Rompiendo la monotonía: claves para una rutina saludable

En la vorágine de estos tiempos, la rutina se ha convertido en una constante que, paradójicamente, puede traer estabilidad o un gran estrés, ya que si bien ella puede ser positiva para mantener una cierta organización personal, también podría hacernos estancar en la monotonía y el agotamiento, en caso de no gestionarse correctamente.

Para informarnos sobre cuáles son los aspectos positivos de llevar adelante una rutina saludable, y conocer en qué momento ella deja de ser beneficiosa para nuestra psiquis, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Alejandra Linardi, licenciada en Psicología, quien nos brindó una serie de consejos para que podamos identificar las alertas rojas en esta temática y modificarlas por prácticas que hagan más provechoso nuestro quehacer diario. 

¿La rutina es buena o mala?

Linardi remarcó que, si bien la palabra rutina suele tener una carga peyorativa para el común de la sociedad, lo cierto es que ella es útil para poder organizarnos en nuestra vida cotidiana: “Si no tenemos una rutina nos desorganizamos, puede generarnos inseguridad y cierto desconcierto de la vida. Los niños, por ejemplo, la necesitan, ya que su falta en ellos es totalmente negativa. Y en el caso de las personas mayores, ellas también hacen uso de lo rutinario, de lo metódico, porque les permite organizarse y les quita ansiedad”, afirmó.

La licenciada también se refirió a las “dos caras” de la rutina: “Por un lado, ella es positiva porque si no la tenés te desorganiza y te da inseguridad. Pero también es negativa si la hacemos en exceso. Por ejemplo, una persona que trabaja en una fábrica y todos los días tiene que colocar alfajores en una caja durante 8 horas, sin otra tarea a su cargo. Lo que esto genera es una falta de expectativa, un enlentecimiento, se pierde la creatividad. O sea, la cuestión rutinaria y metódica en exceso es negativa, y la falta de rutina también lo es. Por ello es muy complejo decir si la rutina es buena o mala ya que dependerá siempre de su graduación”, agregó. 

Llevar adelante una rutina saludable es fundamental para tener una psiquis equilibrada. Fuente: Freepik

Más allá de sus pros y contras, Linardi remarcó que la rutina es necesaria: “Necesitamos de ella porque hemos nacido en una cultura donde hay determinadas conductas que hay que cumplir. Es decir, nos despertamos a la mañana, salimos de la cama, nos dirigimos al baño, nos higienizamos, si tenemos que salir de casa nos cambiamos, etcétera. Lo que quiero decir con esto es que todos necesitamos una secuencia de acciones para despertarnos y ello es algo que lo tenemos automatizado, pero que si lo pensamos no es más que una rutina necesaria. De hecho, cuando uno se levanta tarde de la cama y tiene que salir rápidamente a la calle, esto no se siente bien, es algo que te hace ruido. El haberte levantado a las corridas y tener que salir de esta forma te puede hasta generar un malestar psíquico durante varias horas, y ya te hace sentir que empezaste mal el día”, explicó.

La diferencia entre hábito, rutina y vicio

La psicóloga afirmó que poder diferenciar los conceptos de hábito, rutina y vicio es importante para conocer la situación en la que uno se encuentra: “El hábito es una destreza que no nos es natural, sino que la adquirimos en forma mecánica. Por ejemplo, cuando nos enseñan a cepillarnos los dientes o a peinarnos. No es algo que vamos a adquirir innatamente aunque no nos enseñen, como por ejemplo caminar”, explicó. 

“Y el hábito puede ser físico – como en los ejemplos anteriores –  social o recreativo. Por ejemplo, un hábito en nuestra cultura es que si hacemos una reunión con amigos, comúnmente lo solemos hacer de día viernes o sábado. Todas estas cuestiones son hábitos que uno tiene y en general son inconscientes, o sea, ya no se los registra como algo que uno está haciendo”, agregó Linardi.

