Impuesto a las ganancias, una medida con tintes políticos que “incomoda” a la oposición

En plena campaña política y con las elecciones a la vuelta de la esquina, el ministro de economía, Sergio Massa, aceptó el desafío mediático de Juntos por el Cambio y presentó el proyecto para elevar el mínimo no imponible y así eliminar la cuarta categoría de impuesto a las ganancias para todos los trabajadores y jubilados de la Argentina. De esta forma, y según la calculadora del Palacio de Hacienda, alrededor de 800.000 contribuyentes dejarán de ser parte de este esquema tributario, lo que desprende el interrogante de cómo afectará esto a la economía nacional. En relación a esto, el economista Ricardo Panza dialogó con Portal Universidad y dio su mirada al respecto.

La carrera presidencial está a la orden del día y los tres candidatos principales intentan explotar al máximo sus espacios para llegar a la segunda vuelta. En esa perspectiva a corto plazo, Massa ha recurrido a medidas económicas que impacten en la mayor parte de la sociedad argentina pero también de modo desafiante a las declaraciones de Patricia Bullrich. “Esta es una medida electoral que responde a una chicana que le hace la oposición.  Un poco a las apuradas, intentando ganar la iniciativa, y sacando un proyecto de ley que va a poner a la oposición en un lugar incómodo porque si se opone va a ser porque está en contra de los trabajadores y si lo apoya va a hacerle un favor al oficialismo para su candidatura”, explicó Panza.

Pero tampoco se puede ignorar la realidad. La desactualización en los montos imponibles sumados a la inflación que viene acarreando el país y los aumentos salariales llevaron a un desfasaje que impactó, principalmente, en la clase media. “Viéndolo con una perspectiva a largo plazo se ve que era una verdadera injusticia y un absurdo las tremendas cantidades que venían pagando algunos empleados como impuesto a las ganancias. Hay casos de personas que ganaban $500.000 mensuales y pagaban arriba de $100.000 de impuestos. Desde este punto de vista estoy de acuerdo porque viene a restituir un poco de justicia”, afirmó el especialista.

El impacto en las provincias

El esquema tributario argentino establece que el impuesto a las ganancias lo cobra la nación, pero, al igual que cualquier impuesto directo, corresponde a las provincias. Ahí entra en juego la Ley de Coparticipación que obliga a que estos ingresos se redistribuyan. “En 2019 lo quiso hacer Mauricio Macri, pero los gobernadores se opusieron, presentaron un amparo y la Corte Suprema falló en contra del ex presidente. La cuestión tiene un claro tinte ideológico. En definitiva, Massa está utilizando los resortes jurídicos de la nación y quitándole impuestos a las provincias. Todas se van a ver perjudicadas”, remarcó Panza.

En términos de cifras, remarcó que “el impacto anual de esta medida es de un billón de pesos, lo que significa un 0,3% del Producto Bruto Interno (PBI). Parece poco pero recordemos que el gobierno hizo un esfuerzo denodado para bajar un 0,6% el PBI a requerimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) y en las primeras medidas después de las PASO se perdió 0,4% así que ahora estamos nuevamente arriba de lo que había pedido el FMI.

¿Cómo afectará a la inflación?

Otra de las consecuencias que no se puede escapar del análisis es el impacto que tendrá la medida en el consumo. “Para algunos trabajadores pone al menos un 20% más del salario a su disposición que puede ser destinado al consumo de bienes o, eventualmente, a compra de moneda extranjera lo que va a recalentar el mercado cambiario. Por eso puede que las consecuencias no sean buenas pese a las peticiones que les hizo el ministro a los dirigentes sindicales”

“Las repercusiones de entrada van a ser negativas. Ahora, el efecto va a ser dual. Por un lado, puede que reactive el consumo pero por el otro que empeore la situación fiscal de algunas provincias y no noto que se estén quejando como en 2019”, expresó.

El origen del impuesto a las ganancias

El impuesto a las ganancias, por lo menos el que cae sobre las personas físicas, está heredado de una estructura impositiva inglesa (impuesto cedular) que divide a la población en cuatro categorías: la renta de la tierra, la retribución del capital financero, el ejercicio del comercio y la renta del trabajo. “Esta última es la que está en la mira del gobierno y es la que se está queriendo eliminar. Yo lo considero un error. El trabajo es uno de los tantos factores productivos y ha de pagar el impuesto siempre y cuando la renta supere un monto mínimo no imponible. Estamos intentando corregir un error producido por la falta de actualización de los montos. Vamos a ver si el proyecto de ley sale convenientemente acomodado”, concluyó.

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