ACV: es la segunda causa de muerte a nivel mundial y se puede prevenir con un cambio de hábitos

Cada 29 de octubre se conmemora el Día de la Prevención del Accidente Cerebrovascular (ACV), una fecha que invita a reflexionar sobre la importancia de la prevención y el diagnóstico temprano de esta enfermedad. En este contexto, desde Portal Universidad dialogamos con Gastón Mosconi, médico y miembro de la Sociedad de la Medicina Física y Rehabilitación (SAMFYR) del Noveno Distrito.

El ACV es un trastorno de origen vascular caracterizado por el desarrollo de signos y síntomas progresivos de déficit neurológico. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 15 millones de personas sufren un ACV cada año, de estos mueren 6,5 millones y otros 5 millones quedan con una discapacidad permanente. Es decir, es la segunda causa de mortalidad en adultos a nivel mundial y la primera en discapacidad adquirida también en la misma esfera.

Por eso, en el calendario 2023, la entidad internacional World Stroke Organization (WSO) cambió el lema, que en esta ocasión, tuvo como objetivo la concientización. “Este año, la frase que se adoptó estuvo basada en que el 90% de los ACV podrían ser prevenidos en acciones primarias. Además, la segunda parte de la propuesta es promover la especialidad de medicina física y rehabilitación”, destacó el especialista del área que viene trabajando en argentina desde hace más de 35 años.

En cuanto a la enfermedad en sí, Mosconi explicó que hay distintos tipos de factores de riesgo que vuelven a las personas más propensas a sufrir un episodio de este tipo. “Hay factores que se pueden modificar y otros que no. Dentro de los primeros se encuentra el control de la presión arterial, control cardiológico anual, la sensación tabáquica, el ejercicio y una dieta equilibrada. En los segundos, por ejemplo, el simple hecho de ser hombre nos vuelve más propensos a sufrir un ACV que las mujeres”.

Justamente es cambiar nuestros hábitos. Es la segunda causa de mortalidad en adultos a nivel mundial y la primera en discapacidad adquirida a nivel mundial en adultos

Síntomas y medidas

Al igual que con cualquier enfermedad, lo primero que se debe hacer al momento de divisarla es ponerse en contacto con un médico que esté disponible y pueda atender en carácter de urgencia. Pero se pueden llevar a cabo una serie de pasos para detectarla. “Primero hay que evaluar que la persona esté despierta, que no se empiece a quedar dormida sin poder despertarla. Después, tenemos que pedirle a la persona que nos hable, que nos responda algunas preguntas lógicas para evaluar su lenguaje. Finalmente, podemos solicitarle que haga movimientos de cara y de los miembros superiores e inferiores para ver si la movilidad es parte de ese déficit neurológico”, desarrolló Mosconi.

La medicina física y rehabilitación se encuentra en un eslabón donde el paciente ya está estable, donde ya ha sido operado. “En los primeros 3 a 6 meses, poder tener la mayor cantidad de tratamientos rehabilitadores interdisciplinarios pueden potenciar el 90% de las capacidades de recuperación. Pero hay que entender que una recuperación completa solo se puede hacer en una etapa preventiva dado que nuestro tejido cerebral siempre va a dejar alguna secuela. Explicar el ACV a partir de un caso sería un error porque la enfermedad es muy amplia y la gama de cuadros muy diversa“.

“En cuanto a los avances, lo que se puede ver es cómo se han acortado los tiempos de consulta para llegar a un tratamiento específico. Veo que se han organizado muchísimas cuestiones y tal vez existe una conciencia social un poco más grande de la necesidad de este espacio”, concluyó.

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