vos tienen rasgos de género. Por otro lado, los pronombres personales de tercera persona en español sí tienen rasgos de género y eso pasa en muchas otras lenguas. Por eso cuando nos dirigimos o hablamos de una tercera persona, ni la que habla ni la que escucha, tenemos que elegir con qué género nos vamos a referir a esa persona”, agregó.

Cuando nos dirigimos o hablamos de una tercera persona, ni la que habla ni la que escucha, tenemos que elegir con qué género nos vamos a referir a esa persona

Con relación a la problemática que traen estos rasgos de género que se encuentran aparejados a los pronombres, Menegotto expresó: “Con todo el movimiento de sensibilización respecto de las distintas identidades sexo genéricas, nos encontramos con gente que está incómoda con esas dos formas de tratamiento por distintos motivos, como ser una persona trans que nació con un género biológico atribuido al nacer pero después se identificó con otro género. ¿Cómo debemos referirnos a esa persona, como  figura en su DNI o como se autopercibe? Esa es la lucha del Día Internacional de los Pronombres, que las personas puedan decidir cómo quieren ser tratadas”.

“Justamente, la búsqueda es visibilizar el problema de la identidad, no un problema gramatical. No es un día creado por los gramáticos para celebrar las clases de palabras sino que es designado a partir de las comunidades LGBTQ+ para visibilizar el problema de la identidad de género”, aseguró.

La búsqueda es visibilizar el problema de la identidad, no un problema gramatical

Expresiones no binarias en castellano

Frente a la duda sobre cómo pueden usarse las expresiones no binarias en castellano, Menegotto dijo: “En español tenemos el pronombre elle, y el plural elles en el caso nominativo y en los acusativos en lugar de hablar de lo y la, usamos el dativo le. De esa manera no estamos señalando el género en las formas pronominales en español de tercera persona. Tenemos ahora el surgimiento de un tercer valor de género, no solo el femenino y el masculino sino el neutro y no binario, eso en español está cada vez más extendido pero todavía no está aceptado de forma generalizada, hay muchas reacciones negativas. Estas reacciones se dan sobre todo en la gente más conservadora porque es difícil cambiar la forma de hablar que uno ha adquirido a lo largo de su vida. Sin duda para los jóvenes es mucho más fácil”.

Estas reacciones se dan sobre todo en la gente más conservadora porque es difícil cambiar la forma de hablar que uno ha adquirido a lo largo de su vida

No se puede decir que esté bien o mal hablar de una forma u otra porque depende de una situación o un contexto. Antes era habitual tratar a las personas de mayor autoridad de usted e incluso se trataba al padre y a la madre de usted. Esas cosas van cambiando a lo largo de la historia y lo que está bien en un momento deja de estarlo por distintas razones en otro, no son categóricas, no son cosas que están bien o mal en sí mismas”, dijo.

En ese sentido también afirmó: “Hay múltiples posiciones posibles, puedo ponerme en la posición de la academia y decir esto del lenguaje inclusivo es un delirio porque va en contra del sistema actual del español y con ese argumento tienen razón, porque el sistema tradicional del español era un sistema binario femenino y masculino. Al introducir un tercer valor, estás cambiando el sistema. Hay quien considera que cambiar el sistema está muy mal y entonces es incorrecto, otras personas consideramos que si el sistema no se adapta  a las personas que formamos parte de él, tenemos que hacer algo para modificarlo. Para  las personas como nosotras modificar el sistema implica empezar a utilizar estas estrategias de lenguaje inclusivo con mayor o menor intensidad”.

El lenguaje inclusivo no implica solamente el uso de la letra E

Incluir desde la comunicación no necesariamente significa necesariamente cambiar la letra E y requiere de un pensamiento y una selección más cuidadosa de las palabras que utilizamos para referirnos a las demás personas. Sobre este aspecto Menegotto dijo: “Yo en esta conversación utilicé estrategias del lenguaje inclusivo pero no utilicé la E, hablé de las personas y traté en toda la comunicación de no utilizar formas de masculino genérico, que son las que claramente excluyen a las mujeres, no solo a las personas no binarias sino fundamentalmente a las mujeres”.

“Esa característica que tiene el género masculino, que se llama el valor por defecto, implicó que hasta ahora se utilizaba el género masculino con el valor semántico más amplio. Siempre que querías referirte al conjunto utilizabas el masculino, entonces hablabas de los chicos para referirte a chicos y chicas, ciudadanos para referirse a los dos. El problema es que esa estrategia excluye, porque nos dan montones de oportunidades en las que la interpretación ambigua se puede desambiguar hacia un lado excluyente y decir los ciudadanos pueden votar pero las mujeres no, porque no son ciudadanos. Ese tipo de fenómenos es mucho más amplio que el tema del pronombre”, destacó.

Siempre que querías referirte al conjunto utilizabas el masculino, entonces hablabas de los chicos para referirte a chicos y chicas, ciudadanos para referirse a los dos

La importancia de adaptarse a los cambios de la lengua

El uso de la lengua se transforma y se adapta a la realidad que habitamos. En este sentido, Menegotto expresó: “En la actualidad el movimiento del lenguaje inclusivo va logrando que se amplíe el binarismo incorporando una tercera opción y al mismo tiempo  impulsa que tratemos de evitar en el discurso el masculino genérico. Eso es lo más difícil porque lo tenemos incorporado tan desde el principio de nuestro aprendizaje que nos cuesta mucho modificarlo, es un trabajo que hay que hacer de manera consciente. Justamente en eso consiste aprender lengua: aprender a comunicarse, aprender a expresarse adecuando el habla a las personas con las que interactuamos. No hablas igual cuando te dirigís a una criatura de 4 años que cuando te referís a una persona que ejerce la docencia en la facultad”.

“Es importante destacar que somos seres adaptables. Como seres humanos nos adaptamos a cada una de las situaciones a las que nos enfrentamos, no solos sociales sino de cualquier tipo y la supervivencia depende de la adaptación. Adaptarnos a los cambios sociales implica que hoy no solo hay hombres y mujeres, sino que también hay personas que no se identifican ni con hombres ni con mujeres. Nos sonará más o menos raro según nuestra propia experiencia pero es el mundo en el que vivimos. Todavía hay lugares en el mundo donde se asesinan mujeres por no llevar el velo tapando el cabello, entonces la discriminación y la violencia contra los colectivos considerados distintos necesita ser visibilizada como un problema. Tenemos que tomar una posición para evitar que esas cosas sucedan”, concluyó.

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