Avances y deudas en torno a la Salud Mental en Mar del Plata

Fuente: OSFATLYF

 

La salud mental es el bienestar emocional, psíquico y social, que permite llevar adelante los desafíos de la propia vida y de la comunidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 4 personas en el mundo padece algún tipo de trastorno mental. En sintonía, y de acuerdo a diversos estudios internacionales, los trastornos mentales están dentro de las 5 primeras causas de enfermedad en América.

En Argentina, 1 de cada 3 personas presenta un problema de salud mental a partir de los 20 años. Son estadísticas correspondientes al año 2015, que resultaron de un trabajo conjunto entre la Universidad de Buenos Aires (UBA); la Asociación de Psiquiatras de Argentina (APSA); la OMS y el Ministerio de Salud de la Nación. Las problemáticas más frecuentes son los trastornos de ansiedad, del estado de ánimo y los problemas por consumo de sustancias.

Con la intención de conocer el panorama de la situación en Mar del Plata y las distintas estrategias que se utilizan para abordar la problemática, desde Portal Universidad nos comunicamos con el Licenciado en psicología Claudio Salandro, docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) e integrante del Consejo Directivo del Colegio de Psicólogos y Psicólogas Distrito X.

Respecto del abordaje en la ciudad, Salandro dijo: “Celebramos desde el Colegio de Psicólogos la reciente implementación de una línea de atención telefónica municipal para personas con preocupaciones en torno a su salud mental. Toda iniciativa que tienda a fortalecer el sistema de salud y particularmente el sistema de salud mental, es bienvenida porque es una deuda que se viene teniendo para con la sociedad desde hace un tiempo. Se están subsanando años de cierto abandono del área, también con un cambio de paradigma que ha propuesto la nueva Ley de Salud Mental a partir del año 2010. Nosotros lo consideramos un avance inmenso, también muchas instituciones y organizaciones prestigiosas del mundo. Pero bueno, conlleva tiempo, y un gran esfuerzo de todos los efectores de salud y todas las áreas implicadas”.

Respecto de la nueva ley manifestó: “Es una ley muy renovadora porque cambia la visión sobre los consumos problemáticos, de una visión abstencionista a una de reducción de daños. Y luego toca intereses de sectores muy poderosos, como son los laboratorios, porque la externación de los pacientes, los tratamientos ambulatorios, la inserción psicológica y social de las personas con padecimientos mentales son situaciones que tocan intereses económicos muy fuertes. Además encuentra la resistencia propia de cualquier cambio porque modifica un sistema de salud mental que venía funcionando de una manera por muchísimos años y bajo una concepción. Anteriormente un juez decidía arbitrariamente si internaba a una persona, y ahora requiere el consentimiento de un equipo terapéutico encabezado por un psiquiatra o un psicólogo. La ley prevé un sistema de internaciones involuntarias, que se da a partir de un riesgo cierto o inminente para sí o para terceros, no es cierto que ya no existe la internación”, agregó el profesional sobre la legislación actual.

Son diversos los trastornos que definen a la salud mental, incluidas las adicciones. Fuente: La Izquierda Diario.

En cuanto a la respuesta que se brinda en la ciudad frente a esta problemática, Salandro explicó: “Muchas veces faltan información y dispositivos. Las urgencias y las emergencias las atiende el Hospital Materno Infantil o el Interzonal en su defecto si son adultos. Luego, en situaciones de consumo problemático se complejiza bastante el panorama, porque es una de las áreas donde más hay para hacer y donde más ha cambiado el dispositivo de atención”

Al respecto añadió: “Hablamos de dispositivos que deben ser muy flexibles en ese sentido, por eso nos parece importante que los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) y los centros donde hay equipos de salud mental tengan horarios más flexibles de atención. Luego hay una serie de dificultades, que tienen que ver con que además de los consumos problemáticos, hay personas que padecen otro tipo de trastornos mentales, y a su vez, están en condiciones sociales muy desfavorables. Un estudio epidemiológico que se hizo el año pasado en salud mental, da cuenta que la población más vulnerable, la que está en condiciones socioeconómicas de mayor vulnerabilidad, es aquella que con la que se tiene una deuda muy grande con respecto a la salud mental y consumos problemáticas. La Ley de Salud Mental incorpora a su nombre ‘y Adicciones’ para especificar que también son un problema de salud mental, ya que siempre han sido objeto de juicios morales y visiones un poco más descalificadoras”.

Respecto a lo sucedido durante la pandemia de coronavirus, el profesional analizó: “Aumentó muchísimo la demanda de salud mental en la ciudad. Se estima que los síntomas de los trastornos más comunes, que son depresión y ansiedad, aumentaron en un 25% aproximadamente, que es muchísimo en la población general. Y con el tiempo, si bien vimos que fueron reduciéndose, se mantuvieron por encima de los valores históricos. Quizás sí lo positivo dentro de todo este panorama que es bastante triste, es que se ha tomado mucha conciencia de la relevancia de la atención en salud mental y de la importancia de adecuar los dispositivos que hay tanto en el ámbito público como en el privado”.

