“Mar del Plata tiene un potencial muy interesante para generar energías eléctricas renovables”

Foto: TELAM

 

En concordancia con los nuevos modos de generación de recursos que incentivan el desarrollo sustentable del medio ambiente, la producción de energía eléctrica renovable se posiciona como una de las mejores formas de apaciguar la crítica situación energética a nivel mundial. A raíz de su novedad, la demanda de profesionales que se desempeñen en estas áreas requiere de instituciones que se adapten a las transformaciones de la sociedad.

En diálogo con Portal Universidad, Justo Roberts, Docente del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Coordinador de la Maestría en Energía Eléctrica Renovable de la Facultad de Ingeniería en la Universidad Nacional de Mar del Plata, detalló los horizontes posibles para llevar adelante una transición energética a nivel local y nacional.

El especialista comenzó explicando que el término más adecuado para referirse a este concepto es “generación de energía no convencional” ya que se trata de la producción de energía eléctrica a través de fuentes diferentes a la quema de combustibles fósiles. Es decir, “se busca que esas fuentes sean sustentables a largo plazo, tanto por una cuestión de deficiencia en la generación de energía como en el ámbito ambiental”.

En contraposición a las energías clásicas o más desarrolladas hoy en día, como la eólica, solar, marinas, geotérmicas o biomasa, “en Argentina y en la mayoría de los países de la región siempre está por comenzar la ola de las energías renovables. Si bien el inicio es un poco complicado porque se requieren grandes inversiones, en algún momento tiene que comenzar esa ola de transición de la matriz energética hacia una un poco más limpia” aseguró.

Cuando esta transformación ocurra, se va a requerir de profesionales con esos conocimientos específicos.

En este contexto, la Facultad de Ingeniería crea el Máster en Energía Eléctrica Renovable para formar personas que puedan cumplir el rol de llevar adelante esa transición energética. El posgrado fue aprobado por la CONEAU este año y comenzará con su primera cohorte en el 2022.

El coordinador del proyecto confirmó que “Mar del Plata, y las zonas costeras en general, tienen un potencial muy interesante. Particularmente en nuestra ciudad, la energía eólica tiene niveles de viento comparables a los mejores valores de Europa, que son países donde esta tecnología está desarrollada y funciona perfectamente”.

En cuanto a la energía solar, “si bien no son los mejores niveles de radiación solar del país, también tiene buenos parámetros y se puede complementar muy bien con la energía eólica. También se puede aprovechar la energía de la biomasa, a veces se piensa solamente en la plantación de árboles o cultivos energéticos pero también tenemos los desechos de la biomasa, que también están disponibles en la región” declaró Roberts.

También tenemos una gran posibilidad que es la energía marina, eso todavía se está explorando. Nuestra zona es muy importante en cuanto a la disponibilidad de recursos. 

En este sentido, la generación de un cambio real puede comenzar desde los propios hogares: “Ya existe una ley que permite la autogeneración de energía hasta cierto nivel de potencial. Así, la gente particular puede instalar paneles eléctricos o producir energía eólica en sus casas” reveló.

Este punto de vista del consumo consciente y racional de la energía eléctrica es también una forma de cuidar el medio ambiente, así como también lo es la distribución de residuos. Son todos caminos hacia la transición energética.

La pregunta ahora es: ¿Cuándo podemos llegar a conseguir un cambio real? Roberts explicó que “es bastante incierto y complicado de prever porque depende de políticas a nivel gubernamental que impulsen y den un marco a todo esto. Si no hay una decisión política firme es muy difícil pensar en un cambio, a pesar de que pueda haber emprendimientos particulares o privados”.

Con respecto a experiencias anteriores, “hace unos años hubo planes en los que salieron grandes licitaciones a parques energéticos, eso anduvo por los frutos que ha dado el Parque Eólico de Miramar. Sin embargo, eso se frenó y no han salido obras nuevas, pero no se trata solamente de instalar fuentes de energía renovable sino que el sistema energético tiene que ser capaz de recibir toda esa energía. Esa adaptación es la más desafiante y es la que más tiempo puede llevar.” manifestó.

Si hubiera una proyección del plan energético a nivel país, esa transición energética puede darse en un plazo de 10 años. Las tecnologías ya están, simplemente hay que adaptarlas a nuestra realidad. 

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