Vuelta a la presencialidad en los más chicos: “Se está teniendo que redefinir lo que es normal”

Foto ilustrativa: TELAM

 

Luego de un 2020 marcado por las clases virtuales, seguido por un año con clases atípicas condicionadas por la combinación de virtualidad y presencialidad, este 2022 se presentó como el primer ciclo lectivo que se lleva adelante de forma presencial luego de dos años. Si bien se trata de volver a lo que una vez fue, para muchos niños este cambio todavía sigue en proceso.

Portal Universidad dialogó con Lorena Canet Juric, Investigadora Adjunta del CONICET especializada en Psicología Cognitiva y Educación y Docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata, sobre cómo está siendo el regreso a la presencialidad para los más chicos.

La investigadora mencionó que “el impacto tiene distintas ramas, en lo educativo, en el ámbito familiar y en lo personal, las emociones”.

De esta forma explicó que “hay determinadas cosas que ya se veían en la pandemia, en relación al manejo de la emocionalidad y el trabajo grupal, que se están sosteniendo”. Además declaró que “los docentes vienen trabajando en una situación post pandémica bastante de crisis, con muchas situaciones. Algunos tienen recursos y otros se preparan sobre la marcha”.

Una de las cuestiones más importante para estos casos son los gabinetes psicopedagógicos que sirven para acompañar a los niños en el proceso, sin embargo no todas las instituciones cuentan con uno. “Las escuelas públicas en su mayoría lo tienen, pero no todas las privadas”, afirmó.

“Depende de decisiones institucionales y económicas de cada escuela. Pero puedo asegurar que no hay equipos directivos que no lo soliciten, no hay ningún equipo que se oponga al gabinete“, destacó.

¿Cómo fue el regreso a la presencialidad?

Si bien el 2021 se vivió un leve acercamiento de regreso a las instituciones, este año las clases son puramente presenciales, modificando la forma de relacionarse que varios niños adquirieron en el último tiempo, cómo así también la manera en la que dictan pruebas y trabajos prácticos.

“No se normalizo rápido”, aclaró Juric y mencionó que “se está teniendo que redefinir lo que es normal. Cambia muchísimo en función del grado escolar y la cantidad de trayectoria educativa”.

La investigadora señaló estos dos grupos de estudiantes e indicó, “si habías atravesado varios años en la escuela, tenías ciertos hábitos y cosas que quedan instauradas. Pero un nene que atravesó la pandemia en el primer ciclo, hay algo que no está instaurado en relación a las dinámicas institucionales, por lo cual para ese nene hay que repensar todo”.

“Hay niños que ya venían con hábitos desde la escuela, el ingreso, las transiciones escolares, el sentarse en la silla, escuchar al docente, trabajar en grupo, y así y todo les está costando. Hay una cierta rebeldía y unas ganas de no volver a lo instituido anteriormente”, agregó.

Hay una cierta rebeldía y unas ganas de no volver a lo instituido anteriormente

Haciendo hincapié en el modelo educativo expresó que “antes de la pandemia venía haciendo ruido en un montón de cosas, docentes y autoridades ya se cuestionaban algunas cosas. Esa estructura, esos acuerdos con los que transitaba lo escolar, está muy resentido en este momento, la misma institución parece no querer volver a lo que tenía antes”.

La pandemia de alguna forma precipitó un cambio que en algún momento iba a suceder, “está en una situación de crisis y desafió constante”, comentó.

En el caso de las medidas que se pueden tomar para acompañar a los más chicos, planteó que “cada escuela toma los recaudos y decisiones en función a los recursos que tiene. Están atravesados por esto”.

La investigadora nombró algunas situaciones en las que son necesarias plantear soluciones, “lo emocional, la emergencia del bullying, la identidad de género, el transitar la sexualidad de los niños, se precipitaron un montón de cosas que hacen que sí o sí se tenga que salir a buscar soluciones”.

A su vez, destacó que “hay un esfuerzo muy grande de todas las personas que viven en el sistema educativo para poder responder a esta situación emergente. Cada escuela es diferente y atravesó la pandemia de manera distinta”.

“Tenemos que estar a la altura de lo que necesitan nuestros niños, adultos capaces de hacer acuerdos entre ellos”, finalizó.

También puede gustarle...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *