El crecimiento territorial y habitacional de la ciudad trajo cambios en el agua de red

 

En los últimos años, Mar del Plata tuvo varios cambios en su desarrollo tanto en territorio como en la cantidad de habitantes. Estos factores produjeron que los pozos de agua fueran trasladados a otros puntos de la ciudad, por lo tanto surge el interrogante de si en estos últimos años la calidad del agua se vio afectada.

Portal Universidad dialogó con Daniel Martinez, Doctor en Ciencias Geológicas, investigador principal del CONICET y docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata, sobre los cambios que sufrió el agua de red en los últimos 20 años en la ciudad.

Martínez mencionó que “la calidad del agua de red ha cambiado” esto se debe a que la red de pozos de agua se ha ido desplazando debido al crecimiento de la ciudad. “Inicialmente los pozos estaban localizados en el centro de la ciudad, en el área más urbanizada y eso produjo una explotación intensiva con una entrada de agua salada del mar y los pozos se salinizaron. Hubo alrededor de 50 pozos que, para los años 70, estaban salinizados y se abandonaron”, aclaró el especialista.

Este desplazamiento hacia el norte y las mejoras de las tecnologías hacen que, “posiblemente, estemos tomando agua de la misma calidad que la que se tomaba hace 20 años”, indicó. Es decir que, luego de los traslados de los pozos, se pudo regresar al nivel de calidad inicial.

Debido a este hecho, Obras Sanitarias comenzó a realizar explotaciones a lo largo de la Ruta 2 y en la zona del Parque Industrial hacia Batán, “eso hace que la calidad del agua que hemos ido consumiendo vaya variando”, afirmó.

El especialista explicó que la calidad del agua varió en un tiempo determinado pero después continuó con una mejoría. “En principio tuvo una primera calidad, después empezó a salinizarse un poco y, posteriormente, con el desplazamiento hacia el norte el agua comienza a provenir nuevamente de una calidad un poco mejor”.

“La localización hacia el norte de los pozos de Obras Sanitarias es fundamentalmente por el tipo de uso de suelos que tenemos ahí, es agua que está más prevenida de contaminación agrícola. Los pozos están construidos de manera muy segura para aislar los contaminantes”, destacó.

Por lo tanto, “el agua en red que nosotros tomamos es una mezcla de varios pozos. Depende en mayor o menor proporción de cada uno, hay variaciones mínimas pero siempre respetando las normas de potabilidad”. A lo que agregó que “en términos del funcionamiento del sistema hidrogeológico del acuífero no debe haber cambios demasiado significativos porque es agua que viene desde mucha profundidad y que, en general, tiene condiciones muy estables de calidad”.

Ante la duda de si se puede observar cambios en la calidad del agua mediante el gusto, Martinez expresó que “no sé si la gente puede advertirlo, a veces hay variaciones según de donde vengan los diferentes pozos, pero son muy mínimas”.

Desde el grupo de investigación del que forma parte, “analizamos el contenido de diferentes tipos de átomos en una molécula de agua. En eso sí observamos que hay una regionalización, una distribución de la composición isotópica de los pozos de Obras Sanitarias que es variable en diferentes sectores de donde se extrae el agua. Pero esa propiedad no es algo que pueda ser advertida en el gusto ni nada, solo es útil para estudios hidrogeológicos”, finalizó.

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