¿Cómo se piensa una pandemia con recursos escasos?

 

En tiempos de pandemia donde la urgencia y la inmediatez determinan el accionar de la sociedad y de los Estados, la ética adquiere un valor indiscutible frente a la nueva normalidad. “Cuando las decisiones se toman en contextos de gran incertidumbre, se agudiza el problema de la elección de criterios” explican Susana La Rocca y María Marta Mainetti en el artículo que invita a pensar la pandemia desde la perspectiva que brinda la bioética.

El escrito se enmarca dentro del boletín “Segunda Ola del Coronavirus” realizado por el Centro de Investigación sobre Sujeto, Institución y Cultura (CISIC) dependiente de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

En diálogo con Portal Universidad, La Rocca, Magister en Metodología y Epistemología de la Ciencia, docente en Filosofía de la UNMDP y especialista en Bioética, comenta que el proyecto surge a partir de pensar qué podía ser la ética en tiempos del coronavirus. “Nuestra preocupación eran los principios de beneficencia y de justicia que se imponen en cómo pensamos una pandemia con recursos escasos y, frente a eso, cuestiones relativas a la no discriminacion y a la dignidad de todos los actores“.

Siempre estamos con recursos escasos, con pandemia y sin pandemia, siempre nuestra naturaleza humana y social hace que los recursos sean limitados, siempre hay que priorizar

En este contexto, “nunca hay elementos suficientes como para dar todo a todos, eso es imposible y aquí influye nuestra capacidad o incapacidad de generar todos los recursos. Por lo tanto, el problema es que la priorización sea justa, que tenga en cuenta la dignidad de todas las personas, que no sea arbitraria y que no tenga que ver con situaciones de poder o de clase” asegura.

A nivel nacional, Susana La Rocca es integrante del Comité de Ética y Derechos Humanos que asesora a la Ministra de Salud Carla Vizzotti y confirma que “hemos avanzado en algunos aspectos pero las circunstancias son tan variadas que lo que hay que hacer es capacitar a los decisores para que puedan tomar la medida más justa“.

Se ha logrado consensuar que el criterio para priorizar la atención sea objetivo y tenga que ver con las posibilidades que tenga la persona de resistir la enfermedad. La decisión ya no está en manos del profesional médico o del intensivista, sino que depende de la morbilidad que tenga la persona.

La propuesta de La Rocca se basa en cómo desde la ética se puede cooperar en la toma de decisionesEn este caso particular de pandemia, “la determinación de médicos e intensivistas es mucho mayor porque permanentemente hay que tomar decisiones”.

Por este motivo, la bioética ayuda a decidir en la medida que todos somos dignos, independientemente de nuestra edad, sexo, posición social o económica que tengamos. “Lo que decide quien va primero es la gravedad de la enfermedad que portamos y eso le quita cierto dramatismo a la decisión” concluye la especialista.

También puede gustarle...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *