Más del 65% de las familias en situación de vulnerabilidad social no consume alimentos nutricionalmente seguros
Según un relevamiento presentado por el Observatorio Alimentario Nutricional de la Escuela Superior de Medicina dependiente de la Universidad Nacional de Mar del Plata, durante la pandemia, la situación alimentaria nutricional de embarazadas, niños y niñas menores de 5 años con vulnerabilidad social y dificultades de acceso a los alimentos se encuentra “agudizada e invisibilizada” en la ciudad.
De los 219 hogares, con un promedio de 5 habitantes por vivienda, el 67% tiene algún tipo de inseguridad alimentaria, es decir, tienen una disponibilidad limitada o incierta de alimentos nutricionalmente adecuados y seguros. Este factor se manifiesta en la salud de las personas como desnutrición, sobrepeso, obesidad o desnutrición oculta, coexisten en todos los estratos sociales y se profundiza en aquellos sectores más vulnerados.
De los 219 hogares, con un promedio de 5 habitantes por vivienda, el 67% tiene algún tipo de inseguridad alimentaria.
Con respecto al consumo de productos ultraprocesados, cabe destacar que “más del 50% de las familias encuestadas expresaron consumir todos los días galletitas dulces, saladas o panes envasados. Además. el 44.75% de las familias consume todos los días jugos (en polvo, botella, tetra o envase similar), gaseosas y aguas saborizadas”.
El informe destaca la baja frecuencia de ingesta de vegetales frescos, “tan solo el 24.3% de los hogares refirieron incluirlos en sus comidas diarias, no cumpliendo con las recomendaciones nutricionales que establecen consumo diario de frutas y verduras. Si bien el 27.85% de los hogares encuestados nunca consumió legumbres, el 74.42% de las familias las consume menos de 3 veces por semana, siendo un alimento nutritivo y accesible”.
En esta misma línea, entre las cifras más impactantes se destacan que “solo el 36.99% de los hogares cuentan con trabajo registrado, el 67.11% de las familias son beneficiarias de Programas Sociales y, de ellas, el 6.39% refirió que se trata de su única fuente de ingresos”.
Desde el proyecto aseguraron que “sin la organización barrial y la presencia de instituciones del estado, la crisis económica y las carencias alimentarias hubieran sido aún más alarmantes. La situación de extrema vulnerabilidad social en la que se encuentra un gran sector de la población hace imposible pensar que la respuesta a los problemas alimentarios sean resueltos con la entrega y distribución de alimentos. Es necesario transitar hacia la soberanía alimentaria, la agroecología y los sistemas alimentarios sustentables”.
Es necesario transitar hacia la soberanía alimentaria, la agroecología y los sistemas alimentarios sustentables.
El Observatorio Alimentario Nutricional de la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata coordina una serie de acciones con el objetivo de un abordaje integral de la problemática. De este trabajo participa un equipo de más de 15 profesionales de diferentes disciplinas y más de 30 estudiantes voluntarios de la UNMDP.
El proyecto fue seleccionado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, lo que permitió crear una sala de situación, georreferenciar a las familias marplatenses con vulnerabilidad social e inseguridad alimentaria y consolidar las bases para que el Observatorio Alimentario Nutricional pueda sistematizar la información, efectuar vigilancia y seguimiento de las familias evaluadas.