Ansiedad en la vida cotidiana: “Si se sostiene en el tiempo puede afectar a la salud física y mental”

Fuente: Télam.

 

Perder el teléfono, el contenido del resumen de la tarjeta, rendir un examen, quedarse sin trabajo, tener un accidente, son miedos que rondan cotidianamente en los pensamientos de las personas y pueden llegar a introducirnos en un estado de ansiedad constante. 

En cuanto a la ansiedad en la vida cotidiana, la licenciada en Psicología Claudia Abraham brindará una charla este jueves a las 18 horas, en el marco del ciclo de encuentros “Hablemos de Salud Mental”, organizado por el Colegio de Psicólogos, distrito X.

Para conocer más sobre la ansiedad y los detalles del evento, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con la profesional, que al respecto dijo: “La ansiedad es un estado emocional que vamos a atravesar todos y está bueno, aunque no nos guste, percibir que tenemos ansiedad. Nosotros habitualmente decimos que estamos ansiosos por un problema que tuvimos con algún aparato que dejó de funcionar o porque estamos caminando por la calle y de pronto nos da miedo que nos atropelle un colectivo. También puedo estar ansioso porque estoy pensando que tengo que dar un examen o asistir a una entrevista de trabajo. Hay ejemplos muy distintos de los que nos puede suceder. Lo que es importante decir es que la reacción de ansiedad va a surgir a partir del miedo. El miedo como emoción origina la ansiedad, es una emoción específica e importante para nuestra adaptación porque tiene una función adaptativa, que es la protección de nuestra subsistencia y nuestra calidad de vida”.

En muchos casos la ansiedad es provocada por miedo a situaciones que no son de naturaleza fatal, pero que no dejan de ser importantes, como la pérdida de un trabajo, perder un celular. Acá se ponen en juego dos situaciones: por un lado, podemos percibir una amenaza concreta para nuestro mundo, nos sentimos en peligro y se pone en funcionamiento esta función de protección. Por otro lado, esta función se puede dar porque esa situación que nos genera ese estado de amenaza tiene un cierto significado vinculado con lo que a mí me importa, tiene un significado personal para mí”, explicó.

Asimismo, agregó que “Al hablar de la ansiedad en la vida cotidiana es necesario transitar por estos distintos conceptos, el concepto de definición de ansiedad, sus manifestaciones y, sobre todo, qué podemos hacer para utilizar la ansiedad como aliada en nuestra vida cotidiana. Aliada para conocer nuestros estados emocionales, para que nos permita estar más activados, que también nos sirva para estar atentos a cuando estamos activados sin necesidad y poder tener estrategias para bajar o salir de esas situaciones. Tener un nivel de ansiedad constante y sostenido en el tiempo nos puede llevar a desarrollar enfermedades tanto físicas como mentales”.

¿Cómo se desencadena este proceso?

Consultada respecto de cómo opera este proceso en nuestra mente, Abraham dijo: “Ante la respuesta emocional de ansiedad, nuestro cerebro va a poner en marcha un proceso que se puede analizar en tres aspectos. El cognitivo, que nos va a hacer sentir como un estado de tensión o de miedo, el fisiológico que se va a caracterizar por un grado de activación muy alto del sistema nervioso, y el motor. En el caso de las manifestaciones cognitivas subjetivas, lo que nosotros observamos sobre lo que sentimos y lo que pensamos, se va a manifestar como preocupación, hipervigilancia, tensión, temor, inseguridad. También se puede manifestar como dificultad para tomar decisiones, para pensar, para concentrarnos. Si esta ansiedad sigue subiendo podemos tener una sensación de pérdida de control, de malestar, pensamientos negativos que además generan un bucle. A mayor ansiedad, mayor cantidad de pensamientos negativos que se retroalimentan negativamente”.

Respecto del nivel de activación fisiológica, la profesional explicó: “Este nivel lo percibimos en cambios de la tasa cardíaca, vamos a tener más palpitaciones, taquicardia. Cambios en el ritmo respiratorio, una aceleración o dificultades para respirar. También va a haber un aumento de la sudoración, cambios en la temperatura corporal, incremento de la tensión muscular. Esto tiene otros factores, porque el ser humano no es sólo la parte psicológica, pero un incremento de la tensión muscular se va a producir en nuestro cuerpo, así como también se pueden dar temblores musculares, sensaciones gástricas, dificultad para tragar, sensaciones de mareos, náuseas y cambios en la presión arterial”.

