Remises y taxis, entre la inseguridad y la necesidad de trabajar
La pospandemia sigue demostrando que la sociedad ha cambiado en su forma de consumir y vincularse. En algunos casos por elección propia y en otros por fuerza mayor. Y en ese cambio, todos los sectores continúan en proceso de adaptación mientras se afirman nuevas tendencias. En paralelo, la crisis social hace mella en el asunto generando que los propios choferes no salgan a prestar servicio en la nocturnidad por sentirse “desprotegidos” ante cualquier situación de riesgo.
Las luces de las vidrieras ya no revisten los distintos paseos de la ciudad donde se concentraba el mayor flujo de personas. Los comercios de barrio se han expandido, pero también se suman a esa nueva lógica horaria. Las posibilidades de vender a través de los distintos canales tecnológicos han contribuido en reducir la jornada laboral detrás de un mostrador para llevarla delante de una pantalla. Sin embargo, en la calle aún se pueden ver circulando taxis y remises llevando y trayendo pasajeros, subsistiendo a una realidad que cada vez los afecta más.
Cómo afecta a los taxistas
Los hechos de inseguridad reiterados son el primer punto de conflicto en este tema que ya viene de tiempo atrás. “Siempre ocurrieron este tipo de actos vandálicos en la noche, pero en los últimos 20 años ha ido en aumento. Lamentablemente no somos la excepción de la gente. Nosotros sufrimos con más peligro porque no tenemos respaldo, estamos desprotegidos. Así como no hay gente en la calle tampoco hay patrulleros”, sostuvo el Secretario General del Sindicato Marplatense de Peones de Taxi (SIMPETAX), Miguel Rodríguez.
“Después de la pandemia hubo una baja de servicio porque mucha gente dejó la actividad y no se volvió a incorporar. Después, con la tarifa nocturna se volvió a recuperar el servicio pero después nos encontramos con la competencia desleal de las aplicaciones”, agregó el responsable de SIMPETAX.
Cómo impacta en los remiseros
El punto de vista cambia desde la óptica de los remiseros, aunque mantiene cuestiones en común. “El trabajo en la noche no ha mermado por las aplicaciones sino porque la gente ha retraído el consumo en todo tipo de negocio y servicio. En cuanto a la inseguridad, a nosotros no nos afecta tanto desde el pasajero sino del entorno. A nosotros nos tienen que llamar, estar registrados, esperarnos y eso da otras certezas de quién se están subiendo. Algunos barrios se han vuelto muy difíciles”, afirmó Guillermo Messina, titular de Remicoop.
Más allá de esto, no se pierde de eje que tanto remiseros como taxistas están prestando un servicio público. “Cuando vos prestás un servicio tenés que pensarlo para todos, no solo para los que viven en el centro. El 80% de los viajes a la noche son en zonas periféricas porque el transporte público de colectivos no funciona como debería funcionar. No se puede esperar 40 minutos en la intemperie a que pase una línea”, aclaró Messina.
Hoy por hoy, unos 250 autos (50% de la flota) de Remicoop presta servicio nocturno. “Nosotros trabajamos bien de noche porque las nuevas aplicaciones que están circulando a las 3 de la mañana no existen. No hay que pensar a Mar del Plata solo en Rivadavia y San Luis”, concluyó.
Los números en Mar del Plata
Hoy, la ciudad cuenta con una flota total de 3231 licencias distribuidas entre taxis (2147), remises (715) y autos rurales (269) de los cuales se estima que 900 prestan servicio de noche. Esa cifra es similar a la de hace 30 años, con la diferencia de la cantidad de habitantes que hoy tiene la ciudad. En 1991, el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas contabilizó unos 500.000 marplatenses mientras que en 2022 la cifra rondaba cerca de los 700.000.