Inflación y dólar: “La gente no termina todavía de entender que hay un cambio de modelo”

¿Por qué aumentan las cosas si el dólar no sube?“, una pregunta que nos hacemos a diario en relación a las variaciones de precios que atraviesa la Argentina. En el inconsciente colectivo, si moneda extranjera crece en su valor en pesos, los alimentos y los servicios, principalmente, lo hacen en igual proporción, por lo que, si el dólar baja, debería suceder lo mismo. Pero el tejido económico del país se vuelve complejo y más aún por el cambio radical en la forma de conducción desde el 10 de diciembre con la asunción de Javier Milei.

Para entender este contexto, desde Portal Universidad dialogamos con el economista y docente universitario, Ricardo Panza, que se explayó sobre este tema, explicó el funcionamiento del sistema económico en estos tres meses y anticipó lo que puede venir.

Lo primero a tener en cuenta es el cambio de modelo y como afecta esto al mercado cambiario. “La gente no termina todavía de entender que hay un cambio de modelo, que implica la modificación de las ecuaciones que lo componen mientras que en las anteriores figuraban que el dólar subía porque había mayor demanda que oferta y esto empujaba los precios. Enrtonces, lo que se ha modificado básicamente es el cómo se determina la cotización del dólar en el mercado, donde aparece tu nuevo demandante y donde aparecen muy nuevos oferentes”, sostuvo el académico.

Esta alteración a la forma en la que se venía llevando adelante la economía argentina también rompió el lazo entre la tasa de interés, tipo de cambio y precios. “Con la dinámica antigua digamos tiraban todos juntos de la misma soga, ahora tienen diferente motor por así decirlo y se verá qué motor tiene cada una de las cosas. Los precios están en una dinámica claramente descendente. Veníamos de una inflación del 25,5%, pasamos a 20,6 y ahora el gobierno argumenta que la próxima cifra será del 15%”.

En relación a esto último, hay que destacar que las medidas económicas tienen como objetivo achicar el déficit fiscal y detener la emisión monetaria. “Hemos saltado abruptamente de un déficit fiscal del 5% a un superávit fiscal de un 0,5%. Ha sido un ajuste durísimo pero muy efectivo. Y como consecuencia de eso se cortó en seco la emisión. Esto es lo que está provocando la inflación descendente que de todos modos tiene una sinergia muy especial que tiene demoras de entre seis y 24 meses, generalmente“.

 A esto se suma el movimiento de la moneda extranjera que funciona como termómetro en la sociedad. Si bien el valor blue ha estado en baja en las últimas semanas, el oficial mantiene su ritmo en alza. “Como consecuencia de la restricción monetaria de pesos lo que está empezando a pasar es que antes, a la gente que le sobraba moneda nacional compraba unos dólares para poder acompañar o protegerse de la dinámica  inflacionaria. Ahora esos pesos no están, con lo cual ese excedente de demanda dejó de existir. Y la segunda cuestión que pasa es que, en sentido contrario, la gente empieza a tener vencimientos cortos en pesos, porque justamente la dinámica inflacionaria es más lenta y sigue aumentando los precios. Entonces tienen que vender dólares para pagar sus vencimientos. La conclusión es que la gente vende más dólares de los que compra y esto es lo que hace que su valor descienda”.

La brecha entre el oficial y el paralelo

Una de las primeras medidas del equipo económico de la presidencia fue  devaluar el tipo de cambio y establecer una tasa de microdevaluación que ronda en el 2% mensual para que la distancia entre ambos valores sea lo más chica posible. “Lo que se está viendo es que para ir a una convergencia que termine de cerrar la brecha hay que modificar o acelerar levemente esta tasa de microdevaluaciones. En principio puede ser que se la tienda a llevar del 2% al 5% mensual“, manifestó Panza.

También hay que considerar los distintos valores del dólar. “Los exportadores tienen un dólar blend que es 80% de tipo de cambio oficial y 20% de contados por liquidación, eso estimula a que los exportadores liquiden parte de las divisas en forma obligatoria, en una libertad 80/20. Teóricamente, cuando la brecha esté por debajo del 10% es que ya se estaría en condiciones de levantar el cepo. Hay que ver estas medidas orientadas hacia la liberalización total del mercado cambiario, algo que según el gobierno podría llegar recién en julio”.

El Impuesto PAIS

El Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), es un tributo que se debe abonar sobre ciertas operaciones en moneda extranjera que comenzó como un tributo de emergencia aplicado a nivel nacional y que se ha convertido en una herramienta de recaudacion muy relevante. “Algún día, cuando se levante el cepo, tendría que desaparecer. Ya se anticiparon los gobernadores a pedir la coparticipación de este impuesto habida cuenta que si no se les da ganancia, que reciban de este otro. Pero todo cae marcado con un plan de reformas que viene demorado”.

Acá también entra en juego el Pacto de Mayo que incluye en uno de sus puntos la reducción del gasto público sobre el Producto Bruto Interno (PBI) a los valores históricos del 25%. “Poniéndolo en contexto, en Estados Unidos, el gasto público es del 24%. En Argentina era así, pero durante los últimos 20 años llevaron el gasto sobre el PBI a un 42%, lo que implica un tamaño de Estado muchísimo más grande, mucho más presente en toda la actividad económica y también financiado como mucho más impuestos. Si la reforma del Estado fuese a la misma velocidad, uno puede ir reduciendo el tamaño del gasto del Estado y uno pueda renunciar a esta recaudación sin perde puntos de PBI o sin ocasionar déficit fiscal, con lo cual el apuro que tiene el presidente es aprobar el plan“, concluyó el especialista

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