“La memoria que habitamos”: Cómo se filmó el largometraje producido y realizado por la UNMDP

Foto: Equipo que participó de la realización del largometraje. Fuente: UNMDP.

 

En la 37° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se estrenará “La memoria que habitamos”, la película sobre el crimen de Silvia Filler producida y realizada íntegramente por la Universidad Nacional de Mar del Plata, con el apoyo de su Fundación. La película tendrá dos proyecciones durante el Festival, se estrenará el jueves 10 de noviembre, a las 22:00, en el cine del Teatro Colón en una función especial que será gratuita, y el viernes 11 a las 19:50 en los cines del Paseo Aldrey.

Para conocer más detalles sobre la realización de este largometraje, desde Portal Universidad dialogamos con su director, Diego Ercolano. Respecto del estreno en el marco del festival, expresó: “Estamos muy felices todas las personas que participamos en la película porque era el espacio que queríamos para estrenarla. Toda la postproducción se pensó para llegar a la fecha que nos permitiera aplicar al festival y por suerte la seleccionaron en un ciclo de proyecciones especiales”.

Consultado sobre las razones que motivaron el abordaje del crimen de Silvia Filler, Ercolano dijo: “Es una historia que atraviesa mucho y muy fuerte a la Universidad a la ciudad de Mar del Plata. Nosotros venimos haciendo documentales desde la Dirección de Contenidos hace bastante tiempo y al momento de encarar un largometraje, el caso Filler era el inevitable, el que nos convocaba en primera instancia. Federico Polleri, que me acompañó en la dirección, hizo una investigación brillante. A partir de esa investigación, que nos dio un montón de datos y cuestiones que desconocíamos, pudimos sumar a Lila y a Marta, las hermanas de Silvia Filler”.

Foto: Fragmento de la película “La memoria que habitamos”. Fuente: UNMDP.

“A partir de ahí empieza un relato que tiene que ver con la investigación del caso pero también muestra otras cuestiones importantes, como la colaboración de los estudiantes del Illia y eso enriqueció un montón la película”, agregó.

Asimismo, Ercolano profundizó sobre la experiencia vivida en la construcción del documental y dijo: “Fue muy conmovedor y muy fuerte hacer la película con las hermanas de Silvia. Hace 2 años y medio empezamos a trabajar con Polleri sobre las ideas y ahí surgió la idea de sumarlas. Hicimos un primer contacto y hubo un hecho que es un hito en la película, una reunión que tuvimos en la casa de Marta donde les contamos el proyecto y ellas aceptaron participar activamente en la película. A partir de ahí sabíamos que teníamos que hacer bien la película y con mucha responsabilidad, porque ya no era un documental informativo nada más, sino que había un compromiso diferente”.

“Teníamos un boceto de guion pero había una hoja vacía ahí y fuimos construyendo de a poco, se fueron sumando elementos y fue todo un proceso muy orgánico y con mucho apoyo de la UNMDP. Participaron compañeros y compañeras de muchas áreas y del Equipo Técnico de la Dirección de Contenidos, que es donde trabajamos nosotros. La verdad que fue un placer hacer la película. Si bien hubo momentos muy difíciles, porque hacer una película siempre es una tarea compleja, fue un proceso que se disfrutó mucho”, agregó.

Por otro lado, en cuanto a la producción, destacó el apoyo de la UNMDP y dijo: “Fue la primera experiencia de hacer una película desde la universidad. El sistema de producción de una película es un sistema propio de una realización audiovisual, claramente la universidad no estaba acostumbrada a eso y para nosotros desde la Dirección de Contenidos fue la primera experiencia en un largometraje. Eso fue todo un desafío donde se fueron destrabando cosas a medida que las íbamos requiriendo. El aula Filler del rectorado se reconstruyó totalmente idéntica a como estaba en 1971, este trabajo brillante ya fue una obra en sí mismo y entrar en ese espacio fue muy fuerte”.

Foto: El aula Filler del rectorado se reconstruyó totalmente idéntica a como estaba en 1971. Fuente: UNMDP.

“Esa construcción del aula fue un desafío porque se dio en un lugar totalmente utilizado por la universidad para otras actividades. Por eso me importa destacar la buena predisposición de muchas áreas de la UNMDP que nos permitieron instalar ahí un decorado cinematográfico. La intervención se hizo a fines del año pasado y principios de este y fue una movida importante”, aseguró.

Por otro lado, respecto de otros desafíos que abordaron durante la filmación, Ercolano detalló: “Hemos viajado a Campo de Mayo a entrevistar personajes de la Concentración Nacional Universitaria (CNU), eso no quiero adelantar mucho porque es importante en la película, pero contamos con esos testimonios. Ese viaje se suspendió varias veces, la película se realizó durante la pandemia así que un día estábamos a punto de subirnos al transporte para ir a hacer la entrevista y nos avisan que había Covid en el penal y no pudimos viajar.  Eso pasó varias veces hasta que finalmente pudimos concretar las entrevistas a fines del año pasado”.

El crimen de Silvia Filler

Respecto del crimen de Silvia Filler, Ercolano expresó: “El 6 de diciembre de 1971 se convocó a una asamblea universitaria en el rectorado para resolver cuestiones estudiantiles. En esta asamblea estaban los estudiantes debatiendo normalmente, como se debate en cualquier asamblea y una patota de la CNU, que representaban ideas fascistas y de ultraderecha entraron armados y disparando a los estudiantes. Una de esas balas impactó sobre Silvia, que en ese momento tenía 18 años y cursaba primer año de arquitectura”.

 

El crimen de Filler nunca obtuvo justicia ya que, antes de que los responsables de la CNU recibieran su condena, fueron liberados aprovechando un beneficio que no les correspondía: la amnistía a los presos políticos de 1973. No obstante, su familia nunca dejó de reclamar justicia y por eso acompañó de cerca los juicios, en los cuales muchos de los responsables del crimen recibieron su condena, pero no por el homicidio de Silvia, sino por los delitos de Lesa Humanidad que cometieron entre 1974 y 1975. Para la Universidadc, contar la historia de Silvia Filler es hacer un aporte a la reconstrucción de la memoria histórica de Mar del Plata”, dijo.

Finalmente resaltó la relevancia que tiene el film para todos los que participaron de su realización y expresó: “No es una película meramente informativa sino que apela a la emotividad del espectador y el trabajo fue colectivo porque participó muchísima gente en la película. Todos pusieron un montón desde su lugar y sin su compromiso hubiera sido imposible materializarla”.

 

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