Cafés de la zona del Complejo demuestran angustia ante la crisis de la pandemia

 

La no presencialidad de docentes y alumnos en la Universidad Nacional de Mar del Plata, trajo diversos aspectos negativos. No solamente para la parte académica de la comunidad universitaria, sino también para los kioscos y cafés que se encuentran instalados en cercanías del Complejo desde hace años.

Como a otros sectores de distintos rubros, el coronavirus y sus restricciones provocaron que muchos comerciantes debieran cerrar sus puertas y lo que hoy nos muestra la zona del predio ubicado en Funes y Roca son calles desoladas. Portal Universidad dialogó con Gustavo Di Nezza, dueño de “Café Darwin”, y Leonardo Sanchez, dueño de “La Bicicleta, café al paso”, quienes explicaron la gravedad de la situación desde diferentes perspectivas, un comercio que sigue abierto y otro que debió cerrar.

Café Darwin es uno de los comercios más concurridos que tiene la universidad, el boca en boca era su mejor propaganda. Desde hace 40 años que se encuentra frente a la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales y desde hace 10 años que Di Nezza está a cargo de él. “Esta zona se caracteriza por trabajar exclusivamente con la universidad”, destacó.

Del mismo modo, comentó que su “fuerte siempre fue la gente dentro de la universidad, los empleados y administrativos. La gente es fiel al nombre del negocio, de tantos años que trabajamos juntos“.

Gustavo recordó que en un principio pensaron que la situación duraría 60 o 90 días, “con el correr del tiempo nos dimos cuenta que era mucho más difícil. Se fue extendiendo y cada vez se hizo más complicado mantener y sostenerse”.

En búsqueda de nuevas formas de reinventarse y seguir adelante “tratamos de extendernos con el barrio, venderle a locales algunos menúes o cafés, hacer delivery como para solventar algún gasto, pero no es suficiente. Realmente no se puede comparar con la dinámica de la universidad, es muy difícil”.

“Estamos complicados, pero tratando de mantenernos, poder cubrir los gastos y llegar a la apertura que se habla. Con las expectativas de poder seguir trabajando para la gente de la universidad que es lo que siempre nos dio de comer”, expresó.

En paralelo con la situación que vive el reconocido café, se encuentra un nuevo proyecto que avanzaba en la calle Funes y Roca, “La Bicicleta, café al paso”. En 2019, comenzaron a reformar la casa que más tarde se convertiría en negocio, “ese año de ilusiones arrancó en febrero del 2020, con el inicio de las inscripciones en la facultad y con los exámenes”, planteó Sanchez.

El negocio duró un mes abierto, “nos fue muy bien ese mes, estábamos con mucho entusiasmo. Hasta que arrancó la pandemia y ahí tuvimos que cerrar”.

Leonardo comenta que en la actualidad, “estamos como la mayoría de los colegas de la zona, muy angustiados”. Del mismo modo agregó que llegaron a un acuerdo con el propietario para seguir con el local, “es inviable pagar un alquiler y no tener ingresos”.

Por otro lado, afirmó que gracias a tener otros negocios pueden sostener este, “los costos son bajos porque no hay actividad y eso nos permite mantenerlo. Pero es imperioso que vuelvan las clases presenciales”.

Del mismo modo, declara que hay dos situaciones fundamentales que impactan en la no presencialidad “en principio la situación económica, Mar del Plata hoy tiene el 40% de desocupación y esto lo incrementa” y por otro lado, “la presencialidad es fundamental para muchas carreras. Son dos temas importantes que angustian“.

Para finalizar, el propietario destacó que pese a la difícil situación,“no vamos a bajar los brazos”.

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