Mapa de la discriminación: ¿Qué revelaron los resultados sobre la problemática en Argentina?

El 72% de las personas experimentaron discriminación en 2019. Estos datos actualizan el Mapa Nacional de la Discriminación, un relevamiento que realiza periódicamente el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), cuyo objetivo es producir conocimiento sobre las formas en que se expresa la discriminación en Argentina.

“El mapa aborda el tema desde dos ejes distintos, tomó dos grandes bloques de preguntas. En principio se buscó analizar la percepción, es decir cómo perciben las personas la discriminación y la otra es efectivamente las experiencias, es decir, las personas que han sido discriminadas, como vivieron ese episodio”, comentó Claudia Vega, titular de la delegación Mar del Plata de INADI.

El carácter federal de este Mapa posibilita realizar diagnósticos más precisos que favorezcan la creación y aplicación de políticas públicas específicas y eficaces. Las distintas ediciones permiten comparar, a su vez, cómo se modificaron las distintas prácticas discriminatorias a través de los años y cuáles son los estereotipos que se mantuvieron socialmente instalados.

En esta ocasión se llevaron a cabo 11.700 relevamientos a personas es sus hogares durante 2019, en todo el territorio nacional.

Percepción de la discriminación

El anterior relevamiento se realizó en 2013 y el 12% de los entrevistados identificaba a la discriminación como una vulneración de derechos, mientras que en el 2019 este porcentaje subió al 36%. Sobre esto el informe expresa: “Esto significa que muchas personas identificaban, en el anterior relevamiento, a la discriminación como falta de educación, falta de respeto, burlas o maltrato; prácticas que, si bien forman parte de distintas dimensiones del mismo fenómeno, no incorporan la mirada de la discriminación como una negación de un derecho. Ahora sí”.

 

La interpretación de la discriminación como vulneración de derechos implica que la sociedad ha desnaturalizado ciertas prácticas y que esta “limita, dificulta, impide el ejercicio pleno de derechos y garantías reconocidos por ley”, expresa el informe. La percepción de la idea de discriminación es, para un 41% segregación o maltrato, para un 36% negación de derechos y un 23% estigmatización.

Personas que experimentaron discriminación

En 2013 un 65% de los encuestados manifestaron haber experimentado discriminación, mientras que en 2019 el porcentaje subió a un 72%. Esto puede significar o que más personas sufrieron discriminación o que ya la sufrían y por la desnaturalización de ciertas prácticas fueron capaces de identificarla.

De este total, el dato significativo se da entre jóvenes: de aquellos de 18 a 29 años un 82% experimentó discriminación, mientras que entre quienes tienen de 60 a 74 años, un 53% dice haber vivido algún tipo de discriminación.

Los ámbitos donde los relevados sufrieron discriminación fueron: educativo en un 41%, laboral en un 26%, vía pública en un 18%, barrio o vivienda en un 8%, boliches, bares, restaurantes en un 7%. En menor medida en el ámbito familiar con un 6% y en locales de ropa con un 4%.

Los tipos de discriminación son distintos, pero se destacan por sobre todo el racismo estructural, con un 40%, las corporalidades diversas con 38% y la ideología y el género con 12% cada uno. Otros motivos son la discapacidad, las identidades LGBTIQ+, los adultos mayores, la religión, el estado de salud entre otros.

El informe expone: “Cada ámbito posee actores y relaciones sociales diferentes que dan lugar a distintos tipos de discriminación. Por caso, podemos mencionar que dentro del ámbito educativo las principales causas de discriminación fueron aquellas relativas a la dimensión de las corporalidades, mientras que en la vía pública se expresaron principalmente las situaciones relativas al racismo estructural. En el ámbito laboral la dimensión del género ocupó el primer lugar de las experiencias”.

“La dimensión étnico-racial, a la que categorizamos como racismo estructural, aparece como el principal tipo de discriminación que sufren las personas por su color de piel, su nacionalidad, su situación socioeconómica, su lugar de origen y su pertenencia étnico-cultural, entre otras”.

“En cuanto a la dimensión de género, se refleja en un notorio aumento de la percepción social e identificación acerca del fenómeno, así como en las experiencias concretas sufridas y presenciadas por las personas encuestadas. Mientras que en el 2013 las respuestas en torno a la discriminación por ser mujer se encontraban en torno a un 6%, en este estudio se incrementó al 12% de las experiencias sufridas a nivel general. En particular, es el ámbito laboral donde las mujeres identifican como principal causa de discriminación a las cuestiones relativas al género”.

“En tercer lugar, aparece la dimensión de las corporalidades, relativa a la discriminación y violencias que experimentan las personas en base a la imposición histórica y social de un modelo hegemónico de “normalidad”. En este punto, se duplicaron las respuestas de las experiencias de discriminación relativas a las cuestiones estéticas y a las corporalidades gordas”.

En la provincia de Buenos Aires los tipos de discriminación más repetidas fueron por cuestiones estéticas, corporalidades gordas o cuestiones de tipo ideológico, según expone el informe.

El rol del Estado

“Se planteó la necesidad de tener una ley de talles. Pero eso no queda ahí. Luego se realizan talleres de información y formación sobre qué contiene, cómo se implementa y en qué consiste esa ley, y se está incluyendo y promoviendo la diversidad corporal. Genera acciones e intervenciones concretas para que esa diversidad corporal sea entendida como tal. Fortalece y genera en cada ámbito educativo la existencia del tema, poniendo presencia a través del derecho y luego fomentando la prevención, está trabajando en la eliminación de la discriminación por diversidad corporal. Así con cada una de las líneas que abordamos”, manifestó Vega respecto a la relación del INADI, el estado y la sociedad.

La titular también manifestó: “Para mí lo que ha cambiado es que somos un país vanguardista en materia de derechos. Una de las líneas que tiene el INADI, es incorporar el trabajo sin discriminación, territorio sin discriminación, poder llegar a cada uno de los barrios, sociedades de fomento. Cuando un Estado está presente y genera política pública, los inconvenientes se resuelven”.

El Mapa de la Discriminación también consultó la opinión sobre cómo debería actuar el Estado ante estas situaciones de discriminación. Un 47% comentó que la solución es incorporando el tema en las escuelas, un 39% realizando más campañas de difusión, un 32% dictando nuevas leyes que penalicen la discriminación, un 26% aplicando multas y/o sanciones y, finalmente un 24% ampliando las instituciones donde denunciar.

 

*Si sufrís algún tipo de discriminación, podés presentar tu denuncia en el INADI.

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