Turismo Social, una política pública ligada a Mar del Plata pero “en deuda con los marplatenses”

Las posibilidades de consumir y producir turismo son diversas. Esto no es nada nuevo y condice con ciertas formas de disfrute. Sin embargo, si se lo piensa únicamente desde la mediatización y mercantilización de la experiencia, su percepción queda acotada. Ahí aparece el turismo social, como parte de los principios humanistas, para considerar a la actividad de interés público al servicio de los ciudadanos y con una mirada en pos de finalidades sociales esenciales.

Pero este concepto ha ido mutando con el tiempo. “Para tratar de diseñar una definición podemos decir que el turismo social es el que busca que el acceso tiempo libre y disfrute del turismo sea un derecho para todas las personas. Para nuestro país, el turismo y el tiempo libre deberían ser un derecho para todas las personas”, señaló Violeta Mertens, profesora de Gestión Pública en Turismo en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UNMDP.

Uno de los principales conflictos que aparece en esto es cuando se habla desde epicentros turísticos. “Se considera a los marplatenses como ‘receptores del turismo’ pero no ‘turistas en la ciudad’. Eso es algo muy discutido en el ámbito académico global. Por eso nos debemos la discusión sobre cómo incluir a más marplatenses en el disfrute del tiempo libre y que más marplatenses puedan acceder a practicas de recreación de calidad y al disfrute de los recursos de la ciudad”, remarcó Mertens.

Incluir a la recreación en el debate

La pregunta que se desprende del análisis es: ¿qué hace el marplatense con su tiempo libre? “A nosotros como institución académica nos gusta hablar de turismo y recreación. Turismo pensando en la persona que se desplaza y recreación de una forma más amplia, lo que incluiría el mismo lugar de residencia, con la cotidianeidad, pero también pensado desde sus derechos”, apuntó la docente universitaria.

Hay muchas personas en Mar del Plata que no conocen la costa y esa es una problemática. Por eso nuestro objetivo como técnicos y licenciados en turismo es que más personas puedan acceder a disfrutar su tiempo libre. Siempre nos gusta pensar el turismo no solo desde el consumo sino desde la integralidad de las personas que acceden a hacer turismo o hacer recreación”.

El origen del turismo social en Argentina

La mayoría de las experiencias que se vinculan a esta política pública que se han impulsado en Latinoamérica surgieron desde las administraciones gubernamentales a partir de 1970. La Argentina constituyó la principal referencia de estas iniciativas durante la década de 1940 bajo el primer gobierno de Juan Domingo Perón, no solo por la originalidad que conllevó su desarrollo sino por la magnitud que alcanzó una vez implementada.

“En el sur de la ciudad tenemos las unidades de Chapadmalal que son el emblema del turismo social en la Argentina junto con las de Embalse Río Tercero, una política de estado que comienza con el peronismo que crea estos espacios arquitectónicamente muy bellos junto con el lugar donde están ubicados. Esto tuvo como objetivo que las clases populares, con menores ingresos tuvieran un espacio a orillas del mar donde la gente puede vacacionar y disfrutar de los recursos naturales y culturales”, agregó la magister.

Es decir que, en Sudamérica, el turismo social puede convertirse tanto en un instrumento democratizador del acceso, como en una alternativa para diversificar las economías locales y regionales. Por eso toman aún mayor valor los esfuerzos para consolidarlo como temática estratégica en la agenda regional, tanto desde su investigación como la puesta en acción.

¿Se puede considerar al Previaje dentro del turismo social?

Pese a que es considerada una política pública ligada directamente al turismo, sus principales virtudes (redistribución de recursos con perspectiva federal, bajo costo fiscal y formalidad en el sector) apuntan a otro aspecto de la actividad. “Entiendo que el Previaje tiene otro abordaje y que apunta más a la promoción de algunos destinos y la reactivación turística en la ciudad.  No está pensado solamente para las personas sino también para los prestadores de servicio”, explicó Mertens

Por último, explicó que “no podemos negar que el turismo tiene un impacto muy importante en lo que es empleo y la movilización de recursos. Simplificando la cuestión, los públicos que atienden son diferentes. A nosotros nos gusta pensar el turismo priorizando la persona. Pero cada persona tiene un contexto diferente y cada política se diseña para esa diversidad de público”.

El aporte desde la Universidad

La Facultad de Ciencias Económicas y Sociales aborda temáticas vinculadas al turismo social en distintas etapas de las carreras así como también, desde distintos proyectos activos de Extensión y desde los grupos de Investigación.

Desde el plano educativo, si bien las temáticas vinculadas al labor del Estado en la gestión de la actividad turística son transversales a gran parte de las asignaturas del plan de estudios, las cátedras de Gestión Pública del Turismo –perteneciente a la carrera Licenciatura en Turismo- y Sector Público del Turismo – Tecnicatura en Turismo- que buscan aportar a la comprensión integral sobre el rol del Estado y la gestión de sus actividades en materia turística.

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