Complejo turístico de Chapadmalal: “Un referente mundial en Turismo Social que revolucionó Mar del Plata”
Después de varios años de abandono, el Complejo Turístico de Chapadmalal ha vuelto a abrir sus puertas para recibir a visitantes durante toda la temporada. La intención de convertirlo en una suerte de ciudad balnearia autosuficiente ha sido un objetivo cumplido, destacando su construcción de estilo pabellonario que data de 1950 y se encuentra a 30 kilómetros al sur de Mar del Plata. Este complejo ha logrado consolidarse como un ícono del turismo social, no solo a nivel local sino también internacional.
Portal Universidad dialogó con Elisa Pastoriza, especialista en historia social, docente en la Facultad de Humanidades e investigadora del Centro de Estudios Históricos (CEHis) de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Pastoriza, quien rememoró las primeras etapas del proyecto y su posterior auge, gracias a la implementación de políticas públicas en el ámbito del turismo social.
En los años finales de los años 40 y principios de los 50, la construcción del Complejo Turístico de Chapadmalal se llevó a cabo con el propósito de fomentar la llegada de la clase trabajadora a la región, durante el gobierno de Juan Perón. Según Pastoriza, este territorio, expropiado a la Estancia Chapadmalal de la familia Martínez de Hoz, se convirtió en un “complejo de características casi únicas”.
Aunque en esa época no se disponía de muchas estadísticas, la historiadora señaló que “el impacto que tiene este nuevo lugar tiene más que ver con el imaginario que efectivamente con los números”. Asimismo, destacó que se completó el “proceso de entrada masiva de las clases medias a Mar del Plata”, rompiendo con el concepto elitista del balneario desde sus inicios: “Después el golpe del ´30, cuando se instala un período conservador o neoconservador, el crecimiento del turismo es impresionante. Pasamos de recibir 60 mil a turistas en 1930 a casi 400 mil en 1940, hay un auge de Mar del Plata muy importante con un turismo que ya no es de élite”, explicó.
Esta llegada masiva de contingentes con el objetivo de veranear en Mar del Plata “es el puntapié inicial de ese imaginario de que se podía acceder a este bien, en cuanto al turismo y el ocio”, aseveró. Es decir, el Complejo Chapadmalal pasa a ser un lugar importante en este proceso que es más general y que comprende planes de turismo social, con paquetes turísticos, contratos con hoteles de Mar del Plata.
En concordancia con esta transformación colectiva sintomática de esa época, “se demuele la antigua Rambla Bristol, se construye el edificio del Casino, se hace el Complejo de Playa Grande y se abre la Ruta 2. Es decir, se producen una serie de cambios muy importantes que tiene efectos sobre los años siguientes”, aseguró Pastoriza.
Siendo un ícono arquitectónico en el mundo, “si se revisan los diarios de la época se lo comparaba con un complejo alemán, ubicado sobre el Váltico en la época del nazismo, debido a sus dimensiones. El investigador inglés John Walton, que conoce mucho la historia del turismo a nivel internacional, decía que el Complejo Chapadmalal, posiblemente, sea casi único“, afirmó.
Con el objetivo de construir una ciudad balnearia autosuficiente, la investigadora declaró que se trata de “una obra muy importante que en 1950, cuando pasa a depender de la Fundación Eva Perón, albergaba nueve hoteles y diecinueve bungalows, con jardines, servicios fúnebres, correo, telefonía, centro de asistencia de salud con internación para niños, farmacias, cines, juegos infantiles, carnicería, canchas de fútbol. Todo estaba realizado con los mejores materiales, muchos de ellos traídos de afuera y reunía alrededor de mil trabajadores entre empleados de administración, obreros de maestranza, técnicos, panaderos, cocineros, mozos, mucamas, niñeras, enfermeras, maestras, profesores de educación física”.
Más allá de su dimensión arquitectónica, el Complejo Chapadmalal adquiere relevancia en la memoria colectiva. Pastoriza afirmó que, según entrevistas realizadas a jubilados como parte de su investigación, la elección de visitar Chapadmalal se remontaba a la infancia, cuando disfrutaron del complejo gracias a planes de turismo social, dejando recuerdos imborrables en sus mentes.
La historia de una construcción icónica en el mundo
La historia del Complejo Chapadmalal se remonta a 1945, durante el gobierno de Edelmiro Farrel. Mediante un decreto y la intervención del Ministerio de Obras Públicas, se declararon 50 hectáreas como tierras de utilidad pública sujetas a expropiación. Este fue el primer intento de construir el complejo. En 1947, durante el gobierno de Juan Perón, se llevó a cabo una segunda expropiación de 687 hectáreas de la Estancia Santa Isabel, propiedad de Eduardo Martínez de Hoz. Este fue el punto de partida para la construcción de la ciudad balnearia Chapadmalal.
La historiadora destacó que esta construcción no fue un hecho aislado, sino parte de una política nacional de turismo social desde sus inicios. A modo de conjetura personal, manifestó que el edificio “está inspirado en el Complejo Recreacional de Embalse de Río Tercero que había sido edificado en los años ´30, en tiempos de Amadeo Sabatini. Si bien este tiene dimensiones más pequeñas, la construcción en cuando a un estilo pabellonario va a inspirar al Complejo Chapadmalal. Por supuesto que no son iguales pero tienen similitudes”.
Aunque actualmente el turismo social persiste, Pastoriza señaló que ya no tiene la misma prioridad que tuvo en los años ´40 y ´50. El turismo social, entendido como en la época del primer peronismo, no perduró, y las prioridades en el turismo han experimentado cambios significativos desde entonces.
Del abandono a la reconstrucción
Si bien los hoteles 7 y 8 habían sido afectados al Ministerio de Seguridad para la creación de un centro de formación de gendarmes, la medida fue revocada en 2019, cuando el gobierno planteó recuperar el objetivo por el cual fue creado el complejo.
Desde ese momento se han realizado inversiones en los hoteles de Chapadmalal para revertir la situación edilicia de los mismos: techos agujereados, pasillos con escombros, pabellones vandalizados y llenos de palomas, y sanitarios y muebles arruinados.
“Cuando llegamos, había tres hoteles en funcionamiento a media máquina. Les hicimos mejoras, adaptaciones, arreglos de pintura, techos, incorporación de calefacción en varios de ellos, mejoras de accesibilidad de ascensores… y otros hoteles que estaban cerrados, algunos de ellos hace mucho tiempo. Así fue como en su momento abrimos el Hotel 6, y en esta oportunidad, ya están abiertos el Hotel 7, el Hotel 8, se encuentra en obra el Hotel 4 y ya va a comenzar la obra del Hotel 3, que se lo conoce como el ‘Hotel de los Niños’. También estamos llevando adelante la licitación pública para que pueda ponerse en valor el polideportivo”, destacó Inés Albergucci, subsecretaria de Calidad, Accesibilidad y Sustentabilidad del Turismo Nacional del anterior gobierno, un par de meses atrás a Portal Universidad
Agregó: “Hoy en día, un hotel que se abre puede significar entre 30 y 60 puestos de trabajo directo, e implica la llegada de 600 personas que dinamizan la economía, porque demandan determinados bienes y servicios, algún paseo, compran regalos. Estos lugares generan oportunidades de desarrollo, laborales y del reconocimiento de un derecho tan fundamental, como el derecho al descanso”.
Durante la temporada de verano 2023-2024, se podrá disfrutar (al igual que todo el año) de las instalaciones de Chapadmalal, desde $3.000 por día y por persona, de acuerdo al hotel sea clase A (con un baño compartido entre dos habitaciones) o clase B (con baños compartidos).