Alertan que Mar del Plata debe plantear objetivos y metas de fuerte alcance para cumplir la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030

El 25 de septiembre 2015 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En ella se plantearon muchos puntos con una “visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de los 193 Estados miembros y es la guía de referencia para el trabajo de la comunidad internacional”. Entre ellos el número 11, de “Ciudades y Comunidades Sostenibles” busca asegurar mejorar aspectos respecto al acceso a la vivienda, la urbanización, el transporte, la seguridad vial y los servicios básicos con una perspectiva inclusiva, sostenible e integral.

Argentina adhirió a esta agenda en el año 2016, al igual que la Provincia de Buenos Aires y posteriormente, en el 2019, lo hizo el Partido de General Pueyrredon mediante una ordenanza. En este sentido se viene trabajando desde el Estado Nacional, con un proyecto del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable que se lleva a cabo en diferentes ciudades argentinas, una de ellas es Mar del Plata. Este consiste en un programa de financiamiento de la ONU para el medio ambiente en cada una de las localidades.

Se desarrolló una licitación en este sentido y un grupo de especialistas del CONICET, que se desempeñan además en la Universidad Nacional de Mar del Plata, resultaron seleccionados para realizar una consultoría de sustentabilidad en la ciudad en relación al punto 11 establecido en la Agenda de Desarrollo Sostenible.

Desde PORTAL UNIVERSIDAD nos comunicamos con Laura Zulaica, investigadora del CONICET y coordinadora del equipo de trabajo para conocer cuáles son los aspectos a mejorar para que la ciudad sea sostenible. “En primer lugar la agenda contiene un montón de objetivos para garantizar la sustentabilidad, pero no entendida solamente como ecológica sino una sustentabilidad que abarca dimensiones sociales, económicas, políticas y culturales”, dijo Zulaica.

El plan de trabajo que realizará el grupo está organizado en tres etapas: diagnóstica, evaluativa y propositiva y tiene como objetivo contribuir a la sustentabilidad de Mar del Plata y su área de influencia a partir de “la conservación y protección de los servicios eco sistémicos de regulación, aprovisionamiento y culturales”.

“El objetivo es contribuir a la ciudad de Mar del Plata. El proyecto no solamente tiene una fase diagnóstica para ver cómo estamos, sino que tiene otra fase que propone acciones integradas para la conservación de la biodiversidad y para la producción sostenible y otra de participación pública para ver cómo se sostienen esos mecanismos y acciones de seguimiento y así observar cómo puede monitorearse el cumplimiento de las acciones que prevemos en el plan”, explico la investigadora.

En Mar del Plata hay muchísimos proyectos, pero sin embargo “siempre falta y tenemos que ser más ambiciosos en objetivos y metas de fuerte alcance en términos de sustentabilidad para llegar a cumplir la Agenda 2030”, dijo Zulaica y agregó: “por supuesto que hay un montón de acciones que se están haciendo que tienen lugar y lleva adelante la comunidad y está bueno poder articularlas y profundizadas para poder potenciar aún más esos objetivos”.

Según la coordinadora, uno de los temas fundamentales de las ciudades de la escala de Mar del Plata es la expansión desordenada: “Eso por supuesto provoca diferentes problemáticas, entre ellas la ubicación de áreas productivas que conservan algunos rasgos naturales que es interesante proteger y por otro lado tenes todo ese crecimiento que va a demandar infraestructura y servicios”.

Respecto a este crecimiento, manifestó que es muy difícil dotar de los servicios básicos a una población creciente, que se expande y ocupa nuevos territorios en una ciudad como Mar del Plata, que es netamente turística y en el verano duplica su población en materia de infraestructura de servicios, afluentes y tratamiento de residuos. “Por supuesto que tiene problemas adicionales y es difícil dar respuestas durante el año. Pensar modelos de hacia dónde y cómo crece la ciudad es fundamental para mitigar y corregir estas problemáticas”, explicó.

En detalle, se trabajará con servicios eco sistémicos, con un sistema de seguimiento de la biodiversidad a nivel del paisaje urbano de fauna y flora con especial énfasis en especies amenazadas en áreas naturales. “Queremos ver cómo están las áreas protegidas de reserva, que deberían ser conservadas y preservadas, como interaccionan con la infraestructura verde urbana, en que estados se encuentran los espacios verdes de la ciudad y como se distribuyen, que se puede hacer para mejorar la cobertura verde, el reciclado, recuperación de materiales, entre otras”, desarrolló Zulaica.

Además, posteriormente, evaluarán los servicios eco sistémicos vinculados con la producción de frutas y vegetales en el cinturón verde agrícola del área periurbana de Mar del Plata. En una tercera etapa elaborarán un plan de acción integrado para la conservación de la biodiversidad y la producción sostenible para el partido de General Pueyrredon y la Reserva de la Biósfera de Mar Chiquita.

El proyecto, también, incluye la participación pública involucrando a actores relevantes y la elaboración de un plan de monitoreo y seguimiento, integrando objetivos productivos y de conservación.

El equipo de trabajo está coordinado por los investigadores del CONICET Laura Zulaica y Germán García que trabajan en el Instituto del Hábitat y del Ambiente (IHAM) de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata y al Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC, UNMDP-CONICET), respectivamente. Además, forman parte del proyecto Gabriela Calderón, Clara Karis, Camila Mujica, Celeste Molpeceres, becarias que trabajan en el IHAM y el investigador Gonzalo Sottile, Victoria Cabral y Carla Paterlini, integrantes del IIMyC.

“A través de esta propuesta, que se ejecutará a lo largo de 18 meses, esperamos que el partido de General Pueyrredon y su área de influencia puedan contar con una base georreferenciada que permita identificar y evaluar el estado de los servicios eco sistémicos y la biodiversidad y contar con un plan integrado que aporte a la gestión sustentable de la región”, indicó Zulaica.

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