Los jóvenes y la participación ciudadana: más allá de las urnas, pensando en 2023

Por Martina Leder Kremer *

La participación ciudadana es una condición inseparable de la democracia, tanto para mejorar la calidad de las instituciones como para promover la construcción cívica. Los derechos políticos, desde un punto de vista jurídico, garantizan la participación pública de la ciudadanía, en la vida política. Lo público es por definición político, y las formas de participación que fortalecen la democracia son variadas e incluyen la militancia barrial, sindical, juvenil en partidos políticos, organizaciones sociales y asociaciones civiles.

También son ejemplos las marchas, movilizaciones, y manifestaciones de todo tipo de ideas. Es imprescindible promover espacios de organización y participación de actores que habitualmente se encuentran excluidos o relegados de la arena política, como son los jóvenes.

La radicalización de la opiniones o el desinterés de los jóvenes hacia la política fueron algunos de los fenómenos que han vivido aquellos países que han celebrado actos eleccionarios luego de la pandemia. En las elecciones legislativas argentinas del 2021, se vio el crecimiento porcentual de los sectores de extrema derecha e izquierda, y una participación activa de los jóvenes y adolescentes en aquellos movimientos.

En 2023, se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en la República Argentina. Será la décima desde la vuelta de la democracia en 1983, cuando asumió la presidencia Raúl Alfonsín. Desde aquella elección, la participación ciudadana en las urnas no hizo más que aumentar. En el año 2019 los electores hábiles fueron 32 millones de los cuales votaron más de 27 millones. Esto significó una participación de más del 80% del padrón electoral.

Teniendo en cuenta aquel panorama, es interesante preguntarse cómo los jóvenes ejercen la democracia, y cuál es la perspectiva de las nuevas generaciones que votarán por primera vez el año entrante más allá de aquel del “desinterés” o “extremismo”.

Un repaso sobre el sistema electoral argentino

El sistema electoral argentino se caracteriza por cinco principios básicos: es universal, “todos los argentinos y argentinas, independientemente de su sexo, raza, religión, etc., son titulares del derecho al sufragio”. Es igual, lo que significa que el voto de todas las personas tiene el mismo valor, y es secreto, es decir que las condiciones bajo las cuales se emite el voto impiden conocer qué eligió cada elector y garantizan que no sean revelado. Además es libre, “ninguna persona puede ser forzada a votar a favor o en contra de alguna agrupación política o candidatura” y obligatorio, todo elector o electora que se encuentre habilitado a votar está obligado a hacerlo.

A lo largo de los años se han sancionado nuevas leyes que conciernen al acto eleccionario, siempre con un mismo propósito: facilitar la elección y fortalecer la democracia. Es por eso que en el año 2012 fue sancionada y promulgada, por el Senado y la Cámara de Diputados, la Ley de Ciudadanía Argentina (Ley 26.774). Más conocida como conocida como “Ley de Voto Joven”, establece el derecho de los y las jóvenes de 16 y 17 años a participar en elecciones y elegir a sus representantes. Desde su sanción se han llevado a cabo 5 elecciones de las cuales 2 fueron presidenciales. En cada una de ellas los electores de 16 y 17 años tuvieron un peso significativo, y su participación efectiva fue muy alta.

Remitiendo a los datos del informe de Voto Jóven realizado por la Secretaría de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, en las elecciones presidenciales del año 2019 el total de electores hábiles de la franja etaria 16-17 años era de 874.008, representando estos un peso del 2.75% del padrón nacional. La participación efectiva fue de un 63% que, aunque es alrededor de 20 puntos porcentuales menor que la participación promedio nacional, viene incrementando desde la sanción de esta Ley. En la primera elección post-sanción de la Ley, del año 2013, la participación fue de un 53%, lo que representa un incremento del 10% en tan solo 6 años.

En América Latina, Argentina es pionera en el reconocimiento de este derecho y la acompañan otros países como Cuba, Nicaragua, Ecuador y Brasil. Dentro del país, el Noreste Argentino (NEA) es la región de mayor participación efectiva de los menores con un 71%, seguida de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) con 70% y el Noroeste Argentino (NOA) con 67%.

