Estudiantes de Derecho de la UNMDP expusieron trabajos sobre inteligencia artificial

Los estudiantes de la cátedra de Inteligencia Artificial, Tecnología y Derecho presentaron este mes sus trabajos finales de investigación en el aula de tesis de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Dentro del ámbito de las Universidades Públicas, se trata de la única currícula centrada en el impacto de la IA y sus desafíos regulatorios, que resulta de cursada obligatoria en la carrera. La misma fue introducida en el Plan de estudios 2018 y comenzó a dictarse en 2019.

Conscientes del crecimiento exponencial que tiene la implementación de la inteligencia artificial y la transformación que genera en diversos sectores desafiando las fronteras del conocimiento humano, desde la Cátedra – a cargo del abogado y docente Federico Álvarez Larrondo – manifestaron su objetivo de apostar a la difusión de la experiencia “a fin de multiplicar las visiones harto necesarias en la construcción de un mundo tecno responsable y ético”

Para conocer más sobre la organización, el desarrollo y contenido de las exposiciones desarrolladas, desde Portal Universidad dialogamos con las estudiantes de la carrera de Derecho y alumnas de la asignatura, Camila Sgro y Camila Martínez, quienes presentaron un trabajo final que vincula dos universos: el ciborg y el jurídico.  

¿Qué es un ciborg?

Para poder adentrarse en la temática de su trabajo, las entrevistadas debieron partir de la definición de ciborg: “Un ciborg es un organismo cibernético, que combina lo biológico con la tecnología. Este concepto proviene de un movimiento cultural llamado Transhumanismo, que aparece en los años 60 aproximadamente, y que aboga el cambio en el cuerpo humano y la mejora de las capacidades físicas y psicológicas”, afirmó Martínez.

Pero más allá de la definición dada, las alumnas aclararon que existen numerosas teorías que estudian la temática ciborg, y la mayoría de ellas poseen una visión distinta sobre su definición: “De hecho, por ejemplo, en el caso de una persona que posee un monitor Holter para chequear la actividad de su corazón, ahí depende de la postura que se adopte sobre la temática. Hay quienes podrían considerar a esa persona un ciborg; unas posturas más restrictivas y otras más amplias que consideran que dispositivos tales como un implante coclear o un marcapasos, te hacen un ciborg”, agregó Sgro.

Neil Harbisson, el primer ciborg de la historia

En la entrevista, las alumnas mencionaron algunos casos de personas reconocidas como ciborgs. Uno de ellos es el de Neil Harbisson, artista de origen hispano-irlandés, quien ha sido la primera persona en el mundo en ser reconocida como ciborg por un gobierno. 

Neil Harbisson

Desde pequeño, Harbisson sufre acromatopsia, un trastorno de la retina hereditario caracterizado por la ausencia de visión para todos los colores. Para dejar de ver el mundo en una escala de grises, se implantó una antena en su cabeza, que le permite percibir tanto los colores visibles como no visibles gracias a vibraciones sonoras en su cráneo. De esta forma, no observa los colores que le rodean sino que los “escucha”.

Hoy, Harbisson desarrolla sus actividades al frente de Cyborg Foundation, una organización internacional dedicada a ayudar a los humanos a convertirse en ciborgs, así como a promover su arte y defender sus derechos.

Ciborgs ¿Evolución de la especie? ¿Nuevo sujeto de derecho?

“Nosotras nos planteamos una pregunta, que fue si los ciborgs son una evolución de la especie o no,  ya que esto trae un montón de cambios de paradigma. Lo cierto es que la respuesta todavía no la tenemos, ya que al tratarse de una temática que la gente considera muy novedosa, todavía no existe una respuesta específica. Es algo que se sigue viendo como futurístico. Y eso que el término ciborg fue utilizado por primera vez en 1960, así que ya es antiguo”, mencionó Martínez.

Además de la hipótesis elaborada, las alumnas afirmaron que para su trabajo final también realizaron encuestas, unas dirigidas al público en general y otras específicamente apuntadas a los distintos especialistas del Derecho –  magistrados, funcionarios del Poder Judicial, abogados particulares y docentes universitarios – en las que evaluaron si los encuestados conocían el término ciborg: “Lo que observamos en las respuestas es que la mayoría dijeron que sí y otros que no estaban seguros. O sea, que muy pocos dijeron que no conocían dicho término”, mencionó Sgro.

En cuanto a su visión personal del ciborg, Martínez entiende que el término es mucho más amplio que la mejora de las capacidades humanas. Sgro, por su parte, afirmó: “Hay un profesor de la MIT que tiene las dos piernas amputadas y dio charla TED en la que afirma que se considera un hombre biónico y no un hombre ciborg. Entiende que lo será cuando su cuerpo y su mente sean uno solo. Hoy él se toca las piernas y no las siente. Entonces considera que las personas serán ciborgs cuando logren tener todos los sentidos en ese implante que se hace. Considero que nos falta mucho para eso, y siempre debemos partir de que un cyborg tiene base humana, de lo contrario sería un robot.  Aquí se tiene que combinar lo biológico con lo cibernético. Mucha gente confunde un robot con un ciborg, y este último siempre va a tener esencia humana, ya que se trata de una persona”.

Fuente: istock

Consultadas sobre si existe alguna regulación legal en nuestro país vinculada al mundo ciborg, Sgro manifestó: “La realidad es que en nuestro derecho no hay nada que hable directamente de un ciborg, sino que todo se abarca indirectamente. En derecho hay más preguntas que respuestas, por eso pienso que es algo que se tendrá que observar en un futuro cercano. No creo que una persona ciborg no sea persona, pero sí creo que por ahí no lo podríamos encuadrar en persona humana o persona jurídica, tendríamos que crear un nuevo término  – persona cyborg – o ver cómo encasillarlo en alguno de estos dos que existen”. 

“Persona jurídica, persona humana y persona ciborg, es algo que tendríamos que legislar. El ciborg puede tener derechos y contraer obligaciones, de eso estamos seguros, es una persona. Pero, a la vez, el dispositivo que posee o le implantan no es de él. Entonces, hay un montón de planteos que se pueden hacer en el derecho. Sobre, por ejemplo, si se roban esa parte. ¿Es una lesión a la persona? ¿Es un daño? Hay muchos planteos que se tienen que hacer y que me parece que la persona humana no termina de abarcar todo el concepto de ciborg”, agregó. 

El desarrollo del trabajo final y la elección de la temática

Con respecto a la organización del trabajo final, las entrevistadas explicaron que desde la Cátedra se les solicitó a los estudiantes la conformación de grupos de tres integrantes, quienes debían llevar adelante el trabajo con el apoyo de la aplicación de inteligencia artificial ChatGPT, a fin de incorporar al chatbot como un compañero más con el cual interactuar para valorar la certeza de sus respuestas.

La elección de la temática tuvo que ver con una selección realizada entre distintos tópicos propuestos por los docentes: “Nos dieron una grilla de temas donde por grupos teníamos que elegir tres. Luego el profesor te asignaba uno de ellos”, mencionaron las alumnas.

La investigación y el debate de cuestiones que colocan a la inteligencia artificial como protagonista fue uno de los puntos álgidos que Sgró y Martínez remarcaron del trabajo realizado: “Esta experiencia me encantó, porque solemos tener un concepto antiguo de la carrera de Derecho, el del abogado con toga, que en algunas clases se sigue transmitiendo así, mediante monólogos. Y esto está buenísimo porque rompe un poco con la estructura de lo que es la carrera”, manifestó Martínez.

 

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