La rutina, en cambio, consiste en una secuencia de hábitos: “Por ejemplo, la rutina al levantarme está constituida por una serie de hábitos. Y el vicio, por su parte, es un exceso de un hábito. Esto puede darse con el alcohol, el tabaco, el juego.  De hecho, genera en el psiquismo que ya no puedas dominarlo, y ahí es donde aparece la adicción. En la dependencia lo que se pierde es el control. O sea, se trata de un hábito que te lo ordena tu propio psiquismo, que ya no podés no hacerlo”, puntualizó.

Fumar genera un vicio perjudicial para la salud. Fuente: Freepik

La necesidad de reforzar la autodisciplina en la rutina en el caso los trabajadores independientes

En el caso de los trabajadores en relación de dependencia, su rutina laboral suele estar estructurada. Pero ¿Qué sucede con los trabajadores autónomos, que no están atados a horarios fijos al desempeñar sus labores? ¿Cómo pueden crear una rutina a seguir que les resulte beneficiosa en su trabajo?: “Cuando hablamos de trabajos independientes hay que ejercitar la autodisciplina, no existe otra forma. Si no hay nadie que te imponga un horario o una forma de hacer las cosas y no tenés ese ejercicio la vas a pasar muy mal, y de hecho hasta podés fracasar en un proyecto que se te termina frustrando y no lo podés realizar. Hay gente que no sirve para trabajar de forma independiente ya que necesita el horario, que le digan qué tienen que hacer y a qué hora tienen que hacerlo, porque esto los organiza, debido a que carecen de esa capacidad de autodisciplina”, respondió la licenciada.

La importancia de llevar una rutina flexible y poder deshabituarse

La entrevistada entiende que la flexibilidad es clave para poder llevar adelante una rutina saludable: “Para que tengamos una buena salud psíquica y podamos amalgamarnos con la rutina, tenemos que ejercerla con flexibilidad. Si hacemos siempre metódicamente lo mismo en algún momento vamos a entrar en la monotonía, que se da cuando pasa siempre lo mismo y no se innova en nada, hasta que la cuestión termina perdiendo su encanto”.

“La flexibilidad en la rutina sería ideal tenerla durante todo el día. Por ejemplo, si ya tenemos la jornada estructurada con tareas para hacer, poder en algún momento de ella realizar otra cosa diferente a la que siempre hago. Este es un mínimo cambio que va a cambiar la cuestión de agobio que produce la rutina en gran escala, cuando todos los días es lo mismo. O sea, encontrar una flexibilidad dentro de la rutina hace que tengamos una mejor sensación”, agregó. 

Linardi también aclaró que a la hora de llevar una rutina no debe ponderarse las ganas que se tengan de realizarla, sino que es importante ponerla en acción: “La rutina se hace con o sin ganas. No es que a veces tenemos ganas y la hacemos, pero cuando no tenemos ganas, no. Cuando uno se genera un hábito, por ejemplo el de estudiar, lee con o sin ganas. No esperamos a que ellas lleguen, porque a veces por ahí no las tenemos y hay que generar el hábito para que se produzca ese objetivo y seamos eficaces. Existe una relación entre la rutina y la eficacia. En el trabajo es esencial y también lo es en el estudio, porque sabemos que si no adquirimos una rutina es muy difícil lograr el objetivo. De hecho muchas personas desertan, no porque no les guste lo que estudian ni tampoco porque no vayan a ser buenos en eso, simplemente porque no ejercen el hábito de la lectura, de sentarse a leer, de estudiar”

Para finalizar, la psicóloga volvió a hacer hincapié en la necesidad de deshabituarse de lo negativo de la rutina: “La deshabituación es una buena solución. Por ejemplo, si vas todos los días en colectivo al trabajo y estás estresado y agobiado, te bajás unas paradas antes, caminás y observás lo que siempre ves pero de otra manera. O sea, se trata de empezar a encontrarle un encanto a aquello que estaba invisible en nuestra rutina. Hacer una cena y ponerle un toque especial, llamar por teléfono a alguien en un día distinto al que solemos llamarlo, o pasar por su casa a visitarlo. Todas estas acciones nos hacen deshabituar y nos cambian el día, y son pequeñas cosas para salir del agobio”, concluyó.