Tres jóvenes, tres maneras de participar

Desde modelos educativos, asambleas, comisiones y actividades extracurriculares, los testimonios de las siguientes jóvenes demuestran que la participación puede ser democrática y política y no necesariamente partidaria. Y que además los adolescentes pueden comprometerse y ejercer plenamente sus derechos políticos.

Federika tiene 15 años y es estudiante del Colegio Nacional Dr Arturo Illia. Forma parte de la comisión de género del colegio y es integrante del taller de Modelo de Naciones Unidas (ONU). La manera en la considera que ejerce la ciudadanía y la práctica democrática es en estos espacios. En el taller de ONU “tendemos a trabajar sobre temas del día a día, del mundo. Es muy interesante porque aplicamos un punto de vista distinto al de un ciudadano corriente, básicamente interpretamos a delegados de distintos países hablando desde la organización y tenemos distintas regulaciones sobre cómo actuar y decir las cosas”. De esta manera se utilizan las formas diplomáticas y aprenden a ponerse en el lugar y tener que defender opiniones con las que pueden no coincidir. Practican la tolerancia y el respeto.

Además con su participación en la comisión de género también aprende. Es conducida por una referente electa anualmente por todos los estudiantes. La comisión es abierta a todos los que quieran participar y tienen reuniones semanalmente “en las que nos planteamos proyectos y decidimos en conjunto lo que se va hacer a lo largo del año y difundimos el trabajo hecho a través de delegados elegidos por los cursos”.

“Para mi la democracia es la elección conjunta y justa de diversos temas, diversas autoridades, básicamente de lo que queremos para distintos aspectos de nuestras vidas y creo que es importante participar de las elecciones porque es un derecho que se da y es una oportunidad que cada persona tiene de ejercer su la democracia y ser parte de algo más grande”

Es estudiante del Colegio Argentino Modelo e inició una “revolución” cuando impulsó un movimiento que terminaría en la creación de la asamblea estudiantil del Colegio. Lucía, de 16 años, es actualmente la vicepresidenta de dicha asamblea. “Yo personalmente creo que ejerzo la participación ciudadana a través de la asamblea estudiantil”

La asamblea la conforman la presidenta, la vicepresidenta, un tesorero, un secretario y los delegados elegidos por los cursos son los que tienen voto. Ellos realizan reuniones, donde convocan a todos los delegados y dan lugar a que se comenten propuestas y se debatan. “Si se llega a un acuerdo, luego la presidenta o yo le planteamos lo que se habló a la directora para conseguir los permisos. Luego todo eso se comunica a los cursos y se expone en las carteleras”

Lucía reflexiona sobre la intervención de sus compañeros y dice que la iniciativa es muy nueva y por eso los estudiantes no se involucran demasiado pero que por eso “realizamos competencias, concursos y actividades para promover la participación”. Además alude la situación a la relación con las autoridades de la institución: “siendo sincera es bastante precario el apoyo que nos da la escuela”. Las reuniones por estatuto son abiertas a todos los estudiantes regulares y no solo a los delegados, pero los directivos han intervenido varias veces y no han dejado que se realicen con tantas personas. Señala asimismo que es una pena porque “están impidiendo que los alumnos aprendan a participar y sean parte de la construcción democrática”.

“La verdad que pienso que es importante votar el año que viene, porque es una forma diferente de ejercer la participación ciudadana en un ámbito diferente, en el mundo. Participas en la toma de decisiones en la sociedad, lo que estás haciendo va a repercutir y causar impacto en todo el país. También acerca a los adolescentes a la vida adulta, los prepara y aprenden. Yo tengo ganas de votar. Es diferente a lo que estoy acostumbrada y para eso me tengo que informar y concientizar. No estoy emocionadisima por el contexto, pero siento que es una experiencia nueva y me gustaría ser parte y enfrentarla.”

