Preocupación por las Leliqs: “Mientras siga aumentando la inflación esta bomba no se desactiva”

Foto: Sede del Banco Central de la República Argentina. Fuente: Télam.

 

Tras conocerse el dato que da cuenta de un repunte del 6% en la inflación de enero, el Banco Central de la República Argentina tomó la determinación de no hacer cambios en la tasa de interés del 75%. Según anunciaron desde el propio BCRA “Una nueva suba implicaría mayor déficit fiscal y emisión endógena para pagar los intereses de las (letras) ‘Leliqs’, perjudicando esto el balance del propio BCRA.”.

Con el propósito de facilitar la comprensión del vínculo entre la inflación, las Leliqs y el impacto que tienen estos instrumentos en la economía argentina, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Ricardo Panza, docente y economista. 

Foto: Se conoció la tasa de inflación de Enero 2023. Fuente: INDEC.

En primer lugar, Panza explicó en qué consisten las Leliqs y cuál es su función. Sobre este aspecto dijo: “Para comprenderlo hace falta recordar un poco de historia reciente. La palabra Leliqs designa Letras de Liquidez. Podrían ser catalogadas como sobrinas, por así decirlo, de un instrumento que se llamaba Lebacs, Letras del Banco Central, que fueron lanzadas por el gobierno de Mauricio Macri, en realidad por el presidente del Banco Central durante parte de su gestión,  Federico Sturzenegger. Fue en esa época que se lanzó este experimento que pretendía ajustar la inflación por un método que es exitoso en otros países del mundo y acá no resultó. En definitiva el método era que Argentina pretendía ajustar la inflación por objetivos anuales y cuando sobrara liquidez, lo que se hacía era emitir Lebacs. Estas letras se licitaron, las podía comprar cualquier particular o empresa y duraban semanas, las tenías a 35 días, 42 días y pagaban un buen interés. Es un método de esterilización para sacar dinero de circulación en el mercado. Estas Lebacs llegaron a un valor muy importante: la misma cantidad de dinero que había circulando en la calle era la que estaba circulando en Lebacs. Esto significa que si soltabas todo ese dinero en la calle, aumentaba repentinamente la inflación”. 

La cantidad de dinero que circula en el país es de alrededor de 5 billones de pesos. La cantidad de Leliqs que existe es de 12 billones de pesos, es decir que, por cada peso que se tiene en el bolsillo, hay 2 en Leliqs circulando.

En un intento por escapar a esta problemática, el BCRA decidió cambiar esas Lebacs por Leliqs. La diferencia es que las Leliqs no las puede comprar un particular y de esa manera, el Banco Central tiene mayor control. Este cambio permitió negociar con los gerentes de los bancos, en lugar de tener que hacerlo con millones de ciudadanos particulares. Si bien es cierto que esta decisión facilitó las negociaciones, este cambio no resolvió el problema de la enorme deuda que generó el uso de las Lebacs como instrumento. Hoy en números, la cantidad de dinero que circula en el país es de alrededor de 5 billones de pesos (5 millones de millones de pesos). La cantidad de Leliqs que existe es de 12 billones de pesos, es decir que, por cada peso que se tiene en el bolsillo, hay 2 en Leliqs circulando. Algún día, estas Leliqs, que son títulos que se renuevan mes a  mes, tendrán que llegar a su fin tomando los títulos y dando efectivo al tenedor. El problema es que cuando se haga eso, cuando se le dé el dinero al tenedor, se va a disparar la inflación un 100% por encima de lo que ya tenemos, son algo así como una pequeña bomba de tiempo”, explicó.

En cuanto al objetivo inicial con el que se desarrolló el instrumento, Panza expresó: “El objetivo fue esterilizar, frenar o impedir la capacidad reproductiva de algo. Si tengo 100 pesos de base monetaria y los deposito, estos 100 pesos van a parar al sistema bancario. El banco con eso presta y ese dinero se va de alguna manera multiplicando. Por cada peso de base monetaria, posiblemente se genera un peso con cuarenta de dinero circulante. Para evitar que esto crezca demasiado, se seduce a los bancos con una tasa de interés importante para que la plata, en vez de prestarla a la gente, se la presten al Estado. De esta manera, los bancos tienen porcentajes crecientes y el Estado es un excelente deudor porque va a pagar siempre. El Estado, cuando entra en insolvencia emite más dinero y te paga igual. Después lo pagamos todos indirectamente.  Para los bancos es un negocio tener Leliqs en su poder, lo que pasa es que crecen las dudas de que el Estado vaya a hacer cambios a medida que se avecina la posibilidad de un cambio de gobierno. Estos cambios generan inquietud y producen estas turbulencias”, reveló.

