Etiquetado frontal: nutricionistas afirman que los octógonos ayudan a modificar hábitos de consumo poco saludables
En los últimos meses los octógonos negros comenzaron a aparecer sobre los envases de los productos en las góndolas de los comercios y supermercados. Exceso de azúcar, de grasas saturadas y de grasas totales, entre otras advertencias, comenzaron a imprimirse sobre algunos empaques de alimentos que los consumidores pensaban que eran saludables.
Para conocer el impacto que tiene la implementación de esta medida en los argentinos, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Gabriela Rimer, nutricionista y miembro del consejo directivo del colegio de nutricionistas de Mar del Plata.
En cuanto al nivel de acatamiento a la ley que se observa en los comercios, Rimer dijo: “Si bien la ley está en vigencia y hay muchas marcas que ya están con sus nuevos envases, todavía existe una prórroga, sobre todo sobre pymes, que se adecuarán recién a partir del mes de agosto. A partir de ese momento todos estarán obligados a incluir los octógonos en los envases cuando corresponda. Es por esta prórroga que se encuentra vigente que sólo algunas marcas exhiben el etiquetado y eso confunde a la población, que cree que un producto que no contiene el octógono es saludable cuando en realidad no es así”.
A lo que añadió: “Se ha pedido prórroga tras prórroga y nosotros tampoco tenemos el listado de cuáles son las empresas que han pedido prórroga. Sin embargo más allá de eso para nosotros es una gran alegría ver cada vez más octógonos negros. En realidad, la alegría sería ver que no están porque los alimentos son saludables, pero celebramos que ahora los consumidores tengan esta ayuda para elegir mejor y conocer lo que consumen”.
En cuanto al espíritu y objetivo de la ley, Rimer expresó: “La ley tiene dos partes, una parte es el etiquetado frontal y se la llama erróneamente ley de etiquetado frontal pero en realidad es Ley de Promoción de la Alimentación Saludable. Como decía, una parte de la ley consiste en etiquetar los productos con octógonos negros alertando a la población sobre nutrientes no beneficiosos para la salud como excesos en grasas, en azúcares, contenido de edulcorantes, cafeína y otros. Estos octógonos tienen que estar presentes en el frente del envase y si son envases muy pequeños figuran como unas líneas negras donde también se alerta sobre el exceso de estos nutrientes. Los parámetros que determinan los excesos no fueron puestos caprichosamente por la legislación argentina sino que están basados en estándares de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)”.
Los parámetros que determinan los excesos no fueron puestos caprichosamente por la legislación argentina sino que están basados en estándares de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Asimismo, para la nutricionista, “la otra parte de la ley indica que se tiene que empezar a generar entornos saludables relacionados con la educación, donde se incluyan en la currícula primaria y secundaria las bases de una alimentación saludable. El objetivo es que las nuevas generaciones tengan información sobre el cuidado de la propia salud”.
Rimer considero que “es una excelente medida la generación de espacios de oferta saludable en las escuelas y después que el consumidor decida, pero con toda la información. Hasta ahora el trabajo que hacemos los nutricionistas con la educación es muy artesanal, nos acercamos a los colegios de nuestros hijos para aconsejar a las autoridades pero no es nada oficial. Esta ley viene a brindar de forma obligatoria la preparación y capacitación a docentes. También comienza a despertar conciencia sobre otros espacios que comienzan a hacerse eco de la alimentación saludable, como los salones de fiestas infantiles”.
¿Qué efecto produce la presencia del octógono en los consumidores?
Es frecuente escuchar cuestionamientos a la medida por parte de personas que sostienen que no necesitaban un octógono para saber que el dulce de leche no era saludable. Sin embargo, para sorpresa de muchos, los octógonos hacen su aparición en los empaques de alimentos que se creía que eran saludables o que se comercializaban como tales. Sobre este aspecto, Rimer explicó: “El octógono ayuda a las personas a tomar conciencia sobre sus consumos porque la información nutricional ya estaba presente en los envases pero requiere de una lectura atenta y comparativa y en muchos casos, cuenta con información que puede ser malinterpretada”.
“A través del relato de conocidos y pacientes uno se da cuenta que el entorno va tomando conciencia, aparecen estos comentarios de gente que creía que un producto era saludable y se enteró que tenía tres sellos”, dijo la nutricionista.
Y especificó: “Pasa mucho con el queso crema light, con las tapas de tarta y otros productos que de pronto tienen exceso en calorías, en grasas y en sodio. Realmente es muy importante este etiquetado para que la gente vaya modificando de a poco sus consumos y comience a priorizar la elaboración casera de ciertas comidas. Es cierto que vivimos en épocas muy difíciles, donde estamos apurados y es más práctico un alimento preparado, pero el espíritu de la ley es reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, con agregado de nutrientes e incluso de conservantes, espesantes, colorantes y otras sustancias no saludables que todavía ni forman parte del etiquetado. La idea no es suprimir estos consumos, nadie dice que prohibamos lo industrializado sino que la gente busque un equilibrio e incorpore más alimentos frescos a su dieta”, expresó.
Estamos ante una epidemia de obesidad y diabetes
Finalmente, Rimer destacó la importancia que tiene la implementación de esta ley en Argentina y dijo: “No es algo que se nos ocurrió a nosotros, en muchos países del mundo se reguló con leyes similares porque nos encontramos ante una epidemia de obesidad y diabetes. Es un problema mundial y podemos decir que es casi una pandemia con consecuencias gravísimas, originada por lo que comemos y que se manifiesta a edades cada vez más tempranas”.
El origen de esta ley no es una cuestión comercial, ni mucho menos: es de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles.
“Para poder prevenir estas patologías es necesario atenderlas desde las infancias. El origen de esta ley no es una cuestión comercial, ni mucho menos: es de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles. Si no modificamos ciertos hábitos de consumo vamos a tener generaciones cada vez más jóvenes con estas patologías. Asimismo, es importante que la población entienda la importancia de consultar un licenciado en nutrición, de asesorarse por un profesional para modificar sus hábitos. Muchas veces sufrimos de intrusismo profesional, porque personas no capacitadas dan consejos sobre nutrición en las redes o en espacios no formales. En Mar del Plata hay más de 300 colegas a disposición para que las personas puedan sacarse todas las dudas que tienen respecto de su alimentación”, concluyó.