Por otra parte el psicólogo aseveró: “Falta mucho por hacer realmente. Las limitaciones del sistema todavía son bastante importantes en cuanto a personal, por un lado, para poder propiciar una mejor calidad y cantidad de salud mental, y por otro, también falta infraestructura. Luego es necesario adecuar los dispositivos que se va haciendo gradualmente a las demandas y las necesidades de la comunidad, en salud mental particularmente, y en consumos problemáticos especialmente”, finalizó Claudio Salandro.

 

La pandemia por COVID-19 no sólo intensificó síntomas de depresión y ansiedad, sino también colocó en un lugar relevante el cuidado de la salud mental. Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata.

Línea de atención telefónica en Salud Mental: cómo funciona el nuevo dispositivo municipal

A través del teléfono fijo 499-8520, las 24 horas del día, quienes así lo requieran podrán comunicarse con un equipo interdisciplinario dispuesto por la Secretaría de Salud municipal, donde serán escuchados, contenidos y orientados en situaciones de crisis vinculadas a la Salud Mental.

Al respecto, Stephanie Schön, directora General de Salud Mental en el Municipio de General Pueyrredon,  explicó: “Estas personas que atienden el teléfono son acompañantes terapéuticos que fueron capacitados y tienen experiencia en salud mental. Trabajan en forma conjunta con dos psicólogos que están dispuestos exclusivamente para la línea. A través de una escucha activa, lo que hace quien atiende el llamado es leer y evaluar qué indicadores de alarma o de riesgo surgen, y en función de eso, se clasifica en código verde, amarillo y rojo. El verde son llamados de orientación y que se resuelven en la misma consulta; el amarillo es para esas personas que tienen alguna situación de malestar psíquico pero que no revierten un carácter de urgencia o emergencia. Finalmente, con el rojo, las personas van a ser evaluadas dentro de las 24 horas por los psicólogos que forman parte del equipo de forma presencial y en caso de requerirlo, se envía una ambulancia del SAME al domicilio y se hace un pedido a la fuerza policial de ser necesario”.

Según precisó la profesional, “recibimos muchos llamados por situaciones de angustia o ansiedad, relacionadas al estado de ánimo y también al consumo de sustancias. Hemos recibido aproximadamente 90 llamados la primera semana. Es un número considerable aunque creemos que todavía se necesita difusión”. Cabe destacar que, a través de esta línea de atención telefónica para Salud Mental, el Gobierno Municipal atenderá a todas aquellas personas que tengan o no cobertura médica.

En ese marco, Schön analizó el trabajo del área de salud municipal en los últimos años: “Nosotros lo que vimos es una problemática que venimos evaluando desde hace muchos años. Es una debilidad. Entonces, decidimos poder visibilizar y articular todos los dispositivos que existen y crear aquellos que todavía no están disponibles para ayudar o estar más cerca o brindar respuesta a las personas que necesitan o están sin situación de crisis relacionadas a su salud mental. Vivimos en una ciudad que tiene un alto índice de suicidios. Si bien es una situación a nivel mundial, en la ciudad hemos tenido un aumento en la incidencia de intentos  a lo largo de estos años, sobre todo en la era post pandemia”.

Finalmente expresó: “Tenemos equipos en los diferentes Centros de Atención Primaria de la Salud. Atendemos lo que es primer y segundo nivel; tenemos psicólogos, psiquiatras, terapistas ocupacionales, fonoaudiólogos, acompañantes y psicopedagogos. También trabajamos desde el servicio municipal de adicciones, de acuerdo al nivel de complejidad de la problemática, con el que el paciente se atiende en el primer o segundo nivel, o se deriva a los hospitales si es que necesita otro tipo de medida como una internación”.

Foto: Si bien es una preocupación latente al respecto, no hay un aumento significativo en el consumo de psicofármacos por quienes padecen un trastorno de salud mental. Fuente: Genolife.

Consumo de psicofármacos: otra variable a analizar

Otro de los aspectos que funciona como indicador de la situación en la ciudad es la prescripción de psicofármacos. En ese sentido, Mario Della Maggiora, presidente del Colegio de Farmacéuticos reveló: “En Mar del Plata, cerca del 18% de los medicamentos que se venden por mes, es decir unas 900 mil unidades, corresponden a la familia de los psicofármacos, mientras que el 13% son ansiolíticos.

Asimismo, Della Maggiora explicó que “el consumo siempre estuvo alrededor del 18%, dentro de lo que es la masa de todos los medicamentos. En algunos casos son estacionales, como los antibióticos, pero siempre está liderado por los psicofármacos que ocupan más o menos este volumen dentro del consumo de medicamentos del 18%. Casi el 70% son ansiolíticos conocidos por la gente, como el clonazepam y el alprazolam. Son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central, no en patologías severas sino en ansiedad, más cotidianas, dentro de lo que son las patologías psiquiátricas”.

“Podemos hablar del fenómeno en otros medicamentos que es la automedicación. En el caso del psicofármaco, la venta es estricta bajo receta, así que no hay automedicación, ya que la receta debe ser archivada. No hay un fenómeno de crecimiento, sí hay un alto consumo, sobre todo, en áreas urbanas que en áreas rurales por el sistema de vida”, afirmó Della Maggiora.

 

 

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