Consultado frente a la tasa de interés actual de los Leliqs, Panza dijo: “La tasa de interés actual es la misma de los plazos fijos y se mantendrá alrededor del 75% de tasa nominal anual. Hago esta aclaración importante, porque a medida que las tasas empiezan a ser altas, empieza a ser muy diferente el concepto de tasa nominal y tasa efectiva. Una tasa del 75% nominal es similar al 100% de tasa efectiva, por el plazo de capitalización. El efecto acumulativo o potenciación de los intereses hace que la tasa de interés de los Leliqs sea muy alta, de más del 100% y supera a la tasa de inflación. El Banco Central necesita que esto sea así, porque de esa manera sigue secando la plaza y parece que controla la situación”.

Hasta que no baje la inflación, este problema va a subsistir.

“Sin embargo, no se trata de subir más la tasa sino que se trataría de bajar la inflación. Si necesito que la tasa sea positiva, tengo dos caminos: o subo cada vez más las tasas y es un espiral que va para arriba con la inflación, o me pongo en serio a trabajar en bajar la tasa de inflación, que es lo que no está sucediendo. Hasta que no baje la inflación, este problema va a subsistir. Hay que abandonar estas herramientas que no funcionan para que haya un alivio, hoy la tasa de interés es tan alta que es un problema para que cualquier particular pida un préstamo o pague la tarjeta de crédito, por ejemplo”, aseguró.

¿Qué pasa si explota la bomba?

Consultado sobre las consecuencias que puede tener la explosión de esta bomba de tiempo, Panza dijo: “Hay escenarios mejores y peores. El peor caso es que los bancos decidan de golpe empezar a liquidar sus stocks porque la tasa no les retribuye o sirve. Si comienzan a exigir pesos y el BCRA no logra colocar más Leliqs u otro nuevo título, como los Nobacs o títulos distintos más sofisticados, esos pesos se volcarán al mercado y elevarán la cotización del dólar y los precios.  Este sería un escenario corrosivo y explosivo para la economía Argentina, el peor escenario. El mejor escenario es que lentamente el gobierno pueda desactivar la bomba: mes a mes ir disminuyendo los Leliqs y logrando que la inflación no vaya creciendo tanto. Esto yo no lo veo tan posible, porque el interés que pagan las Leliqs ya de por sí es un despropósito. Si yo quiero tentar a un banco para que tenga Leliqs y no tenga dólares, necesito una tasa que crezca más de lo que crece el dólar o la inflación”.

“Ya el stocks de Leliqs por sí solo, una vez que pasó el año se duplicó y así sucesivamente a lo largo del tiempo, fue creciendo de forma exponencial. Estos intereses tienen que ser pagados o con más dinero o con más Leliqs, con lo cual el monstruo ya crece solo y no hay forma de pararlo. Es necesario detener fuertemente el origen de este proceso: si la inflación baja, las tasas de interés bajan y la capacidad productiva del monstruo va bajando, se va estabilizando, pero mientras la inflación siga aumentando esta bomba no se desactiva”, aseguró.

Foto: “Si se suelta el monstruo y sale a la calle, podemos imaginarnos una inflación de alrededor de un 225%”.

Finalmente, Panza expresó su preocupación en torno a los 12 billones de pesos de deuda que suponen las Leliqs y dijo: “Si aplicamos una regla muy sencilla, la teoría cuantitativa del dinero dice que si duplico la cantidad de dinero en ausencia de otras cuestiones, se terminan duplicando los precios. Si tengo 12 billones contra 5 circulando, los precios tendrían que triplicarse en un lapso no mayor a 18 meses. Si se suelta el monstruo y sale a la calle, podemos imaginarnos una inflación de alrededor de un 225%. Por supuesto que el BCRA no tiene la más mínima intención de que esto suceda”.

“Por ahora estamos tranquilos, pero abril, mayo y junio van a  ser meses de vencimientos en pesos muy grandes. El Estado tiene que salir sí o sí a remitir más Leliqs y pagar la tasa necesaria para que esto no explote. El gobierno actual no quiere que esto le explote a él, es probable que no le interese si le explota al próximo. Lo que van a hacer es seguir aumentando la tasa y seguir alimentando este problema”, concluyó.

 

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