Casa Mauduit: 113 años de historia de Mar del Plata en el Complejo Universitario

 

Ubicada en Funes y Roca, la Casa Mauduit es parte del Complejo Universitario y cuenta con 113 años de historia. Miles de estudiantes pasan el día alrededor de ella, y otros tienen el placer entrar, aunque muchos no conocen su historia y no entienden porque está ubicada allí, se edificó en 1909 y en 1994 fue declarada Interés Patrimonial, siendo una vivienda histórica para Mar del Plata.

Utilizada a partir de 1974 como guardería para los hijos del personal de la Universidad.
Fuente: Fotos viejas de Mar del Plata

A partir de 1974, funcionó la guardería para los hijos de los trabajadores universitarios, y con el inicio del retorno a la democracia, el Colegio Arturo Illia inició sus actividades allí.  A más tardar, con la reapertura de la Carrera de Psicología, funcionó el Departamento de Orientación Vocacional, y más tarde fue asignada la Facultad de Psicología, donde se desempeñaron grupos de investigación, centros de impresiones, aulas, etc. Actualmente, funciona una de las pocas cámaras Gesell que existen en la ciudad.

Ángel Chiatti, Licenciado en Letras Hispánicas en la Universidad Nacional de Mar del Plata, vivió 14 años allí y con el paso del tiempo su hogar se convirtió en parte de la UNMDP. Portal Universidad dialogó con Chiatti sobre su infancia y cómo terminó por convertirse en parte de la casa de altos estudios.

En 1951 se instaló junto a sus padres en lo que en su momento fue la quinta Mauduit. “Se realizó a principios del siglo XX por un paisajista francés, Fernando Mauduit, que diseñó otros espacios urbanos de la ciudad. En esa época todo eso era un descampado, un monte lleno de robles”, declaró.

Fuente: Blog En Letra de Molde

Recordando su niñez Chiatti explicó que “había dos casas, una era esta, que tenía otra más pequeña abajo con un comedor gigante, y la otra era la Casa del Puente. Eran 8 o 10 manzanas sin nada”.

En los años 60 el terreno fue vendido y loteado, “eran cuatro manzanas y media todas en bloque. Se loteo y mi padre compró un par de terrenos, uno frente a Psicología y otro en Roca, y la Universidad se quedó con las dos manzanas actuales logrando mantenerlas en bloque”, expresó el Licenciado.

“Vivimos 14 años allí, hasta que terminé el secundario. Mis papás se quedaron trabajando para la Universidad como no docentes, cuidando toda la parte forestal. Toda mi infancia pasó en esa casa, en esa quinta. Todos los árboles que están allí los plantó mi viejo”, destacó.

Toda mi infancia pasó en esa casa, en esa quinta. Todos los árboles que están allí los plantó mi viejo

Luego del loteo y con la llegada de la Universidad, la casita Mauduit, “se usó como guardería, después pasó a la Facultad de Psicología y en 2019 se reinstauró. Fue restaurada, volviendo a su estado original y reciclada, porque abajo se hizo la cámara Gesell”, comentó.

La casa histórica de Fernando Mauduit sobre la calle Funes. Todavía está en pie en el complejo Universitario. La foto es anterior a la construcción del Complejo a fines de la década del 70. Gentileza Roque Martínez
Fuente: Fotos viejas de Mar del Plata

Chiatti estudió Letras en la Facultad de Humanidades de la UNMDP e hizo hincapié en que “hubo un año en que por falta de espacio curse en lo que era mi habitación, donde dormíamos con mi hermano”.

“Imaginate que cosa extrañísima pensar que cuando era chico, un adolescente que pasó tanto tiempo en ese lugar lleno de árboles, tiempo después iba a cursar una materia de mi segunda vida profesional en lo que había sido mi habitación. Estas vueltas que tiene la existencia“, expresó.

Lo más llamativo de la historia de Chiatti es que, la quinta dejó de ser su casa para ser su sitio de estudio, sin dejar de ser nunca su hogar. “Hay historias de todo tipo en esa casa”, afirmó.

El licenciado hizo referencia a las restauraciones que se hicieron en el 2019 y destacó que “el espacio geográfico es un espacio cultural siempre, es muy importante sostenerlo porque una parte de la memoria colectiva se va generando allí”.

Casita histórica actualmente

“Me parecen gestos culturales muy importantes para mantener la memoria viva y no producir cortes generacionales. Toda cultura está para ser alterada pero no olvidada, es un gesto importante para cobrar identidad cultural”, finalizó.

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