Pobreza en Mar del Plata: aseguran que hay vecinos que ya no son pobres porque pasaron a ser indigentes

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) reveló los datos de pobreza e indigencia en Mar del Plata: actualmente la ciudad cuenta con 199.171 personas pobres y otras 54.250 personas en situación de indigencia. El informe corresponde al último semestre de 2022 y arrojó que en la ciudad se registra un 30,4% de pobreza, lo que representa una reducción en 2 puntos porcentuales respecto del primer semestre. El descenso es aún mayor si se compara con el primer semestre de ese año cuando el índice fue de 35%. Por otro lado, la indigencia registrada es de 8,3%y  tuvo un marcado aumento, ya que en la anterior medición fue de 4,9%.

Para analizar estos datos con mayor profundidad, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Rodrigo Hernandez, miembro del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).

#DatoINDEC
La pobreza alcanzó al 39,2% de las personas y al 29,6% de los hogares en el 2° semestre de 2022; la indigencia, al 8,1% y al 6,2%, respectivamente https://t.co/ylIs2IPUGh pic.twitter.com/3hilPahLWL

— INDEC Argentina (@INDECArgentina) March 30, 2023

Respecto del preocupante aumento de la indigencia, Hernandez dijo: “El análisis que se debe hacer es que la pobreza se redujo levemente porque fue absorbida por la indigencia. Desde el 2020 se había tocado un techo de indigencia que venía con una curva descendente. Hoy esa curva se revirtió y estamos hablando de un 8%, que es un número muy preocupante y lo que evidencia es un traslado. No hay un leve descenso de la pobreza que va en forma ascendente, sino que es descendente: podemos decir que baja la pobreza porque crece la indigencia. Hay vecinos que ya no son pobres porque son indigentes y eso es una mala noticia”.

“Estamos hablando hoy de cerca de 13 mil hogares que lamentablemente están tocando la indigencia. Sobre ese registro se va evaluando el acceso o no de la familia a la canasta, que en sí sabemos que ha tenido un fuerte incremento en el último semestre. Los números que estamos viendo hoy son del segundo semestre del año pasado. Si tenemos en cuenta cómo cambió la curva de la inflación en estos meses, podemos darnos cuenta que los números que estamos transitando actualmente seguramente son peores. El principal problema es que no hay un escenario que plantee un norte de salida, de mejora en las condiciones de vida de la gente”, explicó.

Respecto del complejo panorama económico que atraviesa el país, Hernandez expresó: “Estamos atravesando una situación compleja que no venía pasando hasta finales de 2022: este año nos encontramos con un proceso de estanflación, de estancamiento económico con inflación. Al cierre de 2021 podíamos afirmar que había un crecimiento económico, que no se reflejaba en la distribución de la riqueza pero que existía. A partir del año pasado la situación cambió y apareció este estancamiento que entendemos que se relaciona con ciertos acuerdos macroeconómicos de política internacional y con perspectivas de la sequía, que marcan que las reservas no dan para pagar el acuerdo que se hizo con el FMI. Este proceso de estanflación marca una perspectiva totalmente negativa para una recuperación económica de la macroeconomía pero también del bolsillo de la gente”.

“Lo que vemos como elemento fundamental es que hasta que no se resuelva la cuestión de la inflación en el país vamos a estar corriendo detrás de  estos números preocupantes de pobreza, de indigencia y de falta de recuperación del trabajo. En estas condiciones Mar del Plata vuelve a ser la capital del desempleo”, agregó.

¿Precios Justos?

Es importante señalar que muchos de los productos que componen la canasta con la que el INDEC elabora las mediciones pertenecen al programa “Precios Justos”. Sin embargo, muchos de esos productos no se consiguen en los comercios de barrio. Sobre esta situación, Hernandez dijo: “Precios Justos hoy no se encuentra en muchas de las góndolas que existen en los supermercados porque hay un desabastecimiento de esos productos. El tema es que sí funcionan como margen para el cálculo oficial de la inflación. Son precios que en concreto no están pero figurativamente están para el análisis. Cuando uno sale de los números, lo que pasa ahí es que la situación es aún peor. Hay familias que no consumen  leche, niños que crecen sin consumir alimentos vitales para su crecimiento y eso da una perspectiva muy mala a futuro”.

Foto: Télam.

“Nosotros lo que vemos es que hay una diferencia grande en la góndola entre un Precio Justo y las otras marcas que reemplazarían a ese producto. Por esta situación, duran muy poco en la góndola y lo que queda es el otro producto. Termina siendo un valor figurativo para el análisis, para que el número cierre más abajo. En mi opinión termina no siendo una asistencia real o un beneficio. Nosotros lo que venimos planteando como política es que tiene que haber un congelamiento real de precios sobre toda la canasta básica, acompañando también con los servicios. Además estos productos no llegan a comercios de barrio y por lo tanto no atiende a quienes sufren más ese flagelo”, aseguró.

El rol del municipio

Consultado sobre las acciones que realiza el municipio frente a la situación que se vive en la ciudad, Hernandez explicó que se pueden trazar dos momentos bien distintos: “Desde la pandemia para atrás, durante lo que fue la contratación de los Centros Barriales de Emergencia (CBE), el municipio tuvo una acción de empezar a complementar los alimentos que entregaba Provincia y Nación. Durante lo más crudo de la pandemia el municipio tuvo una participación positiva integrándose en esa cadena de distribución de los distintos niveles del Estado y aportaba 20 mil kilos de alimentos frescos por semana a distintos merenderos y comedores”.

Sin embargo, esta situación se discontinuó una vez finalizada la pandemia. Sobre este aspecto, Hernandez dijo: “Hoy está entregando esos 20 mil kilos pero en lugar de hacerlo semanalmente lo hace cada dos meses, incluso a veces más. Es muchísima diferencia y eso no se condice con el aumento de la necesidad que observamos actualmente. Por esa razón, lamentablemente hoy no podría decir que es un acompañamiento positivo, nosotros vemos que semana a semana los merenderos funcionan cada vez más. Mucho más de lo que funcionaban durante la pandemia”.