El peligro del negacionismo 

*Por Lucía Etcheverry para el #MediaLAB de Portal Universidad

Los negacionistas aseguran que el cambio climático no existe y que el movimiento ambiental es político. Sin embargo, ya podemos ver como el calentamiento global está afectando al mundo mediante desastres naturales innegables. Algunas de las causas de que se siga viendo afectado el ambiente son que no se crean políticas públicas que cuiden el planeta y otra es que las leyes existentes no se regulan. Por lo tanto, el calentamiento global no es parte de un ciclo natural de la Tierra, como se escucha de parte de quienes no creen en el cambio climático.

Si bien la Tierra va cambiando su temperatura media a lo largo de los años, la aceleración que se vivió en estos últimos años no es natural, es a causa de las emisiones de gases de efecto invernadero que se desprende de la actividad humana. El efecto invernadero protege al planeta de las temperaturas extremas, pero al producir gases contaminantes de forma masiva, la capa de ozono que nos protege se daña y causa que la temperatura media del planeta aumente y se generen variaciones en el clima.

Estas consecuencias son cambios que ya se están viendo y que producen temperaturas altas en pleno invierno, incendios forestales, inundaciones, sequías, entre otros, y que afectan la vida de las personas y los animales que habitan el planeta Tierra. Para sustentar esta afirmación hay evidencia científica, no es solo algo que dicen las personas que defienden el cuidado del ambiente. Según los últimos informes de la ONU, “Miles de científicos y revisores gubernamentales coincidieron en que limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1,5 °C nos ayudaría a evitar los peores impactos climáticos y a mantener un clima habitable. Sin embargo, las políticas actuales apuntan a un aumento de la temperatura de 2,8 °C para finales de siglo”.

En Argentina existe una ley que regula el cuidado ambiental y que, además, incluye la educación ambiental integral como obligatoria, pero estas medidas están siendo incumplidas debido a la falta de control por parte del Estado. La ley 25.675 promueve la gestión sustentable, la protección de la biodiversidad, la prevención de los efectos peligrosos de las actividades humanas, la difusión de la educación ambiental e información a todos los ciudadanos, la implementación de políticas ambientales a nivel nacional y regional, entre otras actividades. Por otro lado, la Ley de Educación Ambiental Integral, es una política pública que abarca todas las edades y niveles educativos con el objetivo de incluir en los ámbitos de educación formal y no formal los nuevos paradigmas de la sostenibilidad.

El ámbito legal proporciona leyes y ordenanzas que protegen el ambiente, pero no son controladas ni aplicadas completamente. Las empresas siguen produciendo gases de efecto invernadero a gran escala, desechos contaminantes que se tiran a mares, ríos y basurales a cielo abierto, derrames de petróleo que contaminan los océanos y dañan animales, desechos textiles tirados en el desierto y muchas otras acciones que comprometen la salud de todos los habitantes del planeta. Además, no se brinda educación ambiental en todas las escuelas y tampoco existen programas educativos que brinden información sobre sustentabilidad y cuidado del ecosistema.

A su vez, en Argentina existen movimientos de jóvenes que buscan la difusión de temáticas sustentables y el cumplimiento de las leyes que protegen el planeta porque, al fin y al cabo, el futuro está cada vez más cerca y se espera que la temperatura siga aumentando, causando mayor cantidad y más graves desastres climáticos para los próximos 50 años. Actualmente, de cara a las elecciones, estamos escuchando a candidatos decir que el cambio climático no existe, o simplemente no escuchamos propuestas ambientales, y como cualquier otro eje temático, el ambiente es importante porque sin salud ambiental el planeta se va a hacer cada vez más inhabitable y la economía, la educación y la seguridad no tienen sentido sin salud.

Mundialmente, el Acuerdo de París, en el que participa Argentina junto a otros 193 firmantes, es un documento en el que las partes se comprometen a reducir los gases de efecto invernadero para mantener la temperatura media y aumentar el compromiso con el cuidado ambiental. Entró en vigor el 4 de noviembre de 2016 y cada cinco años se revisan los compromisos y el cumplimiento de las reglamentaciones acordadas. Debido a este compromiso asumido recae en los gobernantes la responsabilidad de crear acciones para enfrentar el cambio climático.

En un año de elecciones es importante tener en cuenta las propuestas para el cuidado ambiental, porque sin planeta no existe vida y las consecuencias del negacionismo están a la vista y dejan migraciones y muertes en su camino. Tenemos que hablar más de sustentabilidad y tomar conciencia del daño que le estamos haciendo al planeta con el consumismo y la actividad productiva.

No es imposible tomar medidas ambientales en el ámbito económico ni es difícil realizar actividades que contribuyan a la reducción y al correcto tratamiento de los desechos. Tanto las leyes, los predios de disposición final de residuos, los emprendimientos que reciclan desechos y el interés de los jóvenes por cuidar el ambiente existen. Simplemente tenemos que evaluar qué planeta queremos dejarles a las generaciones futuras y considerar lo que sufren las personas más vulnerables con los desastres naturales.

*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

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