Aseguran que el 46% de los chicos de tercer grado no entienden lo que leen

Este jueves Argentinos por la Educación, un movimiento independiente que tiene como objetivo transformar la educación, lanzó una campaña en la que dieron a conocer que en el país el 46% de los chicos de 3er grado no entienden lo que leen.

Desde Portal Universidad nos comunicamos con María José Navajas, miembro del movimiento, para entender en detalle este dato que genero revuelo en las redes sociales y cómo es el panorama general. “Ayer se lanzó oficialmente la campaña en redes con la idea de sumar la mayor cantidad de adhesiones para reclamar a las autoridades, a los responsables de diseñar políticas públicas para que la alfabetización sea una prioridad absoluta y poder lograr revertir esta situación de déficit en la comprensión lectora”, comentó Navajas.

Este dato se desprende de un estudio de 2019, y era ya conocido para aquellos que trabajan en las aulas. Aunque no existe un dato actualizado pospandemia, Navaja sostiene “después de que los chicos estuvieran un año y medio estudiando en la virtualidad intuimos qué el panorama debe ser aun peor”. Según Argentinos por la Educación estos datos son muy preocupantes, “hablan de que la escuela no cumple con su rol principal que es la alfabetización en el primer ciclo de la primaria”.

Pero para entender esta consecuencia hay que establecer y entender las causas. El movimiento entiende que históricamente la escuela fue muy exitosa alfabetizando a los niños, pero ha ido perdiendo la capacidad de enseñarle a los chicos a no solo leer sino entender lo que dice eso que leen. “Hay diagnósticos que apuntan a que se debe enseñar de otra manera, que el docente debe recuperar el lugar de autoridad en el buen sentido en el aula, en el sentido de la enseñanza”, explicó Navajas.

“Los chicos llegan de sus casas con situaciones complejas que la escuela tiene que contener y tratar de dar respuestas para poder enseñar satisfactoriamente”, dijo Navajas y en ese sentido agregó: “Las autoridades educativas tanto a nivel provincial como a nivel nacional tienen que ofrecer las herramientas para respaldar al docente en sus tareas y apuntalar aquellas situaciones más problemáticas”.

Desde la organización, además hicieron una campaña de difusión de trabajos de especialistas con los contenidos mínimos que deben adquirir los chicos al finalizar cada grado de la primaria, “está claro que no se están alcanzando estos mínimos y la escuela ha ido perdiendo esas marcas de lo que deben alcanzar los chicos al finalizar cada grado”, explicó Navajas.

Cuando se van perdiendo estos tiempos, se hace cada vez más difícil y cuesta arriba para los chicos entender lo que les están enseñando y ese problema en tercer grado empeora para sexto y al llegar a la secundaria es aún más grave. “Lo que se plantea es para que se dejen de arrastrar estos problemas a lo largo de la primaria y la secundaria”.

¿Cuáles son las causas?

Ante esta situación desde muchos sectores apuntan a los padres como causa, se dice que deben acompañar  más a los niños en el trayecto, sin embargo, desde el movimiento entienden que “los padres pierden esa brújula como para desde la casa poder acompañar y detectar a tiempo si los chicos se van atrasando”. Pero, además también hay muchas familias que no están en condiciones de acompañar desde el rol de la enseñanza. “El rol de la familia es cumplir la rutina escolar, pero los saberes y la enseñanza es responsabilidad de la escuela”. Por eso el reclamo está dirigido hacia el fortalecimiento de aulas, escuelas y docentes a los que se les brinden herramientas para resolver estas situaciones.

Esta no es la primera prueba de que la Argentina fue retrocediendo en educación. La Unesco hace regularmente pruebas comparando países latinoamericanos y desde 2013 el nivel viene cayendo para quedando igualado al día de hoy a países con problemas económicos y políticos mucho más graves que los del país, tal como El Salvador.

Hay otra hipótesis muy difundida que explica que los problemas de aprendizaje tienen que ver con las condiciones socioeconómicas y aunque es verdad que es un factor influyente no necesariamente es un condicionante total. “La realidad es que hay países como Brasil que en zonas muy postergadas han logrado programas alfabetizadores superadores”.

En Argentina, 6 de cada 10 alumnos de menor nivel socioeconómico se ubica en el nivel I (el más bajo) en la prueba internacional ERCE de lectura de 3er grado

“Entonces la explicación de qué los chicos pobres no pueden aprender o aprenden menos por el contexto no es satisfactoria. Además, se está desconociendo lo que fue capaz de lograr históricamente la escuela argentina”, dijo Navajas.

Apuntar a los docentes por esta situación también es erróneo, “hay que entender que los docentes, que son el actor fundamental de la escuela, se forman todos en los mismos ámbitos. La formación está bajo la órbita del ministerio de educación y los contenidos de los planes de formación son todos los mismos, ahí no hay diferencia”.

La realidad es que las causas son múltiples: “Hay que abordar el problema de forma integral. El ministerio de educación tiene un deber fundamental e indelegable de apuntalar las situaciones más conflictivas, porque esa información desagregada a nivel escuela la tiene el Estado nacional, y con ella puede evaluar cuales son las escuelas con más dificultades, apuntalar y elevar los recursos necesarios”, explicó Navajas.

La campaña acaba de empezar en redes y el primer día hubo un saldo positivo, “ha sido respaldada por figuras importantes del ámbito de la cultura y el deporte, pero la idea es continuar durante todo el año y realizar una gira por las distintas provincias para trabajar territorialmente e interactuar con la sociedad y comprometer a las autoridades de verdad con este tema”.

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