Un nuevo informe sociolaboral reveló una contracción de la economía y de los salarios reales en Mar del Plata
Durante 2023 la economía argentina sufrió una leve contracción. Entre sus causas se pueden encontrar la sequía que afectó a la campaña agropecuaria y que ya había iniciado a fines de 2022. Esta problemática impactó en el resultado de las cuentas externas y agravó las tensiones en el mercado cambiario, es decir, no se percibieron tantos dólares debido a la baja de exportaciones de productos agrícolas y esto generó una escasez de los mismos. Esa fue y es una de las primeras causas de la inflación en Argentina.
Por su parte, desde el 10 de diciembre se generó un cambio rotundo con la asunción del gobierno entrante, que puso en práctica un ajuste fiscal y cambiario y así, una regresión de los ingresos que se ve en la caída de los salarios reales. A nivel nacional, en términos interanuales aumentaron las tasas de actividad, llegando a 48,6%, y de empleo en 45,8%, mientras que disminuyeron la de desocupación 5,7% y de subocupación 10,5%. Asimismo, se produjo un aumento en la cantidad de trabajo registrado, con más de 336.080 trabajadores y trabajadores.
Estos datos se desprenden de una nueva edición del Informe Sociolaboral del Partido de General Pueyrredon, donde se analiza el impacto de las políticas económicas sobre mercado laboral local y nacional. Este es elaborado por el Centro de Investigaciones Económicas y Sociales – Grupo Estudios del Trabajo – de la Facultad de Ciencias Económicas y el análisis se realiza en base a lo ocurrido en el cuarto trimestre del 2023, con una comparación de datos interanual.
El mercado de trabajo en Mar del Plata
En Mar del Plata los datos arrojaron un aumento del número de ocupados con un leve incremento en la cantidad de desocupados, por lo que la Población Económicamente Activa (PEA), es decir la suma de ocupados y desocupados, aumentó. La tasa de empleo se define como la proporción de ocupados sobre la población total y durante el período analizado en Mar del Plata, fue de 47,8%. Este valor es superior al registrado a nivel nacional y, en la ciudad, representa un total de 24.000 nuevas personas ocupadas. “Los valores alcanzados representan máximos históricos para un cuarto trimestre”, revela el informe.
En el cuatro trimestre, es decir los meses de octubre, noviembre y diciembre, la tasa de actividad aumentó un 3,9% a nivel local lo que arrojó un valor de 52,6%. La tasa de actividad es aquella que mide el porcentaje que representa la PEA sobre la población total. Es una variable que permite entender el dinamismo del mercado de trabajo.
Por otro lado, la tasa de desocupación, que es la proporción de desocupados de la Población Económicamente Activa, presentó un pequeño aumento en el plano local: “La tasa de desocupación en Mar del Plata aumentó levemente en 0,5% alcanzando un valor de 9,3%, que en valor absoluto incluye a 32.000 personas desocupadas. Este valor, ubica a la ciudad en el 1º lugar del ranking de aglomerados, seguido por Partidos del Gran Buenos Aires (7,4%) y Gran Santa Fe (6,3%).
Otro indicador de la calidad de la ocupación es la tasa de subocupación. Esta se encuentra determinada por la cantidad de ocupados que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias en proporción a la PEA. A nivel local disminuyó, ubicándose en un mínimo histórico de 9,5%, que representa a 33.000 personas. De esos 9,5%, el 4,1% son subocupados demandantes y el 5,4%, no demandantes de empleo. “Encontramos que Mar del Plata tiene uno de los valores más elevados de subocupación no demandante. Y esto se encuentra en línea con el siguiente indicador: La proporción de ocupados que demanda un empleo (respecto a la PEA) bajó del 12,7% al 11,1% (valor que involucra a 39.000 personas), por ende, se mantiene en niveles bajos. Como ha venido sucediendo desde comienzos de 2019, este valor está explicado en parte por un efecto desaliento en la búsqueda de empleo de la población ocupada”, remarca el informe.
Si sumamos la tasa de desocupación y la tasa de ocupados demandantes obtenemos la tasa de presión general, que considera a todos buscadores de empleo, ya sean ocupados o desocupados. Este indicador da cuenta de que el nivel de presión (de búsqueda de empleo) que se ejerce sobre el mercado de trabajo marplatense ha caído del 22,5% al 20,4%, valor que representa a 71.000 personas. “De acuerdo a lo analizado, podemos afirmar que durante la última parte del 2023 se continuó la recuperación que se había iniciado en 2022, aunque persiste el desaliento en la búsqueda de empleo”, agrega el estudio.
“Pese a la recuperación del número de ocupados que se produjo el último año, se generó un empeoramiento en el poder adquisitivo en un porcentaje de población trabajadora y, por ende, en el bienestar de las familias. De hecho, durante el segundo semestre de 2023, el índice de salarios que calcula el INDEC creció por debajo de la inflación, principalmente por el fuerte incremento de precios registrado de diciembre”.
Esta recuperación del empleo se vio contrarrestada por una baja del poder adquisitivo de las familias, una generalidad en todo el país, lo que impactó en el nivel de pobreza. En particular, Mar del Plata sufrió un fuerte incremento de la pobreza y la indigencia. El último dato indica que en el segundo semestre de 2023 este valor llegó a 37,7%. “Con este valor, Mar del Plata se ubica entre los aglomerados con menor nivel de pobreza del país, siendo las peores situaciones las de Gran Resistencia (65,2%), Concordia (56,2%), y Santiago del Estero-La Banda (53,2%)”, alerta el informe.
Si bien se inicia una tendencia de aumento de la pobreza, el valor alcanzado por Mar del Plata aún se encuentra lejos del máximo histórico, que se dio luego de la crisis 2001-2002. Según estimaciones del Grupo de Estudios del Trabajo, en el cuarto trimestre de 2003 la pobreza había alcanzado el 50,4% de la población.
La cifra de indigencia, en la que se considera a aquellas personas que viven en hogares que sus ingresos no cubren una canasta básica alimentaria, afecta al 11,9% de los marplatenses, o 78.700 personas. Este porcentaje es un 3,6% mayor que un año atrás y es un número similar al nacional, afectando a casi 3,5 millones de personas.
“En definitiva, durante el cuarto trimestre de 2023 pese a la leve caída del producto, la persistente inflación y la recurrente restricción externa, el nivel de empleo continuó en aumento, incluso el trabajo registrado, consiguiendo superar los niveles alcanzados en 2019. Desde la segunda mitad de diciembre de 2023 y principalmente a partir de 2024, ya se evidencia el impacto de las medidas económicas aplicadas por el nuevo gobierno, las cuales son de naturaleza contractiva y conllevan una caída del producto y aumento de la desocupación. No obstante, los datos oficiales de mercado de trabajo del primer trimestre estarán recién para el mes de junio”, resume el informe.
Variables macroeconómicas
En 2023 la economía argentina se contrajo un 1,6% luego de dos años de crecimiento significativo tras la recesión inducida por la pandemia.
Los términos “Producto Bruto Interno (PBI)”, “divisas”, “deuda” y “sequía” pueden explicar gran parte del escenario político actual. En el plano macroeconómico se observó una caída del producto, determinada en gran medida por la sequía que ocasionó una fuerte baja en la producción agrícola.
“En un país fundamentalmente primario exportador como la Argentina, esta contracción determinada por factores climáticos, afecta gravemente el ingreso de divisas y, por esa vía, tiene significativos efectos macroeconómicos en toda la estructura productiva. El rubro Agricultura, ganadería, caza y silvicultura -que representa un 5,4% del PBI, pero tiene una importancia estratégica en la estructura del comercio exterior- retrocedió en 2023 un 20,2%, mientras que la industria -que representa un 16,6% del PBI y en gran medida se dedica a procesar productos agropecuarios y alimenticios- cayó un 2,1%”, explica el informe.
Las reservas de divisas del BCRA también tuvieron una fuerte caída: pasaron de U$S 44.600 millones los primeros días de enero a U$S cerca de U$S 23.000 millones hacia fin de año. Tal resultado se explica, en parte, por la mencionada caída en los ingresos totales. No obstante, la causa principal del mismo se encuentra en el incremento de los intereses netos de la deuda pública.
Numerosos factores explican esta evolución. En primer lugar, como se mencionó, la fuerte caída en las exportaciones debida, en gran parte, a la contracción de la producción agrícola. En segundo lugar, de acuerdo a datos del balance cambiario elaborado por el Banco Central (BCRA), en 2023 se pagaron intereses netos en moneda extranjera por valor de U$S 9.534 millones, de los cuales U$S 3.107 millones corresponden a intereses pagados al Fondo Monetario Internacional (FMI), U$S 2.166 millones a otros organismos internacionales y otros préstamos bilaterales y U$S 2.072 millones integran el rubro “Otros pagos del Gobierno Nacional”. En suma, en 2023 la economía argentina perdió U$S 7.255 millones por canales exclusivamente financieros, principalmente pagos de intereses y cancelación de deuda en moneda extranjera.
Durante 2023 se incrementó el déficit fiscal primario y financiero, con la caída de los ingresos como principal causa. Según datos del FMI, durante el primer trimestre de 2023 los precios internacionales promedio de la tonelada de los tres productos agropecuarios más exportados por argentina, soja, trigo y maíz, fueron altos, pero la caída del volumen producido de cada uno de los tres cultivos fue muy importante y supuso una pérdida de 18 mil millones de dólares en ingresos.
Mientras que los ingresos cayeron un 8,3% con respecto a 2022, en el mismo lapso los gastos primarios cayeron un 4,9%. “Es decir que no fue el aumento del gasto público lo que ocasionó el incremento del déficit, sino la contracción de los ingresos debido al menor nivel de actividad económica”, resalta el informe. Las prestaciones sociales, que se redujeron un 6,4%, y los subsidios económicos, un 20,4%, son parte de la contracción de estos gastos. No sufrieron los mismos recortes las transferencias a las provincias ni a las universidades, que, al contrario, recibieron incrementos de un 2,6% y un 11,5% respectivamente. En conjunto, en 2023 el déficit primario fue del 2,7% del PBI, mientras que el déficit financiero se ubicó en el 4,4% del producto.
A su vez, el informe realiza una comparación entre el déficit de Argentina y distintos países del mundo: “Es importante destacar que los resultados deficitarios que exhiben las cuentas públicas argentinas están lejos de representar una excepción o una anomalía cuando se realiza una comparación a nivel internacional. En efecto, las principales economías del mundo se caracterizan por tener déficit fiscal en forma sostenida y en niveles no muy diferentes a los de la economía argentina cuando se lo mide en porcentaje del producto. Más aun, entre 2020 y 2022 varias de las economías más grandes del mundo registraron déficits fiscales considerablemente superiores a los de la Argentina, siendo el superávit fiscal una excepción”.
Los primeros números del nuevo gobierno
Al abordar el último trimestre de 2023, esta edición del Informe Sociolaboral remite a lo sucedido en diciembre con la asunción de Javier Milei y su gabinete, al ser sus medidas económicas radicalmente distintas a la de la anterior administración. Se puede ver un corte significativo en los datos macroeconómicos desde el 11 de diciembre: “En lo que respecta a los primeros meses de 2024, el gobierno asumido en diciembre de 2023 implementó un severo recorte sobre los gastos públicos. De esta manera, los gastos primarios acumulados entre enero y febrero de 2024 disminuyeron en términos reales un 38% con respecto al mismo período de 2023. Tal recorte afecta a áreas socialmente sensibles como prestaciones sociales, mayormente jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares, las cuales se contrajeron en términos reales un 29,7%”.
A su vez, los subsidios económicos, destinados principalmente a contener los precios de servicios esenciales, sufrieron un recorte del 54,1% y las transferencias a las provincias, que sostienen los sistemas de salud y educación de las mismas, se redujeron en un 76,7%. Las universidades nacionales también se vieron afectadas y recibieron un recorte del 28,5% en sus transferencias. Los gastos de capital o la obra pública, fueron prácticamente eliminados. “Tal recorte del gasto público permitió que en los primeros dos meses de 2024 se alcanzara un superávit financiero acumulado de $ 925.161 millones, aun cuando los intereses de la deuda pública se incrementaron un 11,9% con respecto al mismo período de 2023”, expresa el informe.
El Grupo de Estudios del Trabajo emite una fuerte alerta sobre este camino para alcanzar el superávit: “Cabe destacar que los recortes efectuados en el gasto público tienen efectos nocivos en la calidad de vida de la población, así como en el funcionamiento general de la economía. En efecto, la contracción del gasto implementada se efectuó a costa de la pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones, y del desfinanciamiento de los sistemas de salud y educación, lo cual indefectiblemente afectará la calidad de los servicios prestados por estos sistemas”.
Asimismo, la reducción de los subsidios implicará importantes aumentos en los costos de transporte y en las tarifas de servicios públicos, lo cual afecta el poder de compra del salario real, así como la estructura de costos de muchas pequeñas y medianas empresas que, en el peor de los casos, se verán obligadas a cerrar dando lugar a despidos y, en consecuencia, aumento del desempleo. “En suma, el recorte del gasto público efectuado en procura de lograr un superávit financiero en el corto plazo tiene como contrapartida caída en los ingresos de la población, aumento del desempleo y contracción del producto. En un plazo relativamente breve dará lugar a una caída en la recaudación impositiva, poniendo en riesgo el superávit conseguido y profundizando aún más los efectos económicos y sociales adversos del ajuste”.
El informe completo:
Info Socio Laboral 2024 by Técnicos Periodismo