Aseguran que “no hay control” de las barreras arquitectónicas en Mar del Plata

 

Veredas rotas, falta de rampas en calles y edificios, ausencia de señalética y colectivos de piso alto son sólo algunos de los problemas de accesibilidad con los que cuenta el municipio de General Pueyrredon y que se agravan a medida que nos alejamos del centro de la ciudad.

Para conocer más sobre el concepto de “Barreras arquitectónicas”, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Julieta Villa, Arquitecta marplatense y Magíster en accesibilidad.

Respecto de la presencia de estas barreras dijo: “Son los obstáculos que nos encontramos a diario y que nos impiden circular por la ciudad: pueden ser una vereda en mal estado, raíces de los árboles crecidas, pozos, esquinas sin rebaje suficiente como para poder sortear escalones, cordones, o calles en mal estado. Son barreras que no se circunscriben solamente a las personas con discapacidad sino que presentan obstáculos para la comunidad entera”.

Foto: Veredas intransitables en la ciudad de Mar del Plata.

“Por supuesto que en el caso de las personas con movilidad reducida las consecuencias son más profundas porque resultan un impedimento para desarrollar la vida diaria. Estamos hablando de una imposibilidad para trasladarse de un lugar a otro, de ir al trabajo o al médico. Tener que buscar caminos alternativos es una dificultad muy grande”, aseguró.

En cuanto a la situación particular en Mar del Plata Villa expresó: “En la ciudad se observa que faltan muchas rampas, nosotros les llamamos vados o rebajes, que van en concordancia con la senda peatonal. No hay en todas las esquinas, a veces en una sí y en otra no y eso es una barrera. El panorama es desolador en algunos sectores de la ciudad, hemos trabajado en una práctica sociocomunitaria relevando edificios culturales de la ciudad y haciendo propuestas de mejoras en su funcionamiento. En la periferia está muy mal la situación porque el colectivo ni siquiera es accesible y te lleva a calles que están en muy mal estado. Ahí la accesibilidad es nula. A medida que nos alejamos del centro las condiciones son muy malas, en el centro es un poco mejor. Este problema es una cuestión de derechos: todos tenemos el mismo derecho a circular por la ciudad e ingresar a los edificios”.

Foto: En la periferia está muy mal la situación porque el colectivo ni siquiera es accesible y circula por calles que están en muy mal estado.

Por otro lado, la arquitecta se refirió a la regulación vigente en torno a la accesibilidad y explicó: “Actualmente tenemos la Ley Nacional de Accesibilidad N° 24.314 y después hay proyectos y ordenanzas en las distintas áreas administrativas. En Mar del Plata tenemos la ordenanza 6.997, el Reglamento General de Construcciones, cuyo artículo 6 habla de la accesibilidad. Por eso hay que decir que no es un problema de regulación, es de contralor. Nuevos locales comerciales sin rampas de acceso y sin baños para discapacitados no deberían ser habilitados por Inspección General del municipio. Los aprueba también la Dirección de Obras Privadas. Existe una falla en el tema de la aprobación de esos planos porque las regulaciones se ignoran y se deja un montón de gente afuera”.

“No sólo se trata de falta de accesibilidad en el medio físico, sino también en el comunicacional, es decir en la señalética, que es otra barrera. Por ahí se da la situación de que son locales que están habilitados hace muchos años y nos les exigen esa reglamentación porque en su momento no se les exigió y existen. Por eso tenemos que generar conciencia para que los dueños de esos locales entiendan que si su negocio cuenta con las condiciones de accesibilidad va a recibir más gente, es una oportunidad de negocio. El ente municipal de turismo otorga directrices de accesibilidad a las playas, los hoteles, los locales gastronómicos y les otorga esta directiva de accesibilidad. Si cumplís la ley tenés ciertos beneficios, parece raro pensar que se premie a la gente por simplemente cumplir con la reglamentación, pero se trata de un incentivo para que empiecen a pensar en opciones para todas las personas”, afirmó.

Hay que brindar un servicio para todas las personas y que nadie quede excluido. Adaptarse no es tan complejo.

Finalmente, Villa destacó que “no se trata de regular más sino de promover empatía y de generar conciencia. Hay que brindar un servicio para todas las personas y que nadie quede excluido. Adaptarse no es tan complejo. Si bien hay edificios que son insalvables, donde los escalones no tienen lugar para una rampa o una plataforma autoelevadora, en la gran mayoría se puede resolver la falta de accesibilidad con una obra”.

 

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