Adoptar niños grandes: una posibilidad que no es tenida en cuenta por la mayoría de las familias
En Argentina, hay alrededor de 10.000 niños, niñas y adolescentes institucionalizados, pero sólo unos 2.000 se encuentran en condiciones de adoptabilidad, de los cuales el 80% son mayores de 8 años, cuando el 90% de las familias aspiran a niños menores de 5 años.
Bajo el hashtag #AdoptenNiñesGrandes, un gran colectivo de madres y padres autoconvocados bregona por la adopción de niños, niñas y adolescentes grandes en nuestro país. A través de las redes sociales (IG @adopcionng y TW @AdopcionNG), comparten historias sumamente conmovedoras y clarificadoras sobre aquellas infancias que crecen en instituciones.
Desde Portal Universidad, nos comunicamos con una de las protagonistas: se trata de Paula Resnik, referente de Adopción NG y madre de Verónica, a quien adoptó con 14 años, luego de haber criado a dos hijos biológicos y animarse con la película ‘Joel’ de Carlos Sorín: “Hace un poco más de un año, nos encontramos un grupo de padres en Twitter, hablando sobre nuestra experiencia como padres por adopción y nos juntamos en un grupo de WhatsApp, y así, empezamos a compartir lo que nos iba pasando día a día en nuestras familias y nos dimos cuenta de que hacía falta visibilizar a estos chicos grandes que estaban esperando una familia. No se hablaba de ellos, nadie sabía dónde estaban, qué pasaba con ellos… No era un tema en agenda y se nos ocurrió formar este colectivo. Queremos visibilizar a estos chicos, no romantizar la adopción. Pasamos todos por las mismas crisis, mismos problemas, y apoyarnos era más fácil. Queremos desmitificar el tema de la adopción en Argentina”.
Hoy es viernes de hilo de #AdoptenNiñesGrandes y va la segunda vuelta de nuestra familia, esta vez con el tema #LaFamiliaBiologica
A Vero la queremos con toda su historia. Ella ES su historia, y vamos a ayudarla a resignificarla si eso fuera posible. Y está siendo.@AdopcionNG
👇 pic.twitter.com/KfABbk1nEx— Paula Resnik (@niunSiniunNo) August 11, 2023
En cuanto a su propia vivencia junto a su ahora joven hija adoptiva de 20 años, Paula detalló: “Llegué a la adopción hace 5 años. Estaba sola, sin pareja y tenía 2 hijos biológicos de 27 y 24 años. Ya pensaba que como mamá no iba a tener más hijos, hasta que un día vi ‘Joel’ y me enteré que existían estos chicos, la realidad de los chicos grandes que esperan una familia, y ahí me di cuenta que en la realidad no era difícil adoptarlos, en cuanto al trámite, y se prendió en mí ese deseo y la posibilidad de integrar a nuestra familia a un chico grande que no la tuviera. Mis hijos me apoyaron, me inscribí en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUADA), y al poco tiempo, me enteré de una convocatoria pública, que es donde estaba mi hija. Luego conocí a Verónica, que a los 14 años ya estaba con nosotros en casa”.
“Es difícil cuando ella ya tenía 15 años, encontrarse con esa historia que hay que integrar y respetar, sus hermanos biológicos, sus padres biológicos que viven y tienen contacto con ellos… Hubo que construir un familión y darle lugar a su identidad integrando lo anterior, construyendo los nuevos vínculos con todos. Es un gran trabajo, con muchas idas y vueltas, y todo esto sumado a la adolescencia de cualquier chico. Ella estuvo 4 años viviendo en distintos hogares, donde no hay un clima familiar, donde vuelve de la escuela y no tiene donde invitar a sus amigos, alguien que la ayude con la tarea, salir un viernes a la noche… Había un montón de cosas que le faltaban y hubo que construirlas de apoco, y el vínculo madre hija también es toda una construcción de a poco. Es una identidad muy formada a esa edad, pero con convicción, seguridad y amor se puede ir construyendo”, agregó.
‘Joel’ es una película argentina del año 2018, dirigida por Carlos Sorín, y protagonizada por Victoria Almeida, Diego Gentile, Ana Katz y el niño, Joel Noguera. “Cecilia y Diego, una pareja en sus treinta largos, se han radicado hace pocos años en Tolhuin, un sufrido pueblo de Tierra del Fuego, a raíz del trabajo de él como Técnico Forestal. Ante la imposibilidad de concebir hijos, iniciaron un buen tiempo atrás el trámite de adopción. La repentina llegada de Joel, de 9 años, quien carga con una dura historia de vida, revoluciona sus vidas. Las ilusiones, un acelerado proceso de aprendizaje de la paternidad, y el desafío de educarlo e insertarlo en esa pequeña comunidad patagónica, pondrán bajo la lupa sus propios esquemas de vida, y un conflicto que se desata en la única escuela pública del lugar donde acude el niño, tensará el vínculo social y la propia relación de la pareja”, relata su sinopsis.
¿Qué pasa en Argentina con la adopción de niñes grandes?
Paula Resnik también analizó en Portal Universidad, la situación actual en nuestro país respecto a las posibilidades de adoptar: “El Código Civil cambió. Ya no hay entregas directas, uno puede adoptar solo, con una pareja homosexual, hay distintas conformaciones de familia. Estos chicos que están esperando, están en un registro único. Primero se ve en su zona si hay candidatos; cuando no hay, se amplía a todo el país. Pero cuando no existe ningún candidato, se llama a una convocatoria pública, a todas las personas, aunque no estén en el registro”.
“En nuestra página, buscamos familia. Podemos ver a todos los chicos en esa situación, donde se describe muy brevemente al niño y su situación o grupos de hermanos, porque se trata que sigan juntos. Y ahí se evalúa la situación para cada uno de esos niños en particular. Todos los lunes, difundimos una convocatoria en particular y tuvimos varios casos que están con una familia. Y los viernes, publicamos un hilo en Twitter y en las historias de Instagram, relatos reales. En todo este año, se empezó a hablar bastante más de la adopción de niñes grandes y la idea es esa, que no haya chicos esperando una familia porque tener familia es un derecho humano básico, y ser niño o adolescente y no tener familia es una situación insoportable”, explicó.
Concluyó: “Desde la ley, a nosotros nos parece que está muy bien; lo que falla en muchos casos son los tiempos de aplicación. Lo que dice la ley es lógico, sería bueno que se aplique siempre bien en tiempo y forma. En las escuelas, hace falta concientización en los docentes. Nosotros trabajamos con la Defensoría del Pueblo para hacer una guía para los docentes, pero en las escuelas hay herramientas para que funcione bien esto. Están los proyectos para que los chicos tengan su plan pedagógico individual. De a poco, la gente va tomando conciencia”.
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