Lourdes tiene 15 años y cursa sus estudios secundarios. Pero sobre todo, forma parte del grupo Guía Scout Santa Clara de Asís. Los grupos scout son organizaciones sin fines de lucro que, a través del trabajo de adultos voluntarios en todo el territorio nacional, brindan una propuesta de educación no formal destinada a niños, niñas y jóvenes. Los objetivos del grupo son fomentar el trabajo en equipo y la vida en la naturaleza pero al mismo tiempo tiene un interés recreativo. “Termina siendo una forma de vida, de servicio comunitario. Las actividades o proyectos que realizamos son servicios a la comunidad, cómo por ejemplo ir a comedores a ayudar, limpiar plazas, jornadas de reciclaje, y cosas similares” explica Lourdes.

Hay rangos y cargos, que usualmente se otorgan por el tiempo que se lleva en la organización, la edad y el desempeño en distintas situaciones. “Trabajamos por votación o debates para elegir los proyectos. El voto no siempre es privado o secreto, sino que se charla lo que la mayoría quiere en ciertas circunstancias y situaciones. Votamos todos y todos los votos valen lo mismo.”

“La democracia para mí es el poder elegir o decir lo que pensas sin tener miedo a que te agredan por eso y no sentir la represión de otros individuos sobre tu opinión.”

“Me parece que sí es importante participar de las elecciones, porque ya es una edad en la que vas entrando en el mundo adulto y tenes que estar más al tanto de lo que sucede en el país de manera política. Porque es importante saber el contexto donde estás parado y poder elegir desde dónde estás, cómo esperás que el país sea manejado. Por eso tengo ganas de votar.”

Los adultos sobre los jóvenes

Los debates sobre el voto joven se han dado a través del mundo. En España, una ley fue envíada al congreso en el año 2016 para rebajar la edad a partir de la cual se puede votar. Fue denegada y en el debate se escucharon muchos argumentos, similares a los que propusieron los miembros del congreso argentino que votaron en contra de la ley en el año 2012. Algunos de estos fueron que “se es demasiado joven para ser emocionalmente objetivo, y por lo tanto se es psicológicamente vulnerable” o que los jóvenes son incapaces de tomar decisiones políticas responsables, porque carecen del conocimiento político necesario. Además se habló del “adoctrinamiento o manipulación” que pueden sufrir, haciendo referencia a que “son muy vulnerables a las influencias y su voto puede comprarse fácilmente”. También se dijo que los jóvenes no están interesados en tomar decisiones políticas. Hay que resaltar, que estas opiniones son de adultos y los adolescentes no fueron consultados.

Cristian Galeano, Secretario de Juventud del Partido Justicialista de Mar del Plata y profesor de Ciencia Política declara que si hay un desinterés de los jóvenes en la política, no es solo por ellos: “Los que hacemos política hemos dejado de lado la formación, la intelectualidad, la discusión seria de los temas de la realidad y cuando los jóvenes ven que discutimos una cuestión general, pero no les alcanza para pagar el colectivo dicen “´estos no son serios`”. Esta es una de las razones que él adjudica tanto al hartazgo y a la indiferencia de un sector de la juventud.

Además entiende que así como por una parte existe este hastío, por otro se ve la polarización política. “El mundo se va polarizando otra vez. Se había perdido un poco eso en los 90 y los 2000, pero lamentablemente está sucediendo de nuevo y en todo el mundo. Los medios de comunicación juegan a desprestigiar el concepto de política y la participación política, y creo que como mucha gente, hay parte de la juventud que ha incurrido en eso y se ve reflejado en aquellos que integran los movimientos extremistas que al fin y al cabo son expresiones de la antipolítica”.

Este 2023 la participación de los jóvenes va a ser muy importante, hay un porcentaje mucho mayor de votantes y van a participar. Para Galeano, lo van a hacer porque hay sectores que los están atrayendo y los convocan: “Hay que hacerles entender a los jóvenes que la política por más que les guste o no atraviesa su vida en todo lo que desarrollan, en lo cultural, lo político, lo educacional.”

*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

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