Continúa la preocupación en torno al estado edilicio de la Unidad N°15 de Batán

En septiembre del año pasado la Justicia de Mar del Plata restringió el ingreso de nuevas personas detenidas al complejo penitenciario de Batán Unidad 15, luego de que una evaluación sobre las instalaciones diera a conocer una sobrepoblación y deterioro estructural del edificio. Han pasado 8 meses y la gravedad de la situación es cada vez mayor.

La jueza Mariana Irianni, que está a cargo del Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil Nº1 de Mar del Plata, comentó a PORTAL UNIVERSIDAD que el asunto más urgente al día de hoy es en el sector de los talleres, “este tema puntual de los talleres no es nuevo, está presente desde la exposición de Habeas Corpus Correctivo que ha tenido por objeto iniciar un proceso de negociación consensuada con el Poder Ejecutivo para que definitivamente ponga manos a la obra y arregle un edificio que esta notoriamente deteriorado en general en todos sus aspectos de habitabilidad”.

La Cárcel de Batán es de mediana y máxima seguridad y se divide en dos alas. Al final de aquellas dos alas hay espacios de talleres. Uno de ellos es de estructura muy alta, un tipo de construcción que hoy en día ya no se hace. “Toda la mampostería de una de las paredes cedió y se vino abajo, quedó la estructura de hormigón corroída. Ahora uno de los dos talleres está deshabitado y el otro habitado por personas que trabajan ahí con el mismo peligro y riesgo de derrumbe”, explicó Irianni sobre el estado al que calificó como “una situación de suma emergencia”.

Por este motivo la jueza intimó al gobierno provincial a avanzar con la demolición de los talleres: “Después de haber realizado dos audiencias vamos ya camino de la tercera en julio y no logramos que las autoridades del Ministerio de Justicia contraten, al menos en forma de emergencia, una cuadrilla para hacer esa demolición”.

La necesidad de llevarla a cabo fue constatada en dos pericias que efectuaron peritos de la Suprema Corte de Justicia Provincial, “realmente no ha quedado más remedio que tomar esta decisión con la intención de salvaguardar las vidas de las personas”.

El rol de los talleres dentro del penal

En uno de esos talleres hoy se elaboran envases para líquidos y en el otro sector funciona una bloquera de ladrillos de cemento que se hacen con el descarte de plástico que genera la actividad. “En general hay actividades productivas dentro de la unidad que se van realizando en los espacios que van quedando habilitados, hasta que hay que clausurarlos. Sucedió lo mismo con toda la zona de sanidad que quedó deshabitada”, dijo Irianni, quien agregó que “el problema es que las condiciones básicas edilicias no se cumplen, tenemos techos filtrados, paredes que se caen a pedazos y ni hablar del sistema de luz, agua y cloaca. Hay que empezar a pensar secuenciada mente como ir arreglando pabellón por pabellón y estamos esperando llevamos ya 8 meses para que nos presenten, aunque sea un plan a 10 años”.

“Yo siempre destaco que la Unidad 15 se sostiene por el esfuerzo humano de las personas que trabajan y de las personas civiles que ingresan. Es impresionante ver la cantidad de autos que hay en el estacionamiento y la innumerable cantidad de voluntarios que hay que corren riesgos de vida cuando entran esa unidad”, explicó Irianni. Esas personas fueron las que recientemente taparon los pozos de las cloacas.

El traslado no es una opción factible

En el mes de noviembre en una audiencia posterior a la recorrida y primer relevamiento pericial, el Ejecutivo Provincial se comprometió a trabajar con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para elaborar un plan de puesta en valor. Irianni comentó: “Recién en abril nos dijeron que no han presentado nada en el marco de ese convenio al que se había suscripto y supuestamente se habían destinado 5 millones de pesos”.

Al día de hoy la provincia no presentó nada por parte del Ministerio de Justicia y, según declaró Irianni, “hizo cuestiones mínimas, trabajo en a las tapas de cemento para tapar los pozos y ha cambiado algunos termotanques que estaban muy viejos, con instalaciones que obviamente son todas clandestinas”.

Por estos mismos problemas en septiembre la jueza había presentado una medida cautelar que impedía el ingreso de más detenidos. “La cautelar original fue para que no ingresen más personas que no sean de Mar del Plata a la 15 y sigue vigente. De todos modos, la cárcel esta sobrepasada de cupo, hay 1610 internos para un cupo de 740”, explicó.

El traslado no es una opción factible en relación a las personas oriundas de Mar del Plata. Los internos necesitan tener visitas familiares como parte del proceso de reinserción social, “trasladarlos complica mucho ese proceso y deteriora mucho la calidad de vida y no estaría dentro de las mejores opciones. En todo caso, si hay que llevarse a las personas que no son de acá, que también son muchas. Pero entiendo que esta toda la provincia en esta misma situación de emergencia”, dijo la jueza.

El arreglo actualmente no se puede realizar porque hay 100 personas por pabellón a las cuales se debe trasladar para acondicionar la estructura. “El área de las mujeres es la que está en mejores condiciones de todas y se pretende al menos que así se mantenga, que si algo se deteriora se pueda acondicionar a tiempo porque si no es una tarea titánica hacer de vuelta semejantes estructuras, cualquier propuesta o plan tiene que incluir el mantenimiento de la institución”.

Fuente: Fiscales.gob.ar

Este problema no es excluyente, “es un tema complicado la restauración de todo lo que son edificios públicos. Durante años y gestiones se ha abandonado el tema de mantenimiento, son estructuras muy grandes hechas con otros conceptos y realmente hay que pensar en poner en valor esos edificios. En la ciudad también sucede con hospitales, escuelas. Es una situación generalizada de las instituciones y la cárcel lamentablemente no quedo afuera de esa lógica”, comentó Irianni.

es un tema complicado la restauración de todo lo que son edificios públicos. Durante años y gestiones se ha abandonado el tema de mantenimiento, son estructuras muy grandes hechas con otros conceptos y realmente hay que pensar en poner en valor esos edificios. En la ciudad también sucede con hospitales, escuelas. Es una situación generalizada de las instituciones y la cárcel lamentablemente no quedo afuera de esa lógica

“En muchos casos hasta perversamente es el último orejón del tarro”, dijo Irianni e hizo referencia a que esta situación fomenta la reincidencia: “Han pasado por un espacio donde no pueden hacer un taller, no pueden trabajar, no pueden estudiar… es muy difícil hacer que una pena se cumpla en esas condiciones. Está todo vinculado, no es un capricho ni es una cuestión personal sino es una cuestión funcional, es una función del estado que no se está cumpliendo como se debe”.

 

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