“El tercer nivel por el cual podemos darnos cuenta que estamos atravesando una ansiedad que obstaculiza nuestro devenir, es el nivel motor observable o conductual. La inquietud motora, la hiperactividad, cuando comenzamos a mover los pies o cuando no podemos parar de hacer cosas. También se observa dificultad para comunicarse, dificultad en el habla o tartamudez. Asimismo, se da una evitación de las situaciones temidas, por ejemplo, si en la esquina de mi casa me robaron el mes pasado, esto me va a generar miedo y se desencadena todo este proceso de protección en el que por un tiempo voy a evitar pasar por ese lugar temido. El tema de la evitación también es un tema que cronifica los estados de ansiedad. A nivel motor se producen tensiones en la expresión facial y se manifiesta comúnmente el llanto también”.

Pensamientos negativos

Muchas veces sentimos que no vamos a poder cumplir con todos los compromisos que tenemos pendientes o nos invade el miedo a no ser capaces de enfrentar algún desafío y esos pensamientos invaden nuestra vida cotidiana. Al respecto, Abraham dijo: “En la mayoría de nuestras respuestas va a haber un nivel de ansiedad y eso me gusta aclararlo, porque si no estamos patologizando absolutamente todo. En estas cuestiones cotidianas tenemos que hablar de que existe una ansiedad normal o adaptativa, que nos permite tener un cierto grado de activación durante el día para hacer nuestras tareas. Y por otro lado existe una ansiedad desadaptativa o patológica, que sería cuando esta ansiedad es muy intensa, muy frecuente, muy duradera y entorpece todo lo que tengo que hacer”.

Sobre el mismo aspecto, profundizó: “Esta ansiedad desadaptativa sucede cuando este bucle del pensamiento se genera a partir de un estímulo interno. Si cuando estoy cruzando la avenida se me viene un colectivo encima, está bien que me active, que me ponga alerta y que salga corriendo. Ahora cuando el pensamiento que origina la ansiedad es interno y tiene que ver con pensamientos negativos en función de nosotros mismos, es ahí donde se genera ese bucle en el que yo puedo decir “no puedo, no sé, no sirvo, siempre me sale mal”. Estos pensamientos negativos hay que aprender a detectarlos, no son generales, son individuales, particulares de cada persona y tienen que ver con la historia de cada sujeto”.

“Dar lugar a estos pensamientos genera mayor ansiedad y a mayor ansiedad mayor activación. Si tengo mayor activación, tengo menos posibilidades de concentrarme en la solución que le tengo que dar a ese problema. Lo que hacemos habitualmente es trabajar con las personas, además de acercarles la información, con cuestiones cotidianas que podemos hacer, por ejemplo, trabajar con nuestra respiración. La respiración habitual nos conecta con el aquí y ahora y cuando estamos conectados con el aquí y ahora, podemos cortar este círculo vicioso de pensamiento negativo y ansiedad. Cuando yo no estoy ocupado en una actividad aquí y ahora, mi mente puede ir a cualquier lado, a lo que tengo que hacer después o a algún problema que tengo y eso me genera ansiedad. Si yo me embarco en esa ansiedad no voy a poder estar atento a las tareas que tengo que realizar en este momento, comienzo a sentirme inseguro y eso refuerza cada vez más mi ansiedad”, agregó.

¿La tecnología nos expone cada vez más a estímulos que nos generan ansiedad?

Consultada respecto del vínculo entre el uso de la tecnología y la ansiedad, Abraham expresó: “Hay muchos estímulos externos a los que tenemos que estar atentos para proteger nuestra vida. Hay una serie de estímulos externos que podemos empezar a recortar porque si nosotros nos exponemos todo el día a informaciones que nos llegan por el celular, por ejemplo, puede inducirnos a un estado de ansiedad. Yo sé que es un avance que nos conecta con un montón de gente y nos facilita en un montón de cosas la vida, pero como con cualquier cosa, cuando estamos dependiendo de algo absolutamente todo el día también nos genera miedo”.

Fuente: Télam.

Muchas veces, a través de las redes y los medios estamos expuestos constantemente a información negativa. No se trata de negar la realidad, pero si tenemos que entender que nos ofrece un recorte de la realidad y no podemos enfocarnos solamente en esas informaciones negativas”, explicó.

Hablemos de Salud Mental

Finalmente, Abraham se refirió al ciclo “Hablemos de Salud Mental”, organizado por el Colegio de Psicólogos distrito X y dijo: “Este ciclo es muy importante porque genera un espacio para hablar de Salud Mental. La idea es visibilizar la disciplina de la psicología en temas que son de interés para la comunidad y poder brindar y compartir una palabra técnica y profesional, avalada por la formación que tenemos los profesionales de la psicología”.

Sobre el evento, que tendrá lugar este jueves a las 18 horas en el Shopping Los Gallegos, dijo: “Queremos acercar el campo de la salud mental a la comunidad y potenciar la posibilidad al hacerlo en un lugar céntrico, con entrada libre y gratuita, donde nuestras charlas están destinadas a la comunidad en general